ramirez samano 2008

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    Nmero especial de DilogosRevista electrnica de Historia 2008. ISSN 1409- 469X

    www.novenocongreso.fcs.ucr.ac.cr

    Indexaciones: Repositorio de Revistas UCR, DIALNET,

    Latindex, REDALYC Directorio y recolector de recursos

    digitales del Ministerio de Cultura de Espaa, Directory of

    Open Access Journals.

    Historia Ecolgica y Ambiental

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    2/21www.novenocongreso.fcs.ucr.ac.cr

    Escuela de HistoriaCentro de Investigaciones Histricas de Amrica CentralPostgrado Centroamericano en HistoriaNmero especial de Dilogos. Revista electrnica de Historia

    ISSN 1409- 469X

    Fecha de recepcin: 15 de mayo 2008

    Fecha de aceptacin: 30 de mayo 2008

    Miembros del Consejo Editorial:Dr. Ronny Viales, Dr. Juan Jos Marn

    Editores Tcnicos:

    Allan Fonseca, Andrs Cruz, Gabriela Soto

    El nacimiento de una ciencia

    La arqueologa mexicana durante el porfriato

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    Dilogos Revista Electrnica de Historia ISSN 1409- 469X. Nmero especial 2008. Direccin web: http://historia.fcs.ucr.ac.cr/dialogos.htm

    El nacimiento de una ciencia

    La arqueologa mexicana durante el

    porfriato

    Mara del Roco Ramrez Smano

    Maestra en HistoriaPuebla 362, depto. 403, Colonia Roma, Cdigo postal

    07600, Mxico D. F.044-55-32-47-61-36

    Correo electrnico [email protected] de la Facultad de Estudios Superiores Acatlan

    Aspirante a doctoranda en el Posgrado de Maestra yDoctorado en Historia, Facultad de Filosofa y Letras,

    Universidad Nacional Autnoma de Mxico

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    INTRODUCCION

    Comenzar un texto con un ttulo tan debatible como es el de pensar el momento en el cul se da

    el nacimiento de una ciencia, en este caso de la arqueologa en Mxico, pone de maniesto la

    necesidad de replantear el papel de esta disciplina cientca en la historia mexicana, sobre todo

    por la utilizacin que esta disciplina ha tenido por parte del aparato del poder para formular un

    discurso de tipo nacionalista, para de esta manera poder pensar el momento en el que naci

    dicha ciencia en el pas. Al hacer una revisin historiogrca respecto a la manera en que se

    ha visto la arqueologa en Mxico, pude percatarme de la inmensa laguna que sobre el tema

    existe en la poca denominada porriato1, momento clave para dicha disciplina, pues durante

    el gobierno de Porrio Daz, un poco ms de 30 aos, se llevaron a cabo los primeros trabajosarqueolgicos con apoyo gubernamental, crendose la primera zona arqueolgica en Mxico;

    por lo que podemos decir que fue la primera vez que se hizo arqueologa mexicana y, sobre

    todo, se cre una infraestructura para institucionalizarla. Por ello el objetivo de esta ponencia

    es analizar el papel que jugo la arqueologa durante el porriato, su institucionalizacin a partir

    de la promulgacin de leyes de proteccin de monumentos arqueolgicos, de la creacin de

    la Inspeccin General de Monumentos Arqueolgicos de la Repblica Mexicana, que con el

    tiempo desembocara en le Instituto Nacional de Antropologa e Historia; as como el desempeo

    de Leopoldo Batres al frente de dicha Inspeccin.

    COMO NACE UNA CIENCIA

    Sin duda, el siglo XVIII fue fundamental para el nacimiento de la arqueologa moderna en el mundo

    1 Jos Roberto, Gallegos Tllez Rojo, Teotihuacan: la formacin de la primera zona arqueolgica enMxico en Morales, Mara Elena, et. al.Patrimonio histrico y cultural de Mxico, (Mxico: IV Semana culturalde la Direccin de Etnologa y Antropologa Social, 1. ed. 2001). Mara del Pilar, Iracheta Cenecorta, La otrahistoria de la exploracin de Teotihuacan (1905-1910), enExpresin Antropolgica, no. 7, (Zinacantepec:Instituto Mexiquense, 1998). Adriana Prez Soto,Arqueologa y nacionalismo a la luz del discurso histricomexicano 1850-1910, (Mxico: UNAM, tesis de licenciatura en historia, 2000). Rosa Brambila Paz y Rebeca de

    Gortari, La arqueologa mexicana en las revistas cientcas del porriato en Rutsch, Mechthild, Ciencia en losmrgenes. Ensayos de historia de las ciencias en Mxico, (Mxico: IIA-UNAM, 1997), 103-125. Vctor HugoBolaos Snchez,La arqueologa como ciencia en Mxico. Una mirada a la disciplina a travs del conicto

    Leopoldo Batres-Manuel Gamio en la historia de la arqueologa, (Mxico: UNAM, tesis de maestra en losofa

    de la ciencia, 2007). Mara del Roco Ramrez Smano Creacin de la zona arqueolgica de Teotihuacan. 1886-1910, (Mxico: UNAM, tesis de maestra en historia, 2006)

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    occidental2, los mtodos y tcnicas fueron perfeccionndose para que esta ciencia mostrara al

    mundo la huella del pasado de las nacientes naciones y, de paso, las dotara de un origen fundador,

    y Mxico no se quedo atrs en esta disciplina. Para el historiador Eduardo Matos Moctezuma3

    la fecha de nacimiento de la arqueologa en el pas se dio en el ao de 1791, cuando tuvo lugar

    el descubrimiento de dos piezas muy importantes para el estudio de las culturas prehispnicas

    en Mxico: el calendario azteca y el monolito conocido como la Coatlicue, de cuyas piezas el

    ilustre historiador Antonio Alzate hizo una descripcin en un libro que vio la luz publica un ao

    despus de dicho descubrimiento, no esta por dems decir que esta publicacin es considerada

    la primera de tipo arqueolgico en el pas. La justicacin que dio Matos Moctezuma para esta

    datacin estriba en la atencin que cobr entre algunos personajes intelectuales de la poca apartir del descubrimiento de las dos esculturas se gener el inters en los crculos de estudiosos

    de la poca por conocer el signicado de las mismas4 y el inters qu personajes como el mismo

    Alzate mostraron de rescatar y salvaguardar los descubrimientos prehispnicos.

