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Revista de Estudios, Universidad Costa Rica. No. 17, pág. 335-339, 2003 Robert Fossier. Paysans d'occident (Xle-XIVe siécles), París: Presses Universitaires, 1984, 201 pp. La confusión siempre ha rodeado todo lo referente a las clases sociales consideradas "bajas", especialmente en los tiempos antiguos y durante la Alta Edad Media debido a la falta de documentación que existe alrededor de este tema. En los últimos años, en Francia a partir de los aportes de la revista Annales a las teo- rías de historia social y a la recuperación del pobre y del marginado como sujetos históricos igualmente válidos, así como en Inglaterra sur- gida la idea del movimiento de los nuevos his- toriadores marxistas, se vio un creciente inte- rés en el rescate de la voz de los desposeídos, en la narración y construcción de la historia de las clases sociales explotadas. Para esto, el his- toriador ha tenido que recurrir a nuevos méto- dos de investigación y ha debido apoyarse en distintas disciplinas que alguna vez llamaron ciencias auxiLiares debido a la falta de fuentes directas o, tal vez, a la falta del rescate de es- tas fuentes; todo con el fin de encontrar las úl- timas piezas del rompecabezas que se arma con paciencia y con pasos pequeños, pero fir- memente. El libro de Robert Fossier está com- prendido dentro de este esfuerzo por la resolu- ción del rompecabezas histórico que plantea la reconstrucción de la vida de los campesinos durante la Edad Media. Durante la época del temprano medioevo, las relaciones de poder planteadas entre las nue- vas clases dominantes y los nuevos explotados (los nuevos conquistadores y los nuevos conquis- tados), no tienen características definidas que puedan generalizarse geográficamente. Si tuvié- ramos que plantear un perfil de estas relaciones, tendríamos que darles como principal cualidad el hecho de ser enteramente coyunturaLes, es decir que no muestran claros elementos ni del modo de producción anterior, ni tampoco pueden dar indi- cios del nacimiento de uno nuevo. Tan diverso es el mosaico que cubre las tierras de Europa duran- te la desestructuración del Imperio Romano y el establecimiento de los Reinos Germánicos, que ni siquiera dentro de un territorio que ha compar- tido historia, cultura y raíces puede establecerse una generalidad. El sistema feudal no nace rápidamente, y no necesariamente es propio de la Edad Media. Sus orígenes claramente pueden ser rastreados a ambos bandos antagónicos: los nórdicos y los ro- manos, tanto en Occidente como en Oriente. Luego de la fusión de los principados en la anti- gua Galia que darán paso al imperio franco en el siglo IX, se puede hablar más claramente de feu- daLismo como modus operanti de un territorio más vasto, que comparte muchas características, pues está basado en las mismas leyes y las mis- mas estipulaciones al estar comprendido este te- rritorio dentro de los lindes de un Imperio Unifi- cado, el Carolingio. El libro de Fossier comprende los siglos XI hasta el XIV, ya cuando el Imperio Carolingio se ha dividido y han surgido muchos y muy pe- queños territorios al mando de un señor, es decir, que ya se ha establecido una clara relación de producción feudal. El abordaje del tema por par- te de este autor tiene un recio y profundo sentido social, además de que claramente se citan diver- sas fuentes y se recurre a los resultados de inves- tigaciones realizadas en las áreas de la antropolo- gía, la sociología y la arqueología, como suplen- tes de los documentos escritos faltantes. El libro está dividido en cinco capítulos que trataremos por aparte, cada uno referente a un aspecto dis- tinto del contexto que rodeaba y componía la vi- da campesina.

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Revista de Estudios, Universidad Costa Rica. No. 17, pág. 335-339, 2003

Robert Fossier. Paysans d'occident (Xle-XIVe siécles),París: Presses Universitaires, 1984, 201 pp.

La confusión siempre ha rodeado todolo referente a las clases sociales consideradas"bajas", especialmente en los tiempos antiguosy durante la Alta Edad Media debido a la faltade documentación que existe alrededor de estetema. En los últimos años, en Francia a partirde los aportes de la revista Annales a las teo-rías de historia social y a la recuperación delpobre y del marginado como sujetos históricosigualmente válidos, así como en Inglaterra sur-gida la idea del movimiento de los nuevos his-toriadores marxistas, se vio un creciente inte-rés en el rescate de la voz de los desposeídos,en la narración y construcción de la historia delas clases sociales explotadas. Para esto, el his-toriador ha tenido que recurrir a nuevos méto-dos de investigación y ha debido apoyarse endistintas disciplinas que alguna vez llamaronciencias auxiLiares debido a la falta de fuentesdirectas o, tal vez, a la falta del rescate de es-tas fuentes; todo con el fin de encontrar las úl-timas piezas del rompecabezas que se armacon paciencia y con pasos pequeños, pero fir-memente. El libro de Robert Fossier está com-prendido dentro de este esfuerzo por la resolu-ción del rompecabezas histórico que plantea lareconstrucción de la vida de los campesinosdurante la Edad Media.

