levinas emmanuel - la huella del otro

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lA HUEllA DEL OTRO EmmanuelLevinas Directora de lacoleccin:Esther Cohen Prlogo:SilvanaRabinovich Traduccin:Esther Cohen,SilvanaRabinovich yManricoMontero taurus T ~ Ttulos originales: D.R. "La trace de I'autre", en En dicouvrant l'existma avec Husserl et Heidegger,Vrin,1967. "Libert et commandement", en Revue rk mltaphysique et rk morale,1953. "Anclitz und erste Gewalt", entrevista publicada en Spurm 20,1987.

De esta edicin: D. R Aguilat, Altea, Taurus, AlfagUata,S.A.de C.V.,1998 Av.Universidad 767, Col.del Valle Mxico, 03100, D.F. Telfono 688 8966 www.alfaguata.com.mx Distribuidora y Editora Aguilat, Altea, Taurus,' Alfaguata, S.A. Calle 80Nm.10-23, Sanraf deBogot, Colombia. Santillana S.A. Torrelaguna60-28043, Madrid, Espaa. Santillana S.A. Av.San Felipe 731,Lima,Per. Editorial Santillana S.A. Av.Rmulo Gallegos, Edif. Zulia ler. piso Boleita N te., 1071, Catacas, Venezuela. Editorial Santillana Inc. P.O. Box19-5462 Hato Rey,00919, San Juan,Puerto Rico. Santillana Publishing Company Ine. 2105 N.W. 86th Avenue, Miami,Fl., 33122, E.U.A. Ediciones Santillana S. A.(ROU) Constitucin1889,11800, Montevideo,Uruguay. Aguilat, Altea, Taurus, Alfaguara, S.A. Beazley 3860,1437, Buenos Aires, Argentina. Aguilar Chilena de Ediciones Ltda. Dr. Anlbal Arizda 1444, Providencia, Santiago de Chile. Santillana de Costa Rica, S.A. LaVruca,100 mts.Oeste de Migracin y Extranjera,San Jos,Costa Rica. Primera edicin en Taurus: enero de 2000 Primera reimpresin: septiembre de 2001 ISBN: 968-19-0686-1 D.R Ilustracin de portada:vitral deEdUatdo Cohen,1991 D.R Disdio de cubierta: Patricia PrezRamrez, 2000 Impreso en Mxico Todos los dcra:hos reservados.Esta publicacin no puede ser reproducida,ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida por unsistema de recuperacin de informacin,en ninguna lOrm.a ni por ningn medio, sea mecnico, futoqtmico, electrnico, magntico, dettroptico, por futooopia o cualquier otro, sin dpermiso previo,por escrito, de la editorial. 9 45 75 95 117 NDICE Prlogo.Levinas:un pensador de laexcedencia Lahuelladel otro Libertad ymandamiento Elrostro ylaprimera violencia Bibliografaselecta de Emmanuel Levinas PRLOGO LEVINAS: UN PENSADOR DE LA EXCEDENCIA La huella de la excedencia: los ojos de Edipo Y las orejas de los esclavos hebreos Tenemos la gran tarea de enunciar en griego los principios que Grecia ignoraba (LEvINAS,ADV233). CuentaBorgesqueDemcritode Abdera se arranc los ojos en un jardn para que el espec-tculo no lo distrajera.Inmediatamente relata que Orgenessecastr.Mutilacionesyexcesos:son estasmutilacionesquetienenporfmcontrolarlo que excede. Yen su clebre "Poema de los dones": De hambre ysed (narra una historiagriega) Muereun rey entre fuentesyjardines; Yofatigosin rumbo losconfines De esa alta yhonda bibliotecaciega. Setratadedonesque excedenlacapaci-dad de recibirlos.Essabido que Borges fuenom-brado directorde laBibliotecaNacionalalavez que se le revel su inexorable ceguera. La historia deOccidente--tierradelocaso,antesaladela noche- atestigualanecesidadde Jnedir,racio-nar,racionalizar (en todos los sentidos deltrmi-no). Por qu si no concebir al sabio Homero como 11 necesariamenteciego?Y,finalmente,pregunta el poeta de las tinieblas -aquel que imaginaba el Parasobajolaespeciedeunabiblioteca- "se-gn lasentencia socrtica quin puede conocer-se msque un ciego?" Elverbogriegooida-segnrecuerda Foucault- significa simultneamente ver y saber; as,elnombreEdiposignificaengriego"aquel que escapaz de ver ysaber".Sinembargo,pare-ceraquelarelacinentreestosdosverboses inversamenteproporcional,esto es,que alama-yor visibilidad fsicalecorresponde un saber me-nor,unacegueraespiritualoignorancia;yala menor capacidad fsicade visin,es decir,alace-guera,lamayor"clarividencia"ysaber.Edipoes aquelpersonajequesaba demasiado.Capazde vencer alaEsfingepor medio de lasolucin del enigma, Edipo pudo liberar a una ciudad comple-tadeltemor.Pero esteexceso de saber ocultaba lamsamargadelasignorancias ...Sloelciego Tiresias,eladivino,pudo comunicarle su terrible verdad:Edipo era, en efecto,asesino de su padre y amantede su madre,culpable ynico respon-sabledelcastigocolectivo.Porunaparte,elco-nocimientointelectuallo llevalaliberacinde la ciudad, pero por otra parte, su ignorancia esen-cialcondujoatodosalapeste.Edipodecidi quitarselosojos;elexcesode visinparadjica-mente