    Sin embargo, no todos concuerdan con esta fecha para celebrar dicho nacimiento,

    para el historiador Carlos Navarrete, dicho acontecimiento se debe de situar algunos aos

    antes, exactamente en 1784, ao en que tuvieron lugar los primeros trabajos arqueolgicos

    en Palenque, Chiapas, y que segn expone en su obra tituladaPalenque 1784: el inicio de la

    aventura arqueolgica maya5este el verdadero inicio de la arqueologa en Mxico. A pesar de tan

    temprano nacimiento, ya sea en 1784 o 1791, la arqueologa qued hurfana muy pronto, pues los

    acontecimientos polticos, los problemas econmicos del siglo XIX mexicano, as como la falta

    de un grupo acadmico dedicado a hacer estudios especcamente arqueolgicos, no permitieron

    que dicha disciplina cientca creciera y alcanzara su edad adulta y se institucionalizara.

    Esto no quiere decir que no se hayan llevado a cabo investigaciones arqueolgicas en

    el pas, sin embargo, stas fueron realizadas por arquelogos extranjeros que se llevaban las

    piezas halladas para exponerlas en diferentes museos del mundo, como ocurri con los dinteles

    de madera de Uxmal o el tablero de Kabah, que fueron llevados al Museo Panorama en Nueva

    2 ve Gran-Aymerich,El nacimiento de la arqueologa moderna, 1798-1945, (Zaragoza: Espaa, PrensasUniversitarias de Zaragoza, 2001)3 Eduardo Matos MoctezumaLos comienzos de la arqueologa mexicana. En respuesta a Carlos

    Navarrete, (Mxico: El Colegio Nacional, 2002.)4 Ibid, p. 295 Carlos Navarrete,Palenque 1784: el inicio de la aventura arqueolgica maya, (Mxico: UNAM-IIH,2000)

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    York por el coleccionista John Lloyd Stephens, y que se quemaron en un gran incendio de lo que

    parece iba a ser el ncleo de un museo nacional americanista.6

    Para el historiador Jos Roberto Gallegos deben existir dos factores importantes para

    que la comunidad se preocupe por el cuidado y la conservacin de monumentos: a) la denitiva

    consolidacin del Estado mexicano; y b) la madurez de la sociedad para entender, interesarse

    y preocuparse por la conservacin del pasado.7 Tomando en cuenta lo postulado por Gallegos,

    durante la mayor parte del siglo XIX el pas se encontraba sumergido en constantes guerras y

    problemas econmicos como para poder hacerse cargo de la conservacin y salvamento de sitios

    arqueolgicos. Es durante el porriato que se dieron estos elementos.

    Durante los ltimos decenios del siglo XIX y principios del XX la arqueologa recibiun gran apoyo econmico por parte del gobierno de Porrio Daz, pues adems de ser epidemia

    de moda hoy en Mxico, se convirti en una herramienta ms del gobierno y, desde sus inicios,

    tuvo una clara conexin con el aparato del poder.8 Pero por qu con arqueologa? Por un lado,

    al ser entendida como disciplina encargada de la acumulacin de objetos antiguos y de su

    interpretacin, se ofrece como la proveedora infalible de identidad nacional;9 y por otro lado,

    los monumentos son consagraciones a la memoria, a travs de ellos el colectivo maniesta una

    voluntad de trascender, asociando pasado y futuro;10 adems de que ... los objetos del pasado

    son un tipo de cosa que nos fascina como seres humanos porque son materia humanizada y

    porque llevan el sello admirable de sus desaparecidos creadores... Son la puerta ms directa

    hacia el pasado, mucho ms que los dichos y las historias o las mismas ideas escritas, porque

    estn presentes ante nuestros ojos y se pueden tocar.11 Sin duda, una forma de unicacin, que

    va ms all de una religin o partido poltico. Ya que se pensaba que a travs de los objetos

    recogidos por ella, se lograra dar sustento al discurso histrico nacionalista del porriato.

    Michael Rowlands, dice al respecto:6 Ignacio Bernal,Historia de la arqueologa en Mxico, (Mxico: Porra, 1992), 1127 Jos Roberto Gallegos Tllez Rojo, Teotihuacan: la formacin de la primera zona arqueolgica enMxico en Patrimonio histrico y cultural de Mxico. IV Semana Cultural de la Direccin de Etnologa y

    Antropologa Social, (Mxico: Instituto Nacional de Antropologa e Historia, 2001), 255-2568 Manuel Gndara, Historia de la arqueologa en Mxico. La poca moderna (1968-2002) 2 parteArqueologa Mexicana, (Mxico) vol.X, no. 59, (ene-feb,2003), 119 Hans-Joachin Koning, Reexiones tericas acerca del nacionalismo y el proceso de formacin del

    estado y la nacin en Amrica latina enMemorias de la Academia Mexicana de la Historia, t. XXXVIII,(Mxico, 1995), 5.10 Joseph Ballart,EL patrimonio histrico y arqueolgico: valor y uso, (Barcelona; Ariel, 1997), 35.11 Ibid., p. 29.

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    Las naciones sin pasado son contraccin de trminos y la arqueologa ha

    sido uno de los principales proveedores de materia prima en la construccin

    del pasado en las modernas batallas por la nacionalidad. La arqueologa

    [...] ha partido de la premisa de un sentimiento de prdida, su objeto se

    concibe como la recuperacin de la tradicin y el sentido de comunidad

    [...]12

    En otras palabras, el proyecto cientco de la arqueologa en el fondo siempre ha sido para los

    pases un proyecto poltico, donde la bsqueda de un pasado glorioso da sentido y argumento

    a la fundacin del sentimiento nacionalista.La arqueologa bajo el consabido propsito de elaborar una imagen progresista y

    civilizada de estas latitudes mexicanas puso a funcionar un enorme mecanismo histrico que,

    a partir del contacto entre los engranes del pasado y del futuro, dispensaba la idea conveniente

    del presente.13 Los objetos que recoge la arqueologa cumplen la funcin de dar sustento al

    argumento poltico de los gobiernos.14

    El discurso construido desde el gobierno buscaba que una buena parte de la sociedad

    reconociera y recordara a los antepasados de Mxico. No vistos ya, como los indgenas brbaros

    conquistados o como los ordinarios indios que deambulaban por las calles decimonnicas.

    Por el contrario, los indios del pasado lejano eran grandes guerreros y constructores de lo que

    sera la nacin mexicana, que esperaba ocupar un lugar entre las ms civilizadas del mundo. La

    idea de un pasado glorioso con indios fuertes y valientes qued reejada en la ciudad, donde

    se colocaron los monumentos a Cuauhtmoc y a los gobernantes aztecas Itzcoatl y Ahuizotl

    (conocidos actualmente como los indios verdes). Con la idea de mostrar la grandeza de los

    antepasados prehispnicos, en 1887 se inaugur una estatua en honor a Cuauhtemc en el paseo

    de la Reforma y se pronunci un discurso en nahuatl, con traduccin simultanea al espaol

    para comprensin de la mayora de los asistentes al evento. La representacin que se hizo de

    estos guerreros es de hombres altos de facciones fuertes y con un cuerpo atltico, con un idealde belleza, que quiz no corresponda con las verdaderas facciones de estos guerreros ni de los12 Michael Rowlands, The politics of identity in archaeology en Social construction of the past, (Coord.)G. Clemens y A. Gilliam, (London: Routledge, 1994), 133.13 Adriana Prez Soto,Arqueologa y nacionalismo a la luz del discurso histrico mexicano 1850-1910,(Mxico: UNAM, tesis de licenciatura en historia, 2000), 170.14 Manuel Gndara, 11.