Durante la época del temprano medioevo,las relaciones de poder planteadas entre las nue-vas clases dominantes y los nuevos explotados(los nuevos conquistadores y los nuevos conquis-tados), no tienen características definidas quepuedan generalizarse geográficamente. Si tuvié-ramos que plantear un perfil de estas relaciones,tendríamos que darles como principal cualidad elhecho de ser enteramente coyunturaLes, es decirque no muestran claros elementos ni del modo de

producción anterior, ni tampoco pueden dar indi-cios del nacimiento de uno nuevo. Tan diverso esel mosaico que cubre las tierras de Europa duran-te la desestructuración del Imperio Romano y elestablecimiento de los Reinos Germánicos, queni siquiera dentro de un territorio que ha compar-tido historia, cultura y raíces puede establecerseuna generalidad.

El sistema feudal no nace rápidamente, yno necesariamente es propio de la Edad Media.Sus orígenes claramente pueden ser rastreados aambos bandos antagónicos: los nórdicos y los ro-manos, tanto en Occidente como en Oriente.Luego de la fusión de los principados en la anti-gua Galia que darán paso al imperio franco en elsiglo IX, se puede hablar más claramente de feu-daLismo como modus operanti de un territoriomás vasto, que comparte muchas características,pues está basado en las mismas leyes y las mis-mas estipulaciones al estar comprendido este te-rritorio dentro de los lindes de un Imperio Unifi-cado, el Carolingio.

El libro de Fossier comprende los siglosXI hasta el XIV, ya cuando el Imperio Carolingiose ha dividido y han surgido muchos y muy pe-queños territorios al mando de un señor, es decir,que ya se ha establecido una clara relación deproducción feudal. El abordaje del tema por par-te de este autor tiene un recio y profundo sentidosocial, además de que claramente se citan diver-sas fuentes y se recurre a los resultados de inves-tigaciones realizadas en las áreas de la antropolo-gía, la sociología y la arqueología, como suplen-tes de los documentos escritos faltantes. El libroestá dividido en cinco capítulos que trataremospor aparte, cada uno referente a un aspecto dis-tinto del contexto que rodeaba y componía la vi-da campesina.

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Debemos decir que la justificación tempo-ral del autor nos parece complaciente, no necesa-riamente laudable. El autor marca la fecha de ini-cio alegando que la vida campesina que puedeconsiderarse propiamente medieval no surge sinohasta la estructuración del feudalismo que se dacon la consolidación y la fragmentación del Im-perio Carolingio, aspecto que justifica excelente-mente en su libro; pero en el momento en que sededica a explicar el por qué de la fecha en la queconcluye su trabajo, la justificación es bastanteoscura. Fossier asevera que su estudio termina enel momento en el que la vida campesina ha sidomodificada a tal punto que no puede continuarsecon el mismo análisis pues las variables en lasque se basaba éste ya no están presentes; pero, sibien para el siglo catorce las relaciones feudalesestaban casi en su expresión más decadente, elcambio en las relaciones sociales se había conso-lidado ya en el momento en el que el comerciosubordina la producción, suceso que el mismoautor ubica en el siglo XIII, debido esto tal vez ala clara influencia que ejerce sobre el libro elpensamiento de Marc Bloch, quien nos enseñaque ya para mediados del siglo XII se podían ob-servar las características de este proceso. Así, elautor debía de ver agotada ya la presencia de es-tas variables por lo menos un siglo antes.