le haba impedido laclarividencia, los ojos no servan de otra cosa sino de smbolo del autocastigo y por eso deban ser mutilados;stos slo cobraran sentido en tanto ausentes, en el lugar de la falta.Edipo no seraentonces ms el que era capaz de ver por-que tampoco era capaz de saber.Susaber universal, 12 aqulque lepermiti deftnir alhombre que es to-dosloshombres,nopodadarcuentadeloms prximo yparticular:esemandato delOrculode Delfos que exiga el conocimiento de s mismo.Ce-guera espiritual,ignorancia cuya marca explcita se-ra desde entonces laceguera fsica. Laproximidadentreloscampossemnti-cosdelavisin ydelsaber,cuyoorigen seen-cuentra en la lengua griega, se refleja en la historia delafilosofadesdesuscomienzosenGrecia hasta nuestros das.Efectivamente,Nietzsche -as como muchosfilsofoscontemporneostrassus huellas-lo hace notar por medio de una crtica a la "metfora ptica", que tiene lugar en un privile-gio de lo apolneo ysus formasplsticas de clari-dad sobre laobscuridad delmundo dionisacoy sus ditirambos.Claro est que no es la visin fsi-ca la que se consider fuentedel saber,ms bien se trata de la otra -la del intelecto-- que da ori-gen a verbos claves en el discurso filosfico,tales comotheorein,que significa contemplar yde ah el trminoteora;asimismoidein,que es ver,ori-gen de la palabra idea. Otros conceptos, por ejem-plo,reflexin,especulacin,evidencia, provienen todos del campo semntico de lo visual.Desde el poemadeParmnidesconladistincinentrela noche yel da,la luz yla oscuridad,pasando por la alegora de la caverna y del Sol como Bien en la Repblica dePlatn,luegola"claridad ydistin-cin"exigidaporlaModernidad,nombrestales como Ilustracin oIluminismo,yotras tantaspa-labras claves en la filosofa,podramos llegar hasta la conciencia intencional de la fenomenologa hus-serliana y,por qu no,ala concepcin heidegge-13 riana del Ser como lo queilumina al existente, e inclusoalanocinnietzscheanade perspectiva. Quizsestametforapticapuedaresumirsede algnmodoeneltrminoalemnWeltans-chauung,estoes:visindelmundoocosmovi-sin.Contrariamente,laescuchaesfuentede sospecha:por ejemplo en la misma Repblica,li-bro1I1,secensuranciertasmsicas,cuidadosa-mentesedaunprivilegioaloapolneo(lalira) que alejadelpeligro alque inducen las obscuras eincontrolablesdanzasdionisacas.Tambinen laticade Spinozapuedeleerseunaciertareti-cenciahacia lamsicapor su influencia sobre el espritu.Podra, quizs,decirse que la escucha es menoscontrolablequelavisin,peroparaeso habra que especificar a qu visin nos referimos. EmmanuelLevinas,filsofolituanojudo, y francspor eleccin,compartelacrticaaesta metfora dominante,ala que denomina "metfo-raheliolgica",es decir,basada en Helios,que es el soL Desde qu lugar puede Levinas cuestionar estaimagen preponderante en la tradicin filos-fica?EnLevinasconvergendiversosmundos:el de laliteraturarusaque conoci desde suinfan-cia,elde latradicinjuda -que padeci elHo-locausto,mutilacininstitucionalizada- yeldel discursofilosfico,enespeciallacorriente fenomenolgica a partir de su creador, Husserl, y de su' brillante alumno Heidegger.! La crtica levinasiana 1Esprecisonotarqueelentrecruzamientodelpensa-miento judo y de la filosofaalemana lo asombra en la lectu-radeF.Rosenzweig,autordelaEstrellade la Redencin y crticode Hegel al que aludiremos ms adelante. 14 l alametforaheliolgicatienelugarapartirde una concepcin heternoma de la tica, diferente delatradicinfilosficaquepostulaunamoral autnoma;se tratade una recuperacin del Otro opacado por el Mismo que domin alafilosofa. Paradjicamente, en la metfora heliolgica, al "ilu-minar"elobjeto,seanulabaloquequedabaen las sombras ...Scrates, mediante la mayutica -que da a luz la verdad por medio del conocimiento de s mismo-, se limita adar aluz su propia interiori-dad, por esto Levinas considera que la filosofa en sureduccindelOtroalMismonohasidootra cosa sino una "egologa" y que es necesario plan-tear elpensamiento apartir de laalteridad. Esconocida la preponderancia de la audi-cin por sobre la visin en latradicin juda.As, eslavistalaqueestratadacondesconfianza,el segundo mandamiento prohibe adorar imgenes. Como toda generalizacin esquemtica, sta pue-desercuestionada,yaquehayunavisinque podracalificarsede heternomaque sesacep-tada yescuidadosamente definida:lavisin que obliga a"levantar la vista",dimensin de la altura del Otro, visin de la Revelacin, aquella que exi-geun esfuerzo --como laimagendelrostro"ra-diante"deMoissensudescensodelmonte Sina2- yqueporsobretodoacentaellado obscuro e inaccesible, el misterio de la alteridad, hue-lla del infinito en el rostro del otro, que para Levi-2Cf.Ex.XXXIV29.Esinteresante que en hebreo keren significaalavez"rayodeluz"y"cuerno",estoes,queel rostro de Moiss estaba radiante y de ah la famosa confusin por laque elMoissde Miguelngeltiene cuernos. 