positividad y metodos en las ciencias...

26
(artículo publicado en RELEA no.9, 1999. Basado en una versión de 1989 preparada para el doctora en Ciencias Sociales.) POSITIVIDAD Y METODOS EN LAS CIENCIAS SOCIALES Enzo Del Bufalo La experiencia moderna Cuando Descartes escribió “Discours de la Methode pour bien Conduire sa Raison et Chercher la Verié dans les Sciences”, lo hizo para deslindar el campo de los saberes legítimos de aquellos que debían relegarse al ámbito de la charlatanería, de la superstición. De este modo la razón recobraba su autonomía a partir de ese complejo articulado de campos de experiencias diferentes, tejido por la tradición hermética del Renacimiento, donde se mezclaban las matemáticas con saberes mágicos y esotéricos. Este acontecimiento es similar a la imposición socrática de un método para rescatar la razón de la mediatización sofista que valoraba su discurso en función del “quién” y no del “qué”. 1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre el devenir de la razón y la reflexión sobre el método para asegurar el dominio de la razón en la constitución del sabe científico. La crítica trascendental quiso ser la culminación grandiosa de este esfuerzo por asegurar definitivamente el campo de la experiencia posible como el único terreno legítimo del quehacer científico. Pero la solución que KANT le dio al problema de la experiencia, formulando la posibilidad de juicios sintéticos a priori dejó insatisfechos a los filósofos y desorientados a los científicos de la naturaleza, precisamente en un momento en que las ciencias naturales experimentaban su mayor desarrollo y empezaban a aparecer, en forma independiente, las ciencias sociales. Por lo tanto, el periodo postkantiano está signado por una agudización de la preocupación por el método científico que da origen a la moderna epistemología. La realidad fenoménica construida mediante los juicios sintéticos a priori hacia converger la tradición racionalista continental con el empirismo inglés, dando solución al problema de cómo formular leyes de validez universal a partir de la experiencia. Pero este modo genial del idealismo trascendental de fundir ambas tradiciones chocó con el gusto positivista que se iba difundiendo como corolario de los éxitos de las ciencias empíricas. Así fue que hombres como AVENARIUS y MACH quisieron formular una versión muy adulterada del criticismo kantiano en sus reflexiones sobre los principales problemas filosóficos de la física de finales del siglo pasado. Pero al desvincular la actividad subjetiva del conocimiento de la dimensión 1 G. Deleuze, Nietzsche y la filosofía, Barcelona, Anagrama, p. 110

Upload: others

Post on 08-Feb-2020

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

(artículo publicado en RELEA no.9, 1999. Basado en una versión de 1989 preparada para el doctora en

Ciencias Sociales.)

POSITIVIDAD Y METODOS EN LAS CIENCIAS SOCIALES

Enzo Del Bufalo

La experiencia moderna

Cuando Descartes escribió “Discours de la Methode pour bien Conduire sa

Raison et Chercher la Verié dans les Sciences”, lo hizo para deslindar el campo de los

saberes legítimos de aquellos que debían relegarse al ámbito de la charlatanería, de la

superstición. De este modo la razón recobraba su autonomía a partir de ese complejo

articulado de campos de experiencias diferentes, tejido por la tradición hermética del

Renacimiento, donde se mezclaban las matemáticas con saberes mágicos y esotéricos.

Este acontecimiento es similar a la imposición socrática de un método para

rescatar la razón de la mediatización sofista que valoraba su discurso en función del

“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre el devenir de la

razón y la reflexión sobre el método para asegurar el dominio de la razón en la

constitución del sabe científico. La crítica trascendental quiso ser la culminación

grandiosa de este esfuerzo por asegurar definitivamente el campo de la experiencia

posible como el único terreno legítimo del quehacer científico. Pero la solución que

KANT le dio al problema de la experiencia, formulando la posibilidad de juicios

sintéticos a priori dejó insatisfechos a los filósofos y desorientados a los científicos de

la naturaleza, precisamente en un momento en que las ciencias naturales

experimentaban su mayor desarrollo y empezaban a aparecer, en forma independiente,

las ciencias sociales. Por lo tanto, el periodo postkantiano está signado por una

agudización de la preocupación por el método científico que da origen a la moderna

epistemología.