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    indios en general, pero que iba de acuerdo con esa construccin de la nacin y con los personajes

    que deberan de gurar en este santuario.15

    Con estas representaciones, se buscaba crear en el imaginario colectivo la idea de un gran

    pasado que los unicaba, identicaba y los haca distintos a otras naciones, con hroes y culturas

    muy adelantadas para su poca, pero sobre todo que miran un futuro ilimitado como resultado

    lgico de dicho pasado. Para aanzar este proyecto cultural, durante los ltimos veinte aos del

    gobierno de Daz, se dio presupuesto para la investigaciones arqueolgicas.

    Un antecedente fundamental para la posterior institucionalizacin de la arqueologa

    en Mxico, fue sin duda, por un lado, la creacin por parte de Napolen III, en 1864, de la

    Commission Scientique du Mexique, la cual llevo a cabo investigaciones de tipo arqueolgicoy sent las bases para la posterior creacin de la Comisin Cientca de Pachuca, cuyos

    integrantes posteriormente formaran parte del grupo acadmico que dara clases de arqueologa y

    antropologa en el Museo Nacional; por el otro, la llegada del explorador francs Desir Charnay,

    el cual, entre 1864 y 1882, realiz trabajos arqueolgicos en varios puntos del pas, sus trabajos

    ms signicativos se centraron en Teotihuacan y Chiapas, utilizando las tcnicas y mtodos ms

    modernos. Estos trabajos causaron gran expectacin, tanto fuera como dentro del pas; para las

    sociedades cientcas del mundo, Mxico representaba un nicho muy importante de estudio

    arqueolgico que esperaba ser descubierto. Internamente, los trabajos de Charnay desataron un

    debate poltico, pues dicho arquelogo se llevaba las piezas descubiertas para exponerlas en

    museos extranjeros.

    Durante una sesin de la Cmara de Diputados en 1880, tuvo lugar un polmico debate en

    torno al rescate de monumentos prehispnicos en Mxico,16 que represent un parte aguas para la

    posterior institucionalizacin de la arqueologa mexicana. El debate se centraba alrededor de las

    piezas arqueolgicas que el investigador Dsir Charnay pretenda sacar del pas para llevarlas

    a Francia y a Estados Unidos; al discutirse el asunto en la Cmara, ste se volvi un problema

    con respecto a la denicin de la nacin y el patrimonio nacionalista. Por un lado, estuvieron los

    15 George Mosse,La nacionalizacin de las masas. Simbolismo poltico y movimientos de masas enAlemania desde las Guerras Napolenicas hasta el Tercer Reich, (Madrid: Marcial Pons Historia, 2005), 7716 La falta de leyes sobre proteccin de monumentos no fue exclusiva de Mxico. En Gran Bretaa laprimera ley importante de proteccin de los monumentos antiguos se aprob hasta 1882; en tanto que en Franciauna ley de proteccin de patrimonio histrico comparable a la britnica no es efectiva sino hasta 1913. En Espaaaparecen dos leyes complementarias: la ley de Excavaciones Arqueolgicas del nueve de julio de 1911; y la ley deMonumentos Histricos y Artsticos de cinco de marzo de 1915.

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    diputados que defendan el patrimonio nacional como Gumesindo Enrquez, quien ante el pleno

    seal:

    Pues qu Mxico no tiene una esperanza de paz y engrandecimiento?

    qu cuando Mxico tenga paz y desarrollo en todos sus elementos

    de riqueza, no podr perfectamente hacer por cuenta del gobierno

    nacional excavaciones que hoy viene a hacer un extranjero? Tan

    poca fe es la que tenemos en el porvenir de nuestro pas? Estamos

    autorizados a dudar respecto de su engrandecimiento?17

    Por su parte, el diputado Juan Antonio Mateos, expres que debera de seguirse el ejemplo delgobierno de Vctor Manuel II en Italia con respecto a las excavaciones de Pompeya y Herculano,

    quien no haba permitido ninguna exportacin de las antigedades.18

    Como respuesta, el diputado Justo Sierra, quien posteriormente fuera Secretario de

    Instruccin Pblica y Bellas Artes, encar a los diputados dicindoles:

    Por qu quieren conservar estas riquezas en el pas? En primer

    lugar los que pertenecen a esta generacin y a las generaciones

    que han pasado nada han hecho para conservar estas antigedades

    en el pas. Yo soy de una tierra que se ha llamado aqu y en el

    extranjero el Egipto mexicano; es una inmensa necrpolis en que

    yacen en capas sucesivas diferentes civilizaciones. Los yucatecos

    y los mexicanos que han pisado el territorio de la pennsula son

    testigos de cmo estas mismas han ido desmoronndose grano a

    grano, sin que la mano de la proteccin nacional haya estado all

    para contener esta muerte de la muerte.19

    Al nal del debate se tom la decisin de no permitir a ningn extranjero sacar piezas del pas

    que fueran consideradas bienes nacionales. Este debate signic un parte aguas en la idea quelos polticos tenan acerca de las piezas prehispnicas y lo que esto signicaba para la cultura

    17 Clementina Daz y de Ovando, Memoria de un debate (1880). La postura de Mxico frente al patrimonioarqueolgico nacional, (Mxico: UNAM, 1990), 2918 Ibid., 34.19 Ibid. 37.