15 nassignifica"nomatars".Esuna visinquere-marcaloquepermaneceenlasombra,estoes, suspropioslmites.Laplegariafundamentaldel monotesmo reza:"Escucha Israel..."(Deuterono-mio VI:4-9).Podra decirse -sin dejar detomar en cuenta ciertas limitaciones acualquier genera-lizacin- quesimblicamenteelodoesenIs-raelloquelavisinenGrecia:sienGreciala vista connotaba saber,en Israel la escucha conno-talibertad.LaLey hebrea postulaba que un hom-brepodadeveniresclavoP?rsieteaos,el sptimo ao debasalir libre(Exodo XXI).Aquel esclavo quepor voluntad propia quisieseperma-necer en talcondicin yno ser hombre libre,se-ra llevado a la puerta de la casa -al lugar donde por prescripcin se encontraba escrita la plegaria "Escucha Israel..."- y en ese lugar deba ser marca-do con una perforacin en la oreja. Nuevamente la mutilacin.Peroculeseldesbordequereme-dian las mutilaciones? Dicen los exgetas que "aque-lla oreja que fue testigo y escuch la voz de Sina" es inmerecida en su completud. La voz del Sina es laLeyque transformaun conjunto de esclavos salidosde Egipto en un pueblo libre.Laescucha de laley exterior,del mandamiento, es lahetero-nomaquegarantizalalibertad.Excesode liber-taddeesteesclavo:libertaddeelegirlafaltade libertad, exceso que incurre en el absurdo y de este modopone en cuestin el sentido de lalibertad; porlotanto,estaexcedenciaexigeunamutila-cin.Nuevamente el corte, tambin voluntario en este caso, va a dar cuenta de una incapacidad, esta vez se trata de la incapacidad para la libertad.Las mutilacionessonhuellas encuantoconnotanlo 16 que excede, es decir,no son signos porque no se agotanen elsignificadoynodenotanpresencia alguna,porque la excedencia no cabe en presen-ciaalguna. GreciaeIsrael,visin yaudicin,saber y libertad.DelmismomodoqueEdipo,enlaen-crucijadade trescaminos,logrresolver elenig-madelaEsfinge,Levinas,enlaencrucijadade principalmentetreslenguasqueconstituyenlas tradicionesde trespensamientos:griego,hebreo yalemn,escribe en francssu filosofa primera, cuyo objeto es abordar el mismo enigma: el hom-bre.Pero he aqu la diferencia:consciente de los peligrosdelsaber tericocomomodoexclusivo que casi treinta siglos de historia del pensamiento le legaron, Levinas aborda al sujeto humano de otro modo que apartir delsaber (AS).As,lamxima socrtica(yapolnea)"Conceteatimismo"es cuestionada por el filsofo de la heteronoma, que proponeabordaralS!,trohumano -masnoal conceptogenricodehombre- apartirdela proximidad al otro, es decir, del Otro y no a partir delconocimientodesmismo,nideloMismo que oculta laalteridad. Pensamientotraductor,eternoemigrante: entre el mundo griego y el hebreo. Exilio del pen-samiento u-tpico, no-lugar y tristeza. J.B.Pontalis escribe que traducir --en este caso "decir en grie-goloqueGreciaignoraba"- esemigrardentro de su lengua, vivir el exilioen ella,renunciar a la ilusindeserpropietariosdeella(talcomoel judosabequenoespropietariode"su"tierra). Escrituradeldes-astreasbautizadapor elpoeta Blanchot,suamigoentraable.Traducir,diceel 17 psicoanalista, no es tanto cambiar de lengua como cambiarsulenguayenellareencontrarla extranjeridad del lenguaje: "Todas las lenguas son extranjeras.Todas vuelan de un mundo alotro". En la encrucijada de lenguas yterritorios Es el suelo de esta lengua que es para m el suelo francs ...Yohablo muy bien el rnso,el alemn yel hebreo an bastante bien,yo leoel ingls [' . .J es en esta lengua en laque siento los jugos del suelo CE.lEVINAS/POIRI). De todas laslenguas que Levinasmencio-na,3es el francsaquella que lo liga ala tierra;en ella"sientelosjugosdelsuelo".Elfrancsesel suelo frtilpara la escritura de lahuella.Esimpor-tante sealar que el francs no es "lengua madre", sinounalenguadeadopcin;estoimplicaala vezunaafinidadyundistanciamientooriginal. Eneste sentido, en la expresin de la lengua que segnelfilsofolounealsuelo,lejosdeleerse comounaexpresinpaganadearraigonosen-contramos con el eco del desarraigo,el pathos de ladistancia ... DeleuzeyGuattari,enKaJka,pour une littrature mineure,definen una literaturamenor 3HayunaqueLevinascuriosamenteomite,queesel yidish,elOtrodelaslenguas,espeillcamentedelalemn. Kafkalededicaalyidishunbellsimodiscursoenelque acenta su simultnea alteridad y familiaridad con el alemn, que ledan un carcter siniestro. 