La realidad fenoménica construida mediante los juicios sintéticos a priori

hacia converger la tradición racionalista continental con el empirismo inglés, dando

solución al problema de cómo formular leyes de validez universal a partir de la

experiencia. Pero este modo genial del idealismo trascendental de fundir ambas

tradiciones chocó con el gusto positivista que se iba difundiendo como corolario de los

éxitos de las ciencias empíricas. Así fue que hombres como AVENARIUS y MACH

quisieron formular una versión muy adulterada del criticismo kantiano en sus

reflexiones sobre los principales problemas filosóficos de la física de finales del siglo

pasado. Pero al desvincular la actividad subjetiva del conocimiento de la dimensión

1 G. Deleuze, Nietzsche y la filosofía, Barcelona, Anagrama, p. 110

Page 2: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

257

transcendental en que la había colocado KANT, la teoría del conocimiento, para

mantener su soporte empírico, terminaba por ahogarse en el psicologismo o en el

escepticismo. Al iniciarse el nuevo siglo, la reacción al psicologismo origina en

Alemania el neokantismo de CASSIRER que busca rescatar la validez de los juicios

sintéticos a priori y, sobre todo, la fenomenología de HUSSERL que recupera la

autonomía de la 1ógica y sus leyes de toda pretensión psicologicista. Pero la reflexión

filosófica que siguió esta vía se fue distanciando cada vez más de las necesidades

inmediatas de las ciencias empíricas. Los científicos se sintieron más cómodos con

teorías que eran más cercanas a su mundo y se refugiaron en las propuestas

convencionalistas que también daban respuesta a las aporías del psicologismo.2 De

hecho, el convencionalismo parecía ser la única solución al problema de la

verificabilidad de una determinada teoría. Una vez que se rechazan los juicios

sintéticos a priori es absolutamente imposible verificar una ley universal por la

experiencia, puesto que la empiria es siempre contingente y, por lo tanto, no ofrece

garantías para la inducción. De modo que los criterios de aceptación de una teoría se

establecen por convención.

Los convencionalistas sostienen

posiciones empíricas con relación a la génesis efectiva de la ciencia,

pero no aceptan el empirismo como una norma, en virtud de la cual

un juicio reconocido se basa, por referencia a datos empíricos, como

instancias suficientes.3

Los datos de la experiencia están siempre abiertos a diversas hipótesis

explicativas y todas ellas pueden ser válidas desde el punto de vista lógico. La

selección que haga el investigador dependerá pues de circunstancias extraempíricas.

Por lo tanto, los criterios de selección de una hipótesis son de carácter extrínseco a la

interpretación científica y se refieren a la comodidad, a las ventajas intelectuales que

proporciona cada hipótesis así como a valoraciones de tipo estético tales como la

sencillez expositiva, la elegancia formal y otras. El punto de vista convencionalista,

aunque nace y se desarrolla en un ambiente estrictamente vinculado a las ciencias,

parece abrir la vía a la reflexión sobre la conducta de la comunidad científica,

excediendo el marco estrictamente epistemológico de la discusión. Así, por ejemplo,

Karl MANNHEIM4 desarrolló una sociología del conocimiento para fundamentar en

la práctica de la comunidad científica los criterios de validez. Esta línea fue retomada

mucho más tarde por T. KUHN que vinculó la práctica de la comunidad científica a la

elección del paradigma científico dominante.

2 E. Husserl, Investigaciones lógicas, Revista de Occidente Biblioteca, Madrid, 1976, Especialmente los

capítulos 3-8, en los cuales Husserl, alejado de la discusión epistemológica estricta, dedica un amplio

estudio a la refutación del psicologismo 3 L. Kolakowski, La filosofía positivista, Madrid, Cátedra, p. 163

4 Aunque Mannheim esta en la periferia de la discusión epistemológica y su interlocutor principal es el

marxismo, recoge muy bien ese espíritu relativista que anima a los convencionalistas como Poincaré y

Duhem entre otros cuando afirma que La sociología del conocimiento es la sistematización de la duda que

se encuentra en la vida social, K. Mannheim, Ideología y Utopía, Madrid Aguilar, 1973, p. 52.

Page 3: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

258

El empirismo parece ser la doctrina natural de todo aquel que hace

investigación sobre los fenómenos naturales o sociales; pero su defensa filosófica

siempre choca con la inviabilidad 1ógica del procedimiento inductivo y con el

espectro del sensualismo o del psicologismo que tiende a estrellar la verdad científica

en la barrera del solipsismo.

La filosofía analítica

Otros filósofos regresando a HUME y a su clásica división entre relations of

ideas y matters of fact intentaron escapar de los limites del psicologismo y del

sensualismo. Esta reacción tiene dos vertientes distintas que tienden a confluir en

muchos aspectos, aunque no en todos, dando origen a lo que se denominó filosofía

analítica, la cual convirtió por primera vez, el lenguaje en objeto privilegiado, si es que

no único, de la reflexión filosófica. El primer impulso en esta dirección lo dio G. E.

MOORE en Inglaterra, aunque el mayor exponente en ese país fue B.RUSSEL.