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    nacional. Se comenzaba a tener una conciencia de estos objetos, a tal grado que aos despus se

    llev a cabo una reglamentacin para cuidar de estos bienes, y para que los propios mexicanos

    pudieran apreciar la magnicencia de las culturas prehispnicas, el legado de sus antepasados, lo

    que los cohesiona como nacin.

    sta no fue la primera vez en que hubo un inters por salvaguardar y proteger los

    monumentos prehispnicos, el mismo Alzate en su descripcin de las guras encontradas en

    1791 seal la necesidad de cuidarlas y mantenerlas. Ya en el Mxico independiente, el 16

    de noviembre de 1827, se emiti un arancel para las aduanas martimas y de frontera de la

    Repblica Mexicana que en su captulo IV de la exportacin, artculo 41, dispuso lo siguiente:

    Se prohibe bajo la pena de decomiso la exportacin de oro, plata en pasta, piedra y polvillo,monumentos y antigedades mexicanas,... El 4 de octubre de 1845 y el 1 de junio de 1853 se

    emiti nuevamente la prohibicin de exportar monumentos y antigedades mexicanas.20 En 1862,

    la Sociedad Mexicana de Geografa y Estadstica elabor un proyecto de Ley de Conservacin

    de Monumentos Arqueolgicos; sin embargo, en esos momentos el proyecto no tuvo el eco

    esperado, por lo que los monumentos tuvieron que esperar 35 aos para poder ser legalmente

    salvados.21

    Gracias a los continuos descubrimientos arqueolgicos, y la publicacin en el extranjero

    de estos trabajos, que daban a conocer las riquezas arqueolgicas del pas allende las fronteras.

    Un ejemplo del xito de esta promocin fue el comentario que Gastn Tissandier, director del

    peridico cientco francs La Nature, hizo sobre el pas: La Repblica mexicana es, como

    se sabe, uno de los pases del mundo que ofrece al arquelogo las riquezas ms asombrosas.22

    Dichas riquezas, o sea los objetos prehispnicos, eran exhibidas en grandes vitrinas, tanto en los

    Museos locales, como en el Museo Nacional.

    Los objetos prehispnicos recogidos por la arqueologa fueron utilizados por el gobierno

    en las magnas Exposiciones Universales, dichas muestras eran un escaparate donde las incipientes

    naciones se mostraban para que las grandes potencias pudieran ver la riqueza que haba sin

    explotar en estos lugares; y Mxico no iba a ser la excepcin. La historiadora Adriana Prez Sotodice al respecto: Mxico trasmite [en el momento de las exposiciones] la idea de ser un pas con20 Alma Delia Navarro Gonzlez,La ecaz aplicacin del artculo 2 de la ley federal sobre monumentos y

    zonas arqueolgicas, (Mxico: UNAM, tesis de licenciatura en Derecho, 2000), 1221 Luis Vzquez Len,El leviatn arqueolgico. Antropologa de una tradicin cientca en Mxico,(Mxico: Porra-Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologa Social, 1996), 103.22 El Diario del Hogar, Honor merecido 13 de noviembre de 1886, p. 13

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    un largo pasado y, adems, un pasado de glorias, de arte, de ciencia, de triunfos guerreros, en una

    palabra de civilizacin.23

    Un ejemplo de estas muestras fue la Exposicin de 1889 que se mont en Francia, en la

    cual la seccin mexicana estuvo representada por un palacio azteca, cuyo propsito era destacar

    el gran linaje de la nacin mexicana, pero cuyo interior mostraba toda la riqueza que aun quedaba

    por trabajar. As, Mxico se uni a la carrera de las naciones, encontrando en la disciplina de

    la arqueologa y la historia una manera de darse a conocer en el mundo como [...] una entidad

    nacional con una pasado glorioso pero dispuesta a ajustarse a los dictados del nacionalismo

    cosmopolita, y ansiosa por unirse a la economa internacional.24

    Para cimentar ms esta idea del pasado glorioso, los textos sobre el pasado prehispnicofueron ms profusos, gente como Manuel Orozco y Berra, Joaqun Garca Icazbalceta, Jess

    Galindo y Villa, Mariano Fernndez de Echeverra y Veytia, Manuel M. Villada, Gumecindo

    Mendoza, Francisco del Paso y Troncoso, Alfredo Chavero, Antonio Garca Cubas, Leopoldo

    Batres, Juan Comas, Antonio Peael, Vicente Riva Palacio, Ramn Mena y Ramn Almaraz,

    solo por citar algunos.25 Tuvieron como punto en comn un ferviente amor al pasado prehispnico

    y, sobre todo, una visin ms cientca y menos romntica de ese pasado, aunque no por ello

    estuvieron exentos de apasionamientos.

    En 1877 se empezaron a publicar los Anales del Museo Nacional, una publicacin

    no nada ms destinada a dar cuenta de los hallazgos de sitios sino enfocada tambin a hacer

    interpretaciones arqueolgicas, antropolgicas, paleontolgicas, botnicas, etctera. Estos

    trabajos signicaron el salto de la arqueologa mexicana como disciplina cientca, ya que se

    incluyeron medidas, cifras, descripciones de materiales, colores, formas, comparaciones entre

    piezas, etctera.26

    Entre los textos de carcter arqueolgico de la poca destaca el del ingeniero Antonio

    Garca Cubas27, quien realiz un estudio comparativo entre las pirmides de Egipto y las de

    23 Adriana Prez Soto, 158-159

    24 Mauricio Tenorio,Artilugio de la nacin moderna. Mxico en las exposiciones universales, 1880-1930,(Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 1998), 10325 Para poder ver ms a detalle las obras de estos autores vase: Benjamn Keen,La imagen azteca en elpensamiento occidental, Trad. Jaun Jos Utrilla, (Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1984)26 Adriana Prez Soto, 80.27 Antonio Garca Cubas, Ensayo de un estudio comparativo entre las pirmides egipcias y mexicanas,que dedica al seor licenciado don Ignacio Ramrez en testimonio de gratitud el ingeniero Antonio Garca CubasenAnales de la Sociedad Humbolt, vol. I (Mxico, 1872), 49-98.

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    Teotihuacan, desde su perspectiva, encontr muchas similitudes entre ambas civilizaciones,

    por lo tanto ambas eran igual de importantes, si lo llevamos al plano del imaginario colectivo

    signica que las culturas prehispnicas son igual de avanzadas que las consideradas grandes

    civilizaciones del mundo. Esto mismo pas en las notas periodsticas, en las cuales se deja

    traslucir esa necesidad de creer que las civilizaciones prehispnicas estaban a la altura de las

    civilizaciones romana, griega o egipcia, con una sola ilusin, la de que Mxico fuera considerada

    dentro de las naciones ms civilizadas del mundo:

    En Pompeya se descubri la Va de las Tumbas, y en Teotihuacan

    hay una calle la que le dan el nombre de Calle de los Muertos; ... Allse encontraron la Garita, los mausoleos de Mamia, Aulies, Umbricus,

    Seguras, la tumba circular. En Herculano hay una calle que se asegura

    conduca a Pompeya por la Va de las Tumbas Avenida de los Sepulcros.

    No habr en Teotihuacan algo semejante, que venga enriquecer la

    historia primitiva de estos pueblos?28

    Algunos intelectuales estaban vidos de encontrar ese puente entre las grandes civilizaciones

    europeas y las civilizaciones prehispnicas y la mejor manera de ello era rascar en el pasado y

    eso slo lo podra hacer la arqueologa.