18 comolaque"unaminorahaceenunalengua mayor".Lenguayterritorio:quizpodamosha-blar en estesentidodeuna"filosofamenor"en Levinas,que pone en cuestin latradicin filos-ficaoccidental establecida y elige al francs como referentede"lengua mayor".Unaimportante ca-racterstica de la "literatura menor" es que "la len-guaestafectadadeunfuertecoeficientede desterritorializacin",tales el alemn de Kafka y, en este caso, el francs de Levinas,que es rebasa-do por su escritura a travs de expresiones ajenas aldiscurso ticotradicional."Ellenguaje -escri-ben estos autores-- deja de ser representativo para tender hacia sus extremos osus lmites".Esdecir que la desterritorializacin se da en cuanto se fuer-za lalengua mayor para expresar lo inexpresable en su cosmovisin, sta se vuelve otra,extranjera respecto de s misma,para expresar lo Dicho re-basadopor elDecir.Escritura del desastre --tr-mino de Blanchot que caracteriza aquella escritura que "rompe con el astro",es decir,con cualquier formade totalidad- que se insina en expresio-nes de la tica de Levinas como, entre otras: subs-titucin,rehn,rostro,elotro,proximidad, hospitalidad,deotromodo que ser ointerpreta-ciones tales como las de libertad, responsabilidad, elDecir yloDicho,lacorporalidad,etc.Levinas no "traduce" el hebreo en griego, sino que trastoca el discurso filosfico -griego-- mediante la irrup-cin de"barbarismos"(AE,224). DeleuzeyGuattari,alreferirseaKafka, presentan elmodelo tetra lingstico de Gobard, quepodraseradaptadoaquenrelacina Levinas: 19 - elruso como lengua verncula,esto es, sulenguamaternaoterritorial,lengua de suspri-meras lecturas, de su escolarizacin ms temprana; - elalemn seralalenguavehicular,la delintercambiofilosficocon lafenomenologa, lengua de laprimera desterritorializaci.n,un,mn alienado que aora un pasado gnego mltlco ymitolgico,adoradordeese"mito"queesel logosdel ser;. - elfrancsseralalenguareferenCial, del sentido yde lacultura,cuyos"jugosdelsue-lo"lepermiten la reterritorializacin len-guaqueestierrafrtilparalaexpreslondepensamientodelaexcedencia,en tant?pernute ser llevada hasta sus lmites en una escntura de la huella o del desastre: expresin de un pensamiento que ms que hacer un uso instrumental de lalen-gua,tieneastapor objeto;,. - el hebreo sera la lengua mltlCa,aquella que se ubica en el horizonte de las culturas. Como todo horizonte es inalcanzable, pero marca la sen-dade lareterritorializacin espiritual.Esinalcan-zable porque expresar la filosofa en sera insuficiente, se tratara de una ardua e mutlllabor. Sin embargo, la funcin del hebreo esse trata de sealar la posibilidad de rebasar los hnutes de la lengua referencial, de ah las expresiones pro-puestas por Levinas,tan extraas ala filosofatra-. diclonal.La funcin delhebreo es ser elotro que desterritorializaalmismo. Expresadosegncategorasespacio-tem-porales,elruso literario sera el aqtt: (id),el ale-mnhelenfilodelafenomenologtaelen todas partes (partout),el francs filosfico desterritoria-20 lizadoelall lejos (la-bas)yelhebreo bblicoel ms allCau-dela).Ascomo,segnLevinas,la verdadserevelaenelrostrodelotro,estems all-el hebreo- serevelaraanteelentodas partes -el alemn- yesto es posible slo en el territoriodealllejos -el francs-.Escurioso queelyidishnotengalugarenesteesquema, como no lo tiene en el discurso de Levinas. Justa-mente por su caracterstica anrquica,que se sus-trae a las reglas de la gramtica, se evade tambin, almodo de la huella,de todo esquema espacial y podra designarse como l}o-lugar. Recordemoslos"jugosdel suelo":Levinas lostomadelfrancsjuntoconlaposibilidadde exprimir estalengua,hastaelpuntodehacerla expresar. relacionarse con la exterioridad y la alteridad. Decir ---ticamente--- msalldetodaposibilidad dentro del campo de lo dicho,decir que es proxi-midad alotro,anterior alalengua como posibili-dad de inteleccin,que es el lugar de lodicho: Sehar hilar elalemn sobre una lneade fuga; se llenar de ayuno [. . .]Se le empujar hasta una desterritorializacinabsoluta,inclusosistaes lenta,pegajosa,coagulada.Llevarlentamente, progresivamentelalenguaaldesierto.Servirse delasintaxispara gritar,darlealgritouna sin-taxisCKLM,48) . Estetrasladodelalengua -tomemos en cuenta que en el caso de Levinas referimos al