Ambos reaccionaron contra el psicologismo al igual que HUSSERL en Alemania. Este

ultimo, buscando apoyo en DESCARTES, había llegado a la conclusión según la cual

las leyes lógicas puras como, por ejemplo, las primitivas leyes de pensamiento o las

formulas silogísticas pierden completamente su sentido esencial cuando se intenta

interpretarlas como psicológicas.

Está claro, pues, que de antemano los conceptos de que se componen estas

leyes, y otras semejantes, no pueden tener una extensión empírica, sino que son

necesariamente auténticos conceptos generales.5 Esta conclusión tiene demasiadas

reminiscencias del realismo platónico y ya había sido rechazada por los empiristas

ingleses que estaban de acuerdo en que

la lógica no consiste de leyes de pensamiento en el sentido

psicológico, sino en reglas del lenguaje que serían verdaderas (o más

bien obligatorias) en virtud de convenciones lingüísticas vacías de

contenido.6

simples sistemas tautológicos como las relations of ideas de HUME, donde el

a priori del racionalismo se reduce al uso de símbolos en una dada manera7 De este

modo, es posible darle una solución empirista al mundo eidético sin caer en el

psicologismo. ¿Pero cómo evitar el sensualismo cuando se trata del matter of fact? En

efecto, cuando se reduce la lógica a tautología, entonces “el mundo es la totalidad de

los hechos, no de las cosas”8 Por lo tanto, el conocimiento empírico, es decir, no

tautológico, es tan só1o conocimiento de hechos, en particular de hechos atómicos.

Estos últimos terminan siendo configuraciones de objetos tales como espacio, tiempo,

color.”9 Este planteamiento de WITTGENSTEIN hace de la sensación subjetiva el

5 E. Husserl, op. cit., p. 151

6 L. Kolakowski, op. cit., p. 225

7 . A. J. Ayer, Language, Truth and Logic, p. 41

8 . L. Wittgenstein, Tractatus logico-philosophicus, Alianza, p. 35

9 Ibid., p. 35

Page 4: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

259

elemento constitutivo de la realidad. Para evitar esto, CARNAP introdujo las cláusulas

protocolares que sustituyen al hecho atómico como elemento fundante de toda

afirmación empírica verdadera; es decir, que la verificación de cualquier enunciado se

hace mediante enunciados tal como lo propuso NEURATH.10

Así fue que estos autores elaboraron en Viena una nueva forma de empirismo:

el empirismo lógico, el cual redujo el ámbito de la experiencia posible al “mundo del

cual se puede hablar con sentido,”11

es decir, al mundo de los enunciados lingüísticos

reducibles a proposiciones atómicas. Por lo tanto, todo lo que no es tautología

lingüística o enunciados verificables se convierte en metafísica, es decir, en discurso

sin sentido, en lo opuesto a ciencia. A partir de este momento, la filosofía se reduce a

profilaxis lingüística que la depura de esos sedimentos históricos de muchos siglos de

metafísica y a epistemología entendida como comentario a los métodos de las ciencias

empíricas.

El punto más débil del empirismo lógico lo constituye su criterio de

verificabilidad de los enunciados, puesto que las cláusulas protocolares no eliminan

las vivencias como fundamento de lo verdadero, es decir, quedan atrapados en el

psicologismo. Por esta razón, POPPER se opone a la pretensión de una verificación

empírica del enunciado científico como lo postulaba el círculo de Viena12

Para este

autor, a la base empírica del conocimiento científico debemos aproximamos en una

forma deductiva, regresando a una cierta forma de convencionalismo al formular

“enunciados básicos” los cuales son “contrastaciones concebibles de hechos

1ógicamente posibles que proporcionan el material para la comprobación de una

hipótesis”. Estos enunciados que decidimos aceptar como satisfactorios y

suficientemente contrastados, tienen el carácter de dogmas, aunque pueden seguir

siendo contrastados si así se quiere. “Admito que de esta suerte la cadena deductiva es,

en principio infinita; sin embargo, este tipo de regresión infinita también es inocuo”.13

Una teoría se llama empírica cuando es falsable, es decir,

cuando divide de modo inequívoco la clase de todos los posibles

enunciados básicos en dos subclases no vacías siguientes: primero la

clase de todos los enunciados básicos con los que es incompatible y

que llamaremos la clase de los posibles falseadores de la teoría y en

segundo lugar la clase de los enunciados básicos con los que no están

en contradicción. Podemos expresar esta definición de una forma más

10

. V. Kraff, El Circulo de Viena Madrid, Taurus, p. 135 11

Precisamente Wittgenstein termina el Tractatus diciendo: De lo que no se puede hablar, mejor callarse.