    LA ARQUEOLOGIA MEXICANA SE PROFESIONALIZA

    Bajo esta visin de progreso vista a travs del pasado, el gobierno de Daz impuls la exploracin

    de las ruinas arqueolgicas y el pasado histrico, con sus descubrimientos elabor un discurso

    poltico, con el cual esperaba lograr dos objetivos: a) consolidar una identidad nacional; y b) dar

    a conocer a Mxico, en el extranjero, como un pas heredero de una gran civilizacin, como las

    que se estaban descubriendo en Egipto y Grecia.El 8 de octubre de 1885, el gobierno de Daz dio ms pruebas de su inters por la

    arqueologa monumental y por salvaguardar el patrimonio nacional con la creacin de la

    Inspeccin General de Monumentos Arqueolgicos de la Repblica Mexicana, y del cargo de

    28 El Monitor Republicano, 4 de abril de 1892, p. 3.

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    Inspector y Conservador de Monumentos Arqueolgicos, el cual recay en el capitn Leopoldo

    Batres, para quien fue creado dicho puesto en la Secretara de Justicia e Instruccin Pblica,29a

    cargo de Joaqun Baranda. Sabino Behustiano (sic) Francisco de Paula Leopoldo Batres y Huerta

    naci en la ciudad de Mxico en 185230. En su juventud viaj a Francia donde realiz estudios

    de arqueologa y antropologa. De regres en Mxico se alist en el ejrcito donde dio clases de

    geografa, aunque su verdadera pasin siempre fue la arqueologa. Desde que ocup el puesto de

    Inspector, Batres se desempe como cientco, poltico y administrador Batres fue reconocido

    como el arquelogo del porriato, durando en su amante puesto desde 1885 hasta 1911, ao en

    que fue destituido por el presidente interino Francisco Len de la Barra.

    Durante estos aos se hicieron trabajos de restauracin y conservacin en las zonas dePalenque, Teotihuacan, Uxmal, Kabah, Izamal, Chichn-Itz, Mitla, Xochicalco, Tula, Tajn, y

    en las zonas de Michoacn, Guerrero, Colima, Tamaulipas, Sonora, la Sierra Madre y Jalisco. A

    partir de 1905, el gobierno le otorg ms presupuesto del erario pblico con la nalidad de que se

    llevaran a cabo los trabajos de limpieza, restauracin y conservacin de las zonas arqueolgicas

    del pas, principalmente en Teotihuacan, lugar que cobrara una fuerza inusitada entre 1905 y

    1910, por el sitio elegido para mostrar al mundo la riqueza del pasado mexicano.

    Pronto corri la noticia a nivel mundial de los trabajos de Leopoldo Batres al frente de la

    inspeccin y, a tan slo dos aos de iniciada su ardua labor de rescate y conservacin de las ruinas

    arqueolgicas de la repblica mexicana, el 30 de diciembre de 1887, el Ministro de Instruccin

    Pblica de la Repblica Francesa lo nombr ocial de la academia 31. A lo largo de su carrera

    arqueolgica Batres va a formar parte de diferentes instituciones cientcas y va ser merecedor

    de reconocimientos a nivel mundial. El 6 de diciembre de 1890 se le da el nombramiento como

    socio de nmero de la Sociedad de Geografa y Estadstica Mexicana gracias a su inters

    por la ciencia y a sus hbitos de trabajo.32 El 20 de octubre la Academia de Ciencias de San

    Francisco California lo nombra como socio corresponsal. Tambin fue miembro de la Sociedad

    de Antropologa y la de Geografa de Pars. Recibi las palmas acadmicas de Francia, y le fue

    29 Sonia Lombardo de Ruiz,El pasado prehispnico en la cultura nacional. (Memoria hemerogrca,1877-1911), (Mxico: Instituto Nacional de Antropologa e Historia, 1994), 27.30 Subdireccin Tcnica de la Biblioteca Nacional de Antropologa e Historia, en adelante se cita comoSTBNAH, Archivo Histrico en Micropelcula,Archivo personal Leopoldo Batres, f. 82, ao: 1907.31 STBNAH, Archivo Histrico en Micropelcula, archivo personal Leopoldo Batres, f,57, ao: 1887.32 STBNAH, Archivo Histrico en Micropelcula, archivo personal Leopoldo Batres, f,62, ao: 1890.

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    otorgada la condecoracin de comendador de la Imperial Orden de guila Roja de Prusia. 33

    Leopoldo Batres, como parte de su labor como inspector general de monumentos

    arqueolgicos, asisti a diversos congresos de Americanistas como los celebrados en Nueva

    York (1892), Mxico (1895), Sturgart (1903) y Qubec (1906), acerca del congreso celebrado

    en Nueva York cabe resaltar que a partir de aqu surgi una enemistad muy fuerte con Alfredo

    Chavero. Fue parte de los participantes en el Congreso de Etnologa Americana en Washington

    (1904). Tambin asisti al XVI Congreso Internacional de Americanistas celebrado en Viena

    en el ao de 1908. Gracias a estos viajes pudo tener contacto directo con los ms prestigiados

    cientcos del mundo como Franz Boas con quien trabo una gran amistad y que va a ser una gran

    inuencia en su trabajo profesional.La labor cientca de Batres era incansable, pues tambin escribi diversas obras, entre

    las que destaca Civilizacin de algunas de las diferentes tribus que habitaron el territorio hoy

    mexicano en la antigedad, por la cual recibi la medalla de oro de la Sociedad Mexicana

    de Geografa y Estadstica.34 En 1888 sali a la luz pblica la obra titulada Piedra del Agua

    descifrada por Leopoldo Batres, la cual dedic a Alfredo Chavero.En 1889 public su primera

    obra sobre Teotihuacan titulada Teotihuacan o la Ciudad Sagrada de los Toltecas, este obra es

    el resultado de los primeros trabajos de Batres en esta zona; un ao despus publicEl cascabel

    de la culebra mtica (mitologa) de Teotihuacan; en 1893 public un libro de texto llamado

    Cartilla histrica de la ciudad de Mxico, obra que recoge toda la informacin que hasta ese

    momento exista sobre la cultura azteca; sabiendo la importancia que tena para Francia el pasado

    mexicano en 1898 public su obra Osteologie en idioma francs; en 1902 publicExploraciones

    de Monte Alban, resultado de su trabajos de exploracin en dicha zona; en los aos sucesivos

    public Tlaloc. Exploracin arqueolgica del oriente del Valle de Mxico; Exploraciones

    en Huexotla, Texcoco y el Gaviln; La lpida arqueolgica de Tepatlaxco-Orizaba; en 1906

    present al gobierno mexicano Teotihuacan. Memoria que presenta el seor Leopoldo Batres