CAPÍTULO 1

En este capítulo el autor principalmentetrata de caracterizar al campesino medieval; dequien menciona una gran tendencia a la movili-dad, a la transhumancia, podríamos decir, al no-madismo, y quien empieza su proceso de sedenta-rización a partir del momento en el que es absor-bido por el control señorial, sea ya que se une a élvoluntariamente o que es víctima de la imposi-ción de este sistema. Si bien Fossier menciona loanterior, también presenta la posibilidad de que sediera este proceso de adhesión a la tierra a partirde la construcción de alguna iglesia o de algúncastillo que brindara un mayor sentimiento de es-tadía; o existe la posibilidad de la necrópolis y desu importancia en la vida del campesino, aspectoque lo empujaba a establecerse cerca del lugar en

el que enterraba a los muertos. Más tarde el autorlo pondrá en palabras claras y simples:

"..;eran entonces los muertos los que atraían alos vivos" (p.56)

Se señala que para el siglo XI el creci-miento de la población era evidente, factor queFossier atribuye a "una etapa de una fase climá-tica óptima para las especies vegetales y anima-les que nutren al hombre" (p. 16). Señala que sibien se duplican las manos laboriosas, así tam-bién lo hacen los estómagos hambrientos, por loque paulatinamente será necesario observar uncambio en los métodos de producción para vol-verlos más eficientes, lo que traerá consigo todauna transformación social.

Otra utilización de las fuentes hecha demanera admirable, aspecto que debemos de reco-nocerle al autor, se observa en el momento enque se citan los cálculos hechos con base en cen-sos aldeanos de contribuyentes a determinado se-ñor con el fin de determinar el estrato de los re-gistrados. De este proceso, el autor concluye queun noventa por ciento de la población de EuropaOccidental antes del siglo XII debía ser campesi-na. En este momento es necesario intervenir; yaque lo que normalmente entendemos por campe-sinos, son hombres dueños de terrenos rurales, ylo que Fossier parece entender como "campesi-nos" se refiere a los habitantes de zonas rurales,de otra manera, la aseveración que hace el autorsería totalmente incongruente.

CAPÍTULO 2

En este capítulo el autor aborda la estruc-turación del hogar y la aldea campesina. Para es-to, define aldea como "el agrupamiento de hom-bres en torno a un punto fijo de anclaje del quedepende la explotación de un terruño" (p.54). Pe-ro, nunca pierde de vista un punto que le dará uncarácter mucho más social a su estudio: la nece-sidad del sentimiento de unidad por parte de losaldeanos. Durante todo el capítulo, el autor llevaal lector recorriendo varias posibilidades causa-les del surgimiento de la aldea, pero solamente

Paysans d'occident (Xle-XIVe Siecles) 337

para al final no atribuir a ninguna la responsabi-lidad por la aparición de este tipo de agrupación.Menciona las iglesias, las necrópolis, los casti-llos e inclusive los medios tecnológicos -tal co-mo lo eran el granero y el molino-, y al finalizareste recorrido estamos con las mismas preguntasque antes, si no es que con más. Y para colmos,súbitamente se habla ya de la aldea consolidaday comienza a hablarse de su evolución, ignoran-do el origen de las mismas, con lo que tanto se hatorturado al lector. Acá, el autor no se refiere, sinembargo, a un aspecto ya bastante difundido quees la creación de identidad por parte del campe-sino EN la parroquia. Es decir, es ésta la que leda un cierto grado de cohesión a la sociedad al-deana; el campesino se siente realmente parte deesta parroquia, sufre y goza con ella, es parte in-tegral de su vida política, es -podríamos decir- loque le otorga identidad.

El autor menciona, sin embargo, algo quepodríamos considerar la razón para la agrupaciónen las aldeas, pero que a la larga nos dejará unaduda mayor, que no nos será evacuada nunca enel libro. La actividad artesanal es la responsablede la necesidad de sedentarización debido a lanecesidad de obtención de la materia prima por elflujo comercial, que trazaba una ruta fija; ademásdebido al procesamiento y construcción de im-plementos y a la necesidad de dedicación a untrabajo, sumado todo esto a la necesidad de pro-tección señorial. Así, este proceso deviene en laagrupación en aldeas con el fin de producir y desatisfacer los tributos . Lo anterior simplementecrea mayor confusión mental, pues es imposibledistinguir si el autor pretende explicar el origende las ciudades o villas de hombres libres o de lasaldeas dedicadas a la producción de superviven-cia que pagaban tributo en especie. Durante elresto del libro esta diferencia será obviada y sehablará altemamente de "ciudad" y de "aldea",como si los términos fueran homólogos.

Una pregunta clave a la que el autor no res-ponde claramente, pero que se le da el crédito porsu planteamiento, es si las aldeas eran o no amu-ralladas y a partir de qué momento es esto unarealidad. Con respecto a esto, se plantea al princi-pio a la aldea como una idea de unidad (p.64),además de un conglomerado de elementos que

provocan una identificación de parte del aldeanohacia ellos, creando una construcción mental decomunidad. Non muri sed mentes; pero no se leatina directamente a la resolución del problema.