fran-csynoalalemn- haciaeldesiertoesla desterritorializacinabsoluta.xodo--camino hacia laexterioridad y hacia la libertad- cuyo fin 21 es el de "darle al grito" --en trminos levinasianos, aldecir delacorporalidad- unasintaxis.Lejos de laintencin de suprimir la lengua delodicho en arasde otraconstituidapor un purodecir,se trata ms bien de establecer los lmites de lo dicho y leerlo como huella deldecir,procurar rescatar la alteridad que se escapa a este lenguaje del Mismo. Es en el "suelo" francs --desterritorializado- don-de se expresa estepensamiento de otro modo. De carne ysangre: la huella del otro Aun hombre de carne yde sangre,- de mi carne yde mi sangre,s. Aun extranjero que me ha revelado mi propia extranjera al abrirme am mismo (EDMoND ]ABES). Lahuelladelotromarcaelpensamiento de Levinasen tanto formulacin de latica como filosofaprimera.Convergen aqu dos ~ t i o n e s interesantes: primeramente, la huella; luego,el otro --en todos sus sentidos-, tanto lo Otro, opuesto a lo Mismo,otro que la presencia y la representa-cin,ascomo elotro ser humano. Por qu precisamentehuella? Loque dis-tingue a la huella del resto de los signos es, segn Levinas,que ella significa fuera de toda intencin de significar:lahuella se resjste aser signo;jllsta-menteguientratadeborrarhuellasdejaotras inintencionadamenteysonestasltjmaslasque nos interesan.Elsigno no logra apresarla,la hue-llaescapaalsignificado ypor lotantopertenece alorden de lo siniestro --en el sentido freudiano 22 deUnheimlich,lo familiarque aparece inespera-damente-. La -siniestra- huella perturba inexo-rablemente el orden del mundo, porque escapa a lapresencia yes el eco de una ausencia:significa sin hacer aparecer.Ellarefierealpasaje de aque-lloquehadejadounindicio,eslamarcadelo totalmente pasado. Huella de un pasado que nunca fuepresente, de un pasado inmemorial. Sera una metonimiahurfana o,en un trminoquetoma-remos prestado de Levinas,an-rquica en el sen-tido de anterior al origen, oquizs que niega este principio oarj,porque no refiere a ninguna tota-lidad del sentido originaria, es un puro efecto que notienecausa algunayque,claroest,nosera causa sui porque no se enmarca en la causalidad. Esta huella es la que interpela al ser humano en el instantedelencuentro conelrostrodelotroas elprimerosevuelvesujeto,yaqueesepa;ado inmemorial lo sujeta en una responsabilidad infi-nitahacia el otro. Unpasadoinmemorial:aquelquenunca fue presente. Para aproximamos a esta idea, el tiem-po debeser entendidoapartirdesudesformaliza-cin, tal como es desarrollado por Levinas a travs de Rosenzweig.Pensareltiempo,noentrminos de la presencia, es exigir al pensamiento una con-cepcin que escapa a toda reduccin antropomr-fica,ya que el presente remite ala conciencia y a la espacialidad.4 Se trata de lacrtica a la presencia ingenua, es decir,presencia que no ha sido pues-4EnalemnGegenwart espresenteyGegenstand es objeto, ambos denotan espacialidad, en cuanto gegen significa, entre otras cosas"contra" o"frente". 23 taen cuestin yqueactaamodo deprejuicio; estacrticayaseencuentraenHeideggeryen Bergson. Este tiempo no es tampoco una formaa priori como se lee en Kant.Eltiempo desformali-zadodebeserconcebidoentrminosdealteri-dad alaluzde larazhebrea AJR,5como tiempo mesinico,ystesloseentiendeenclavede responsabilidad por el otro, es decir,en trminos ticos.Eltiempo "otro" (para decirlo con Levinas: dia-crona)es extranjero ala re-presentacin: existe un tiempo que puede entenderse apartir delapresenciaydelpresenteyenelqueel pasado no es ms que un presente retenido y el futuro un presente por venir.La re-presentacin sera lamodalidad fundamental de la vida men-tal.Pero, ~partir de la relacin tica con otro, se !.ntreabre !loatemporalidad cuyasdimensiones. de pasado y futuro tienen una significacin pro-~En mi responsabilidad respecto del otro,el pasado de los dems, que jams ha sido mi pre-sente,"tienequever conmigo",noesparam una re-presentacin.Elpasado de losdems y, en cierto modo,lahistoria de lahumanidad en la que nunca he participado, en la que nunca he estado presente, es mipasado. En cuanto al fu-turo, no se trata de mi anticipacin aun presen-tequemeesperayapreparado ysemejanteal orden imperturbable del ser, "como si ya hubiese llegado", como si la temporalidad fuese una sin-5Razhebreaquedenota,al modo dellatino"diferir", alteridad (AJeR)yposterioridad (AJaR),peroqueadems constitye lapalabraresponsabilidad (l\JRait). 