    Inspector General y Conservador de Monumentos Arqueolgicos de la Repblica Mexicana,

    esta obra es un resumen detallado de los trabajos que hasta el momento haba realizado en estelugar, este mismo ao public en ingls The pyramid of Teotihuacan; dos aos despus public

    Reparacin y consolidacin del edicio de las columnas en Mitla; en 1910 salio a la luz pblica

    33 Eduardo Matos Moctezuma,Las piedras negadas. De la Coatlicue al Templo Mayor, (Mxico:CONACULTA, 1998), 53.34 Ibid

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    Antigedades mexicanas falsicadas, falsicacin y falsicadores; como parte del las trabajos

    que se presentaron en el Congreso Internacional de Americanistas, realizado en Mxico, Batres

    present su trabajo Sobre las ruinas de Xochicalco. Como una forma de mostrarle su gratitud

    y amistad a Daz, Batres escribi Historia administrativa del seor General don Porrio

    Daz, la cual fue publicada en 1920. Adems de numerosos artculos que escribi para revistas

    especializadas del extranjero.

    Despus de crear la Inspeccin fue necesario tambin crear una ley que versara nicamente

    sobre la conservacin y salvamento de los monumentos arqueolgicos; as, en 1897 se decret

    laLey sobre monumentos arqueolgicos, cuyo tercer artculo es el dedicado a salvaguardar los

    monumentos: 3. La destruccin o deterioro de los monumentos arqueolgicos constituye undelito, y los responsables de l quedarn sujetos a las penas de arresto mayor y multa de segunda

    clase, con arreglo al art. 49 del Cdigo Penal. En tanto que el artculo 6 versaba sobre la

    prohibicin de exportar objetos prehispnicos, a menos que se llegara a un acuerdo con el poder

    ejecutivo.35 Esta ley, a diferencia de las anteriormente sealadas deni cules eran considerados

    monumentos arqueolgicos y la disposicin sobre ellos.

    Todos los objetos que se encontraron fueron transportados al Museo Nacional, el cual

    durante el porriato dej de ser el receptculo de objetos para adquirir un carcter ms didctico,

    pues fue el encargado de educar y de mostrar a la sociedad lo que fue la nacin mexicana. Antes de

    que los trabajos arqueolgicos dieran un giro con la creacin de la Inspeccin General, el Museo

    pareca una bodega donde se apilaban los objetos encontrados. En 1882, lo que resguardaba el

    museo se limitaba a algunos dolos y monolitos, as como gurillas, planos, pinturas, vasos y

    utensilios domsticos, en cambio, para 1887, con una organizacin ms cientca se inaugur

    la galera de monolitos con 350 piezas sobre pedestales, mnsulas y rinconeros,36 y en 1895,

    despus de un minucioso trabajo de seleccin y restauracin de piezas, se abrieron todas las

    salas al pblico. Para 1907, se comenzaron a dar clases en dicho Museo, se impartieron: historia,

    arqueologa, biografa y bibliografa, lingstica, etnologa, botnica, cronologa, epigrafa,

    geologa, paleontologa, antropologa fsica, geografa, zoologa, genealoga, cosmogona,mineraloga, paleografa, prehistoria, y qumica.

    35 Sonia Lombardo de Ruiz, Antecedentes de las leyes sobre monumentos histricos (1536-1910), (Mxico:Instituto Nacional de Antropologa e Historia, 1988), 68.36 Mara Luisa Rico Manzard,Los museos de la ciudad de Mxico. Su organizacin y funcin educativa1790-1910, (Mxico: UNAM-FFyL, Tesis de maestra en historia, 2000), 176.

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    Sin duda, un hecho sin precedentes en la vida cotidiana de los ciudadanos de esa poca

    fue el traslado, entre 1889 y 1890, del monolito conocido como Chalchitlicue o Diosa del Agua,

    de la zona arqueolgica de Teotihuacan hasta el Museo Nacional, ubicado en la calle de Moneda

    en pleno centro de la ciudad.

    Dicho traslado se hizo a insistencia de don Leopoldo Batres. La gura fue encontrada en

    1841 por el investigador Brantz Mayer,37 mide cuatro metros de altura y se calcula su peso en

    ochocientos quintales, este traslado lo que buscaba era demostrarle los espectadores que estaban

    ante un acontecimiento sin precedentes, era el primer traslado de una pieza de esas dimensiones,

    adems era la mejor forma de mostrar la monumentalidad y lo avanzado de las civilizaciones

    prehispnicas, es una manera de mostrar ese origen fundador de la nacin mexicana. El monitorrepublicano coment acerca de este traslado:

    honra al gobierno esa traslacin, digmoslo con imparcialidad, porque

    demuestra que ya se comprende la importancia de coleccionar esos

    antiguos monumentos que por tantos aos hemos desperdiciado38

    Por su parteEl Heraldo dijo al respecto del traslado:

    Hay que llamar la atencin de nuestro gobierno para que se je en la

    importancia de estos descubrimientos, que sujetndolos a un verdadero

    estudio cientco, den luz sobre la historia antigua de nuestro pas, que

    todava se halla velada por las sombras del misterio..39

    Los trabajos de rescate y traslado de la pieza de Teotihuacan a la estacin de Buenavista duraron

    de agosto de 1889 a enero de 1890. Batres contaba con 200 soldados para hacer el trabajo de

    rescate del monolito, que se encontraba con medio cuerpo hundido. Ante la continua llegada

    de curiosos y de los mismos trabajadores el comercio informal hizo su aparicin en las ruinas

    de Teotihuacan: Se ha vuelto aquello una verdadera romera y hasta barracas para fondas,

    comestibles, y hasta bebidas se han instalado en las cercanas de aquel lugar.40

    El arrib de la diosa, en los primeros das de febrero de 1890, fue muy esperado por

    37 El Monitor republicano, La Diosa de Agua, 8 de septiembre de 188938 El Monitor republicano, La Diosa del Agua, 13 de agosto de 188939 EL Heraldo, Descubrimientos arqueolgicos 20 de diciembre de 188940 Partido Liberal, Excursin a unas pirmides 29 de agosto de 1889

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    la prensa y el pblico en general, el cual sala de sus casas para ver maravillado el recorrido

    de este monolito. El Monitor Republicano fue mas all con la pasin que le despertaba dicho

    acontecimiento:

    Annciase que esta divinidad azteca ya viene, ya se acerca, ya no tarda

    en llegar.