Se menciona también algo de la evoluciónde las aldeas a partir del siglo XIII, en donde denuevo nos es imposible distinguir si el autor seestá refiriendo a los cambios que van a darse enlos alrededores de los burgos (consolidados en elsiglo anterior), o si se refiere a una comunidaddentro de un feudo. En fin, se plantea que la pro-ducción y la presión demográfica generan unapropiedad cercada y el elemento comunal de lasaldeas desaparecerá para dar paso a un aspectomucho más individual.

Con respecto a las casas se menciona el he-cho de que el hogar pasará a estar dentro de la ca-sa y no fuera de ella como hasta este momento lohabía estado', lo que provoca que se reestructurela familia hasta convertirse en la familia nuclearque se mantiene hasta nuestros días. Surge la chi-menea en vez del fogón comunal y se va a afian-zar el poder en la familia y la sucesión va a estarsujeta a ella, así como la jerarquización, que seráequivalente a la posición que posee cada miembrode la familia (pater, mater, et filliy; otro aspectomuy importante que va a crear este fenómeno esque los animales, que vivían dentro de la casa pa-ra otorgar calor, al ser sustituidos por la chimeneavan a salir a pastar, lo que va a obligar a que se déun cercamiento del terreno para que no se confun-dan los animales de uno con los del otro.

CAPÍTULO 3

En este capítulo el autor tratará principal-mente la cuestión del trabajo, dándole el carácterde diferenciador social; es decir por medio deltrabajo es como surge la movilidad social entre elcampesinado medieval. Fossier menciona que ladiferenciación en la propiedad campesina es pro-ducto del trabajo, y que a mayor tierra se dará unamayor concentración de riqueza, lo que finalmen-te permitirá la adquisición de elementos tecnoló-gicos que marcarán ya una enorme brecha entrequienes los' poseen y los que no. Principalmentese refiere al arado pesado y a los caballos como

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un instrumento de trabajo, más eficientes que losbueyes y más manejables. Para Fossier, esto plan-tea el inicio de una explotación del campesinomás pobre de parte del más rico, lo que aumenta-rá la brecha entre los que no tienen y los que sí.

Para hacer aseveraciones tan atrevidas, elautor no ha aclarado suficientemente este procesode cambio en las relaciones feudales tal que yaexista propiedad campesina, y que sea posible suextensión. Necesariamente tendría el autor queestarse refiriendo a una especie de yeoman queFrancia no verá surgir sino hasta tiempo despuésy no en el siglo XI, y seguramente no en las con-diciones que plantea el autor. Recordemos que es-te proceso' es ubicable en Inglaterra para el sigloXIII y XIV, pero en el siglo XI, apenas se estabaestableciendo la conquista por parte de Williamthe Conqueror (1066) y las relaciones feudales nohabían sido lo suficientemente reforzadas siquie-ra para presentar todas las características propias,menos aún podrían encontrarse en crisis.

CAPÍTULO 4

Fossier va a presentar dos fases distintasde dominación por parte del señor, protagonistadel capítulo presente. Una de estas fases es la deexplotación vaga y mal administrada y la otra esla fase de una sobreexplotación bien administra-da en la que se observan ya distintos medios pa-ra su ejercicio-.

Para la primera fase, Fossier caracterizaráde la siguiente manera al señor:

"Posee un castillo sobre una mota, hace justiciapúblicamente, visita sus tierras, llama a los hom-bres a la hueste o a la patrulla, exige los dere-chos de transmisión de herencia f. ..] Se ocupa asu vez de los parientes sin dinero de los vasallosque pueblan y defienden su paredón de los hom-bres de armas; toda esa gente come y despilfa-rra." (p.30) [Los paréntesis son nuestros]

Cuando se refiera a la segunda fase, habla-rá ya de salarios, de rentas, de compra de tierras,de crecimiento de las ciudades, de mercado al-deano, de relación entre la ciudad y el señor, y de

nuevo no dejará muy claro si considera que lasciudades están bajo la jurisprudencia de un señoro sin son libres. En ocasiones menciona a los go-biernos patricios, pero lo hace entrelazándolocon la mención del señor, por lo que es aún másconfuso encontrar la diferencia que el autor pre-tende plantear.