24 crona.Elporvenir esel tiempodelapro-feca, queestambinunimperativo,ordenmoral, mensajedeunainspiracin.[, . .1Loinfinitodel tiempo no me asusta, creo que es el movimien-to mismo del a-Dios y que el tiempo es mejor que la eternidad, que es una exasperacin del "presen-te",una idealizacin del presente (EN,141). Enestetiempodeladiacronacohabitan pasado,presenteyfuturo,oen trminosdeRo-senzweigretomadospor Levinas,es:"coyuntura bblicade la'Creacin',de la'Revelacin'yde la 'Redencin'."ParaRosenzweiglaCreacin -rela-cindios-mundo-- remiteaunpasadoqueno fuepresente,laRevelacin -relacin dios-hom-bre- es un presente que no indica presencia, y la Redencin -relacin hombre-mundo-- es un fu-turoque no seraun presentepor venir,~ i ~ oun tiempootro,mesinico,tico.Levinasdenomina aestefuturo"a-Dios",que msquepor-venir es lasalida hacia el otro yhacia lo otro que serela-ciona alafecundidad.Un "movimiento sin retor-no", al modo de la salida de Abraham de Ur hacia latierraprometidaquemarcalarupturaconel paganismo, simbolizado por el autor con la salida de Ulisesde tacacuyo destino finalera idntico alorigen (HO).Paganismo,retorno hacia lo Mis-mo que estara marcado por elamor a la sabidu-ra,en el que el conocimiento como asimilacin, comoposesin,caracterizaalarelacinconlo otro yelarraigoala tierrase entiende como en-cadenamiento,comopurainterioridad.Poreso, an hoy,el poeta,C.P.Cavafy,recomienda siem-preteneratacaenlamente,puestoqueesel 25 destino,yretornar all"viejo,[".lricode todo lo que hayasganado en el camino,sin esperar que tacatedriquezas".tacasereternamenteel smbolo del retorno al origen, a s mismo.Por otro lado,Levinaspropone un recorrido sin regreso a lamismidad,unasalidahacialaalteridad,que permita leer a la filosofa como sabidura del amor entendida en el sentido tico, es decir,como rela-cinalotro,alaexterioridad.Mientraselgriego retorna "enriquecido" a su tierra de origen, al judo leestvedadalaposesinperpetuadelatierra: este"extranjeroyhabitante"enlatierradedios (Levtico XXV:23)es husped ycomo tales aco-gido en ellahospitalariamente.Imposibilidad del arraigodefinitivoydelaposesin.Levinasno substituyeelrelatodeAbrahampor eldeUlises, no considera que uno sea ms vlido que el otro: el ftlsofodelaalteridadtratade"contraponer",es decir,de buscar una alternativa,un pensarde otro modo,noparaborrarlahiStoriadelafilosofani parasuperarla,sinoparaabrirlaaotrasposibilida-des,paraleerladesdeotraperspectiva,en unadi-reccin diferente, sin retorno: para abordarla a partir de lo Otro. Y segn demuestra Levinas, este Otro no ha cesado de ser rechazado "alrgicamente" por la filosofa-de JoniaaJena-.Frentealaunidad totalizadoradelsistemahegeliano,elautor rescata la alteridad -inapresable en la Aufhebung omovi-mientodialcticodesuperacin- quepermitela pluralidad.Deestemodo,Levinasdiscutelacon-cepcin hegeliana del Otro como negacin del Mis-mo proponiendo una "relacin no alrgica del Mismo hacia el Otro" (TI,310). Pensamiento emigrante, tra-ductor condenado alatristezade lahuella. 26 El"movimiento sin retomo"puede remitir tambin al xodo:ex-bodos, ruta hacia afuera que conduce aMoissatravsdeldesierto donde se revela laexterioridad absoluta de lano presencia justamente por medio de la huella. Esta escena de larevelacin en el Sina es recordada por Levinas hacia el final del texto:"lno se muestra sino por su huella,como en elcaptulo XXXIIIdexodo" (HO).Huella de aquel que no puede ser apresa-do en lapresencia.xodo,movimiento sin retor-noenelqueunonoescontemporneodesu obra ni de su fin:contrariamente a la autenticidad heideggeriana del Dasein definida como "ser-para-la-muerte",lasalidahacia el otro que se da en la Obra ascomo tambin en la fecundidades "ser-para-ms-all-de-mi-muerte", es "actuar sin entrar en latierraprometida"(HO).Heaqu un tiempo desformalizado. Peroantesdeseguiradelante,serapru-dentepreguntarsesiacasohablarde"lahuella del Otro" no es una tautologa;en tanto lahuella, aquellaquealterainexorablementeelordende laidentidad yde lo Mismo,podra entenderse tal vezen trminosplatnicos como "simulacro".Es decir,"lahuelladelotro"seraelotro del Otroy de ningn modopodra resolverse(fagocitarse y asimilarse) en el Mismo,almodo en que lanega-cin de lanegacin puede leerse afirmativamen-te.Elsimulacroesunpuro efectocuyo modelo, siguiendo aDeleuze en laLgica del sentido,sera loOtrodondesucedeunadesemejanzainteriori-zada. Levinas se refiere a una "insuperable alergia" y"horror"que