    La diosa viaja despacio, cual conviene a su alcurnia, pero llegar,

    predicen los orculos, llegar para ahuyentar a la inuenza.41

    Dado el peso del monolito su recorrido por la calles de la ciudad fue muy lento, cada da recorra

    250 metros, tard en llegar dos meses a las puertas del Museo Nacional. El trayecto seguido porel colosal monumento y su comitiva fue por las calles de Buena Vista, puente de Alvarado, San

    Hiplito, Mariscala, puente de la Mariscala, puerta falsa de San Andrs, Donceles, Seminario y

    Arzobispado para llegar hasta las puertas del Museo. Cada uno de estos das fue descrito por El

    Monitor Republicano, el cual coment, quizs en modo de sorna, que solamente se suspendi

    el recorrido el jueves y viernes santo ya que: Es esta una esta demasiado antigua para que la

    desdee la arqueologa42

    Este mismo peridico recogi una declaracin de una persona que vio a la famosa

    Diosa:

    El pblico no debe esperarse encontrar en ese monumento a la Venus de

    Milo, ni el Eros segn Praxiteles, ni la Diana de Versailles... Esta colosal

    escultura es tan importante para la historia del arte y la arqueologa

    mexicana, como son los cuadros de la escuela primitiva en la historia del

    arte de la pintura europea,...43

    Esta declaracin nos permite ver que estas guras hechas por las culturas prehispnicas nada

    tenan que ver con el ideal de belleza clsica impuesta por el mismo gobierno, recurdese la

    estatua de Cuauhtemoc; as como tambin al no tener ese mismo ideal de belleza son categorizadoscomo inferiores o primitivos.

    El pas se haba provisto de una memoria que demostraba una antigedad gloriosa

    41 El Monitor Republicano La Diosa del Agua 12 de febrero de 189042 El Monitor Republicano La Diosa del Agua 2 de abril de 189043 El Monitor Republicano, La Diosa del Agua en el Museo Nacional, 5 de abril de 1890

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    merecedora de recordarse a travs de los monumentos arqueolgicos,44 emitiendo una voz propia

    que reclamaba atencin por parte de los pases avanzados en los ltimos aos del siglo XIX y

    los primeros del XX. La continua llegada de investigadores extranjeros nos permite ver qu

    tan importante o curioso era Mxico hacia el exterior. Un ejemplo de ello fue la visita del

    secretario de Estado de los Estados Unidos de Norte Amrica, Mr. Eliu Root. Este personaje lleg

    acompaado de su familia a Teotihuacan, en 1907, quedando maravillado ante el espectculo que

    vean sus ojos. Batres en agradecimiento a tan distinguido visitante ofreci un lunch y obsequi

    al secretario un lbum de fotografas del lugar. Adems de hacer regalos de ores y chocolates a

    los miembros de la familia; todo por cuenta de la Secretara de Instruccin Pblica.45

    La ocina delInspectorGeneraly elMuseo fueron las piezas claves en la conformacinde una conciencia nacional, ya que eran las promotoras e impulsoras de una cultura sobre el

    rescate de los bienes inmuebles, la enseanza de la historia y sobre todo porque, desde ellas

    se conformaron los discursos que daran sustento a la Nacin Mexicana. Durante estos aos

    se sentaron las bases para hacer arqueologa a gran escala por parte del gobierno mexicano; el

    manejo, operacin y conservacin de las zonas arqueolgicas del pas; se trat de evitar el saqueo

    y trco de piezas prehispnicas; asimismo la difusin de esta disciplina hizo que aumentara el

    nmero de alumnos en las clases que se impartan en el Museo Nacional, y con ello, el nmero

    de investigadores mexicanos en las zonas arqueolgicas del pas.

    No obstante, fue la ocina delInspector General de Monumentos Arqueolgicos - a cargo

    de Leopoldo Batres -, la que tuvo el papel ms notable, pues en ella se conjugaron las actividades

    de investigacin y el rescate prehispnico, ms importantes de todo el siglo XIX y principios

    del XX. Entre 1885 y 1904, los trabajos de la inspeccin se enfocaron en hacer rescates en la

    Isla de Sacricios, en Xochicalco, en Palenque; a partir de 1905 y hasta 1910, todo el esfuerzo

    de la Inspeccin General, del Inspector y del gobierno se concentraron en rescatar la zona de

    Teotihuacan, se trabaj arduamente para rescatar las pirmides del Sol y de la Luna,

    Destacando el proyecto de restauracin de las pirmides de Teotihuacan, dada su

    extensin geogrca y la cercana con la ciudad de Mxico. Al hacerse los primeros trabajos dereconocimiento de las pirmides Leopoldo Batres se dio cuenta que no se trataba solamente de

    unos montculos cubiertos por la vegetacin, sino que estaba ante toda una ciudad prehispnica

    44 Adriana Prez Soto, 145.45 Archivo General de la Nacin, Fondo: Secretara de Instruccin Pblica y Bellas Artes, en adelante secitara SIPBA, Serie: Museo Nacional, caja: 168, exp. 37, F. 5, ao: 1907.

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    que formara parte del discurso cultural del porriato, el cual tendra su punto culminante dentro

    de la celebracin del centenario del la Independencia en 1910 cuando Daz y su comitiva hicieran

    una visita a la primera zona arqueolgica del pas, orgullo de la ciencia mexicana.

    En 1891 Leopoldo Batres solicit a la Secretara de Instruccin Pblica autorizacin para

    explorar las pirmides de Teotihuacan. ya que quera:

    ... descubrir alguno o algunos de los grandiosos edicios que se hallan

    sepultados, ya sea templos, ya habitaciones de los potentados y sacerdotes

    que habitaron en aquella Roma de los Toltecas. Se hace tanto ms

    interesante esa exploracin, cuanto que se trata ante el mundo cientco

    de una ciudad prehistrica totalmente desconocida, pues cuando losaztecas vinieron a la Mesa Central encontraron en el Valle de Mxico

    muchas ruinas de antiguas poblaciones envueltas en el ms completo

    misterio y entre las cuales se encuentra Teotihuacan. (Vase cartas de

    Hernn Corts a Carlos V al describir las ruinas de Huexotla. Valle de

    Mxico).46

    Para llevar a cabo este proyecto era necesario practicar una serie de excavaciones en los

    montculos que forman la gran ciudad empleando el sistema metdico y cientco que en igual

    caso se emple en Grecia; transportar a Mxico los objetos porttiles que se descubrieran; hacer

    modelos y levantar planos del lugar antes y despus de la exploracin. Para llevar a cabo los

    trabajos de excavacin se necesitaban entre 50 y 100 hombres de tropa con su tiles de zapa, 30

    carretillas de mano y quinientos pesos para gastos.47

    Sin embargo fue hasta febrero de 1905, Batres recibi la orden de iniciar los trabajos de

    restauracin de Teotihuacan. A partir del 20 de marzo en el equinoccio de primavera- dieron

    comienzo los trabajos de restauracin de la pirmide del Sol y de la Calle de los Muertos, o

    Va Sagrada, como Batres bautiz a esta calzada, ya que el gobierno de Daz quera hacer una

    celebracin del Centenario de la Independencia de acuerdo con su nueva categora... la de una

    nacin moderna. Para ello j sus ojos en la zona arqueolgica de Teotihuacan, como parte delos festejos, por lo cual el gobierno deseaba tener casi descubiertos, si no se poda totalmente,

    46 Archivo General de la Nacin, fondo: SIPBA, serie: Museo Nacional; caja: 165; exp. 75; fj. 1; ao:1891.47 Ibid.; caja: 165; exp. 75; fj. 1; ao: 1891.