CAPÍTULOS

El autor ha tenido varias incursiones cues-tionables en lo que se refiere a la diferenciaciónentre la ciudad y la aldea que son fácilmente no-tables. En el momento en que se refiere a los se-ñores no deja claro si dominan la ciudad o no, yen muchas ocasiones no puede distinguirse si elautor plantea que la aldea va a devenir en ciudado en feudo, o si en algún momento perdieron eltronco común que las unía y cada una evolucio-nó de manera distinta. En este capítulo hemosobservado que el autor ha dejado el tema de losfeudos atrás y se ha concentrado en las ciudades,en el artesanado, en las franquicias, en el estable-cimiento del comercio y del gobierno burgués, yha dejado de lado un poco el escenario rural, conexcepción de la referencia que hace a las luchascampesinas por la reivindicación en Francia y enSajonia y Franconia. El autor, podríamos decir,se desvía del tema en este capítulo y concentra suatención en un elemento que ha estado latente alo largo de todo su libro: la ciudad. Probablemen-te, si el autor fuera más claro a la hora de referir-se a la relación entre la aldea y la ciudad, o elcampesino y la aldea o el campesino y la ciudad,la razón de por qué se menciona la evolución ur-bana estaría más clara, pero mientras esta duda seencuentre presente, no podemos encontrar unajustificación para la orientación de este capítulo.

Finalmente, el libro concluye con unadescripción de la modificación de las relacionesfeudales y del debilitamiento de las mismas ha-cia el siglo catorce. El autor menciona que erasu papel discutir el surgimiento y el desarrollodel campesinado y no su caída y crisis hacia elfinal de la Edad Media, pero asegura necesarioel hecho de dar algunas pautas para el entendi-miento de esta crisis.

Paysans d'occident (Xle-XIVe Siecles)

El libro es, sin duda, material de irnprescin-dible estudio, mas los procesos y los conceptos quedentro de él aparecen no están claramente explíci-tos y esto se presta para confusiones. Asimismo, eltítulo de este libro, a la larga no es el que mejor lecorresponde, ya que se preocupa más de la cues-tión aldeana, su evolución y transformación quepropiamente de la cuestión campesina; comenzan-do por el hecho de que no deja claro lo que para elautor significa ser un campesino. El libro abarcasiglos de gran cambio en las estructuras sociales,por lo que evidentemente, si en el siglo XI podríanconsiderarse a todos los pobladores de Europa co-mo campesinos, esto ya no es posible para el sigloXIII, ya que, aunque el requisito para ser campesi-no fuera solamente vivir en el campo, lo que in-cuestionablemente sería una posición reduccionis-ta. Las amplias ciudades y su extensa población nocomparten ya esta característica, por lo que la ge-neralización es ahora imposible. El problema delenguaje es un amplio obstáculo para el estableci-miento de la comunicación entre el autor y el lec-tor, la explicación de los procesos y de los concep-tos está ausente en muchas ocasiones, lo que llevaa que las aseveraciones que se hagan estén suspen-didas en el vacío, sin nada alrededor que las justi-fique, lo que le resta valor a las mismas; aún así,podríamos decir que el manejo de las fuentes -cuando puede denotarse- es admirable y el méto-do que lleva al autor a apoyarse en otras discipli-nas refleja un importante proceso de investiga-ción y una sabia utilización de los instrumentos

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de investigación; más importante aún, lleva a lacreación de fuentes a partir de los resultados deotras investigaciones científicas.

NOTAS

1. Uno de los grandes errores del autor es suponerque ya existe un conocimiento previo acerca delo que él pretende explicar; así Fossier prácti-camente demanda un conocimiento previo dela teoría historiográfica medievalista de MarcBloch. Autor que constantemente es menciona-do a través de la lectura, y cuyas ideas constan-temente están intrínsecas en muchas asevera-ciones hechas a lo largo del libro. En esta oca-sión, Bloch ha hablado en su libro La société[éodale. La formation des liens de dépendance(1958), de la constancia de estos elementos co-munales que menciona Fossier, tales como lacocina -de mayor importancia- , o como losimplementos para trabajar la tierra, para man-tener el aseo, etcétera.

2. Bloch (op. cit.) plantea una periodización inte-resante: El proceso de consolidación del feuda-lismo, más o menos hasta el siglo X va a serconocido como la Primera Edad Feudal y enadelante, más o menos hasta el siglo XV se co-nocerá como la Segunda Edad Feudal. Lo queFossier menciona en este capítulo está basadoen esta periodización.

Armando Torres Fáuaz