tiene lafilosofa -"desde su infan-cia"- por lo Otro que permanece Otro (HO). Esta 27 infancia,sies lams temprana,se remonta hasta Parmnides;pero sihablamosde una etapa ms avanzada,habraquerecurriral"parricidio"co-metidopor Platnen El sofista:laafirmacindel no-ser cuya naturaleza es "lo otro". Si el Otro --como expresaPlatn- eselno-ser,entonceslahuella seraunsimulacrocuyomodeloeselOtro,es decir,el no-ser.Lahuella como tal es otra y altera elorden.Perosi"lahuelladelotro"fueseuna tautologa,tauto seraloMismoorepeticindel lagos yestarepeticinde laalteridadjustamente escapaallogospormediodeunrecursomuy frecuenteen laexpresin levinasiana:el superla-tivo o el nfasis que sirve para expresar la inapre-sableexcedencia.Enestarepeticinserams fuerte el hiato que separa que el contenido que se repite.Recordemosque elpropsitodel filsofo es enunciar "en griego aquello que Grecia ignora-ba",es el problema de la traduccin,laimposibi-lidad de expresar el Otro en el Mismo. Retomando aJabes,"unextranjeroquemehareveladomi extranjera al abrirme a m mismo" , huella del Otro en el rostro del otro que significa "lo extraordina-rio",exterior alorden, yms gravemente:lo que extraealordendesupurainterioridad.Separa-cindelaexterioridad.Lejosde todatautologa, "lahuelladelotro"es entonces xodo:revelami estarexpuestofrentealotro,misalidasinretor-o no,"liturgia"quealudeauna inversinque trae prdida,almododeAbraham,imposibilidadde recuperar loabandonado.Lahuella es expresin de la excedencia, experiencia que se da en la idea de Infinito:siempre y cuando no entendamos a la experienciapuramentecomo experienciaobjeti-28 va, sino como "relacin con lo absolutamente otro --es decir, con lo que siempre desborda al pensa-miento--,larelacin con loinfinitollevaacabo laexperienciapor excelencia"(TI,51).Estaidea deinfinitosegnLevinasestexpresadaexacta-mente por Descartes en laquinta Meditacin me-tafsica,elinfinitoen tantoideadorebasalaidea que tengo de l, yo Pienso excedido ydebilitado. " Yo--deca- no es bloque de mrmol sino florde yeso dbil"(Edmond Jabes). Del mrmol al yeso dbil: ingenua libertad? La puesta en cuestin de esta salvaje e ingenua libertad. f.. J La puesta en cuestin de s es precisamente el acogimiento de lo absolutamente otro (HO,195). "Libertad y Mandamiento" (953) est "es-crito en griego".Este texto hace referencia explci-taalaRepblica de Platn yalasdiversasvoces que la constituyen. Implcitamente recuerda al lec-torelDiscurso sobre laseroidumbre voluntariade EtiennedeLaBotie--en tantoelamoralamo conviertelaordeneninclinacin-oAdems-a travs de la exterioridad preexistente al yo--, pone en cuestin laSinngebung (donacin de sentido) husserliana y la Geworfenheit(estado de yecto) hei-deggeriana.Esuno de losprimeros textos donde despuntalanocinderostro quecobrarfuerza definitivamenteenTotalidad e Infinito yque,en el que aqu presentamos, tiene la funcin de que-brar laaccintirnicamediantesusignificacin; 29 estoes,laprohibicindematar.Latiranaslo puede ejercerse atravs del borramiento del ros-tro;por eso,pocos aos antes de la aparicin de este texto,en la Europa "civilizada" --cuna de los g r a n d e ~sistemasfilosficos- la vctimaerauni-formada,rasurada,supieleragrabadaconun nmero,todo era cuestin de borrar lo particular yloexpresivoenelrostro:el"nomatars".La-mentablementedespusde laaparicindelpre-sentetexto,esteborramientorevistiotras caractersticas,fuemutando, se tradujo por ejem-plo en "desapariciones",pero no ces de produ-cirseen lejanas ydiversas"civilizaciones". "Civilizacin y barbarie": antigua dicotoma queinspirelpensamientoenloslugaresms distantes,como en Europa oen Amrica.Esta di-cotomaexigeserrevisadagenealgicamente. Desde Grecia, el brbaro era aquel extranjero que "balbuceaba". Excluido del orden del discurso, del lenguaje de la cultura, a este ser extrao le estaba vedadoloespecficamentehumanodefinidoas porellogos.Eltrmino"barbarie"delataelho-rror del Mismo respecto del Otro, ese otro sinies-tro se presenta como una amenaza a la identidad. Como consecuencia del temor,se le obliga aper-der todoestatutodentrodelcampodelSeryes asdesterrado hacia el no ser.Opuesto ala"civi-lizacin",alapalabra que eslogos,el que balbu-ceaescondenadoalaerrancia,allugardelo errneo.ComoelOdradek deKafka,eseperso-najeindefiniblecuyarisa"eslarisadealguien quenotienepulmones",podradecirsequeel balbuceo del brbaro es la palabra de alguien que no tiene lenguaje.Elbrbaro, un paria:vctima o 30 