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    para el ao del Centenario.48 Para poder acelerar los trabajos de limpieza se hizo un ramal de

    va que iba desde la estacin de Teotihuacan hasta el pie de la pirmide del Sol; adems del

    alumbrado elctrico, que permiti seguir trabajando hasta muy noche.

    La inmensa obra de rescate de las pirmides fue un proyecto ideado por el secretario de

    Instruccin Pblica y Bellas Artes, don Justo Sierra, y de su subsecretario, el licenciado Ezequiel

    A. Chvez. Estos trabajos tendran gran signicado para el desarrollo de la ciencia mexicana,

    pues fue la primera vez que se hizo arqueologa a gran escala en Mxico y con capital del

    gobierno, el presupuesto fue de ms de medio milln de pesos,49 un costo muy alto para la poca,

    pero la nacin bien lo vala. Aunque hay un punto que es importante tocar, donde hoy se yergue

    orgullosa la zona arqueolgica de Teotihuacan, fue por algn tiempo posesin de pequeospropietarios, alrededor de 230, quienes no vieron con buenos ojos esta nueva preocupacin

    gubernamental, y como respuesta hicieron uso de cualquier medio para salvar su tierra; ellos, sin

    duda, representaron el principal obstculo para llevar a cabo la inmensa labor de Batres, que se

    justicaba en el avance cientco. El cual vio coronado su esfuerzo el 10 de septiembre de 1910,

    cuando el presidente Daz y su comitiva formada por delegados de varios pases, amigos de la

    nacin mexicana, inauguraron y ascendieron a la majestuosa pirmide del Sol y caminaron por

    la calle de los Muertos.

    A MANERA DE CONCLUSION

    La memoria colectiva juega un papel fundamental para lograr la cohesin de una sociedad, ya

    que crea lazos entre todos los individuos de esa sociedad sin que por ello tengan que conocerse;

    a travs de esta memoria se identican con un pasado en comn, y es aqu donde los objetos

    arqueolgicos adquieren una carga histrica, no por lo que son sino por lo que representan, pues

    como bien dijo Abelardo Villegas si no conocemos lo que hemos sido, tampoco podemos saber

    lo que somos, si no conocemos lo que somos, no podemos elaborar un proyecto de vida colectivaplausible.50 Estos objetos adquieren la misma importancia que las obras histricas, pues ambas48 STBNAH, Archivo Histrico en Micropelcula, archivo personal Leopoldo Batres, f. 234. ao: 1918.49 Mara del Pilar Iracheta Cenecorta, La otra historia de la exploracin de Teotihuacan (1905-1910), enExpresin Antropolgica, no. 7, ( Zinacantepec, Instituto Mexiquense, 1998), 8.50 Abelardo Villegas, Filosofa y nacionalismo enNuestra Amrica, vol.14, (Mxico: UniversidadNacional Autnoma de Mxico, mayo-agosto 1985), 14.

  • 7/31/2019 Ramirez Samano 2008

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    Indexaciones: Repositorio de Revistas UCR, DIALNET, Latindex, REDALYC Directorio y recolector de recursos digitales del Ministerio de Cultura de Espaa, Directory of Open Access Journals.

    Dilogos Revista Electrnica de Historia ISSN 1409- 469X. Nmero especial 2008. Direccin web: http://historia.fcs.ucr.ac.cr/dialogos.htm

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    hablan de la formacin y desarrollo de una comunidad hasta ser lo que en ese momento son, la

    diferencia radica en que el monumento arqueolgico enva un mensaje directo con slo verlo,

    que en ese momento no se analiza, pero que ya forma parte de la memoria colectiva. Teotihuacan

    tambin represent en el mbito cientco de esa poca, un gran descubrimiento, un avance en la

    arqueologa mundial, al grado de ser comparada con las pirmides de Egipto.

    Si en ese momento de transformacin del pas, lo moderno era la imposicin de la razn y la

    racionalidad, as como una desmedida conanza en la ciencia y sus posibilidades.51 La arqueologa

    y los objetos arqueolgicos eran la representacin de esa conanza en la ciencia moderna, y por

    consiguiente las pirmides de Teotihuacan fueron utilizadas como la imagen de esa transformacin

    cultural del pas. Fue a partir de ese momento en que cambi para el gobierno el signicado de laspirmides, pues a pesar que de ellas se saba desde la poca colonial no se hizo nada por restaurarla,

    pues no haba ningn inters, hasta que en el porriato se le encontr utilidad.

    Como pudimos ver en este artculo, es durante los ltimos aos del siglo XIX y los

    primeros del XX que sea crearon los elementos adecuados para que la disciplina arqueolgica

    se profesionalizara e institucionalizara en Mxico. El parte aguas fue sin duda la trascendencia

    que tuvo para el gobierno de Daz el rescate de monumentos prehispnicos, para lo cual se

    crearon: una Inspeccin dedicada exclusivamente para el salvamento de dichos monumentos:

    leyes para proteger los recientemente creados sitios arqueolgicos; una comunidad cientca y

    una academia dedicada a la investigacin de monumentos arqueolgicos; la proliferacin de

    publicaciones cientcas abocadas a este tipo de estudios. Sin querer entrar en controversia con

    los historiadores Eduardo Matos Moctezuma y Carlos Navarrete, considero que si bien en las

    fechas que ellos justican como el nacimiento de la arqueologa en Mxico, existi un genuino

    inters por los monumentos y los vestigios precolombinos, faltaron varios de los elementos

    expuestos lneas arriba que no permitieron que fuera ms all de un inters. Mi postura ante

    esta situacin es que el momento en el cual podemos hablar de una arqueologa y de una ciencia

    arqueolgica mexicana es sin duda en el porriato, momento en el cual se sentaron las bases de

    lo que hoy en da conocemos como arqueologa mexicana.

    51 Claudia Agostoni y Speckman, Elisa (ed.),Modernidad, tradicin y alteridad. La ciudad de Mxico en elcambio del siglo (XIX-XX), (Mxico: Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 2001), 12