victimario?,"vctimaantes que victimario!"dicta-min lacivilizacin por temor alaalteridad ... Yaen 1934 Levinas advirti,en su artculo "Algunas reflexiones sobre la filosofa del hitleris-mo",quetodoelhorrordeestesiglonoesun malentendido oerror de la racionalidad ontolgi-casinosuposiblecorolario.La"civilizacin",en suodioytemorporelOtro,amparadabajola supremacadelSer ylaipseidadincuestionadas, engendra la violencia yel exterminio.Cultura es un trmino latino que -segn subraya Arendt-derivadelcultivodelatierra.Arraigoalatierra que se da en el paganismo, posesin. A lahostili-dad delSerdelMismofrentealno-serdelOtro debe oponerse lahospitalidad del desposeimien-to.Elarraigoalcuerpo -en elcasodelhitleris-mo- esexpresadoporelfilsofocomo"estar orilladoalpropiocuerpo",esencadenamiento pagano -estar orillado ala tierra,alSer-, nega-cindelapropiaextranjeraamenazadoradela identidad,ficcinproducida por un perverso de-terminismo gentico que para determinar la identi-dad extermina la alteridad. A pesar de su admiracin porHeidegger,Levinasencuentraensustextos -especialmente en los ms tardos- un compo-nentepagano de encadenamiento alatierraque acercaalfilsofoalemn hacia elnacional-socia-lismo,aundespusdesualejamientodeeste movimiento.No es que Levinas reduzca lafiloso-faheideggerianaaunafiliacinpolticaquede hechopertenecaalpasado,sucuestionamiento es profundamente filosfico:la supremaca del Ser que desde losalbores de lafilosofase asimil al plano de lo Mismo no daba lugar aotro modo que 31 Ser,es decir,a lo Otro, y esta filosofaproduce un significadopolticoclaro.Civilizacin ybarbarie: Benjamin,en lasptima de sus "Tesisde filosofa de la historia", afirma irrefutablemente que "no exis-tedocumento de cultura que no sea ala vezdo-cumentodebarbarie"...Lahistoriaimpuestapor losvencedorespretendecon violenciaborrarla memoria de los vencidos.Esta historiografa debe leerse cuidadosamente, al modo de un palimpses-to,porque laescrituradelamisma en manosde "los militantes del olvido" ---como los define Yerus-halmi- esmsborramientoqueescritura,esla huelladeunaviolacin.Fosacolectivade vidas desaparecidas,de pensamientos de ladiferencia, esta historiografa "civilizada" no es otra cosa sino elactade defuncin de la memoria plural. Palabra ymandamiento Hemos afirmado que el mandamiento es la Palabra o que laverdadera palabra,la palabra en su esencia,esmandamiento (LM). Con esta frase concluye Levinas este texto. La palabra es aqu relacin y proximidad -trmi-noqueLevinasforjarmstardeyalquereferi-mos posteriormente-o El discurso es, en este texto, 'extraamente calificado de religin.Lejos de toda connotacindedogmaoespeculacinsobrelo divino, el vocablo religin evoca el encuentro con elotroquesedaen"hablaralotro"yquems tarde expresar como "Decir" (AE).Religin como re-Iegere,reunir,juntar yque asu vez es tambin col-ligere,enfrancscueillir orecoger,estoes, accueil, es decir, acogida o recibimiento (del otro): hospitalidad.Re-legerequesemanifiestacomo "relacin sin relacin"(TI,103), es decir,"relacin entre el ser mundano y el ser trascendente que no lleva a ninguna comunidad del concepto ni a nin-guna totalidad",esto es,"relacin tica"ometaf-sica ya que la trascendencia del infinito -lejos de toda comunidad mstica- tiene lugar en el rostro del otro, de carne ysangre ...A travs de la histo-riadelafilosofaoccidental,lametafsica --defi-nidapor Aristtelescomo filosofaprimera- fue entendidaapartirdelconceptodeSerydelo Mismoydeestemodoquedapresadaenun discurso totalizador de laontologa, cuyo ms bri-llante exponente ha sido Heidegger. El filsofo de la alteridad intenta romper dicha totalidad ontol-gica,abrirla hacia la exterioridad einterpretar a la meta-fsica,filosofaprimera --esto es,por elca-rcter primordial de sus problemas y por su inde-pendencia de otras ciencias-,comotica,en el sentido de una relacin con lo trascendente,lo in-fmitamente Otro que est ms all (meta; de nues-tramismidad,yquenosllamaen laproximidad del otro,del prjimo.Sialaluz de laontologa se trata de reunir los entes en una totalidad -tal como remite Heidegger allogos como legein oreunin-, apartir de la"relacin tica"sera un "Decir"pre-vioaldiscursoqueesproximidad.Heteronoma de lapalabra,imperativo del mandamiento: el mandamiento imperativo, inmediato, que sur-ge en el instante yya se hace palabrapronun-ciadaenelinstanteenquesurge-porque decirseenvozaltaysurgirsonunasolacosa paraelimperativo (Rosenzweig,ER,222). Por qu "Lib