La lucha de Kant por deslindar el pensamiento científico de la especulación metafísica, alcanza su máxima

expresión con este reduccionismo a ultranza del empirismo 1ógico, puesto que debido a las reglas de

verificación de los enunciados, hay que callar prácticamente sobre casi todo. 12

Así opina Popper de las cláusulas protocolares: se refieren a lo dado, a los datos sensoriales, descubren

los contenidos de la experiencia inmediata o fenómenos y, por lo tanto, los hechos cognoscibles mis

simples. Lo cual hace ver con suficiente claridad que la teoría de las cláusulas protocolares no es sino

psicologismo traducido al modo formalizado de hablar. K. Popper, La Lógica de las investigaciones

científicas, Madrid, Taurus, p. 92 13

Ibid., p. 100

Page 5: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

260

breve diciendo que una teoría es falsable si la clase de sus posibles

falsadores no es una clase vacía.14

La falsación, además de evitar los inconvenientes de la verificación, recoge el

principio de WITTGENSTEIN según el cual toda proposición que trata al mundo

como totalidad no tiene sentido. El método de POPPER establece una discriminación

también convencional entre lo que puede llamarse ciencia empírica y aquello que

pertenece a la metafísica por no tener sentido empírico. Esta elección, como lo

confiesa el propio POPPER, es arbitraria15

y en el fondo no es más que una

interpretación del comportamiento práctico de la comunidad científica, especialmente

la de los físicos. Aunque POPPER no desdeña como los empiristas lógicos la

metafísica, llegando incluso a afirmar la utilidad de ciertas ideas metafísicas para la

ciencia empírica,16

sin embargo, relega al ámbito de la metafísica todos aquellos

sistemas holísticos que son por lo anterior carentes de sentido y, además,

inherentemente totalitarios.

A la falsabilidad como criterio se le han hecho muchas críticas17

que no nos

interesa resaltar aquí, ni siquiera consideraremos el obvio carácter ad hoc del criterio

para excluir del ámbito científico todos aquellos saberes que, como el psicoanálisis o

el marxismo, no son del agrado del autor, Pero sí nos interesa recalcar, en primer

lugar, el carácter de comentario a posteriori sobre el quehacer científico que tiene el

método de POPPER y, en segundo lugar, la pobreza del concepto de enunciado que

POPPER comparte con los empiristas 1ógicos. Este concepto es reducido a mero

instrumento para la formulación de hipótesis. Ambos temas son de gran importancia

para la discusión metodológica en las ciencias sociales y, por lo tanto, dedicaremos la

próxima sección de este trabajo a hacer algunas consideraciones sobre ellos.

Pero antes de entrar en estos temas es necesario concluir esta breve reseña

sobre la filosofía analítica, y sus derivaciones epistemológicas, recalcando, hecho que

bien señala KOLAKOWSKI, el indiscutible valor depurativo de la corriente analítica

en la filosofía actual. Sus resultados específicos son, sin duda, muy pobres y limitados

exclusivamente al ámbito lógico; pero ha contribuido a una mayor reflexión en lo que

respecta al estatuto cognoscitivo de la filosofía y sus reglas de interpretación “las

cuales nacen bajo la presión de los juicios de valor y de las actitudes”18

La positividad del enunciado

Para el estudio de los fenómenos sociales la metodología positivista tradicional

(incluyendo al positivismo lógico y al propio POPPER que se mantiene vinculado a

este enfoque en lo que respecta al sentido y al enunciado) tiene una grave limitante.

14

15

Ibid., pp. 52-54 16

Ibid., p. 38 17

. Entre los autores que han criticado el falsacionismo popperiano podemos señalar Polanyi, Kuhn,

Feyerabend entre otros 18

Kolakowski, L..La filosofía positivista, op. cit., p. 238

Page 6: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

261

Coherentemente aplicada a las ciencias sociales, esta metodología se reduce a

interpretaciones ad hoc de la información estadística, relegando a la esfera de lo sin

sentido (metafísica) el tejido de las relaciones de fuerza que constituyen lo social y

que le dan sentido (nietzscheanamente), es decir, su valor a los fenómenos sociales. En

otras palabras, el enunciado y el sentido permanecen atrapados en el socrático ámbito

del qué y no el del quién. De ahí que el método positivista no logre resolver

satisfactoriamente el problema de la base empírica, ni el del status de la lógica. Si

quiere evitar una hipóstasis platonizante debe recurrir a la tautología que en el fondo

equivale a decir que la lógica es una simple convención simbó1ica, y si quiere evitar el

psicologismo o el escepticismo debe concluir como bien lo muestra POPPER, en el

convencionalismo metodológico reduccionista. En todo caso, la ciencia es asfixiada y

comprimida por una angosta concepción de lo que constituye la experiencia posible

que, en el fondo, no es más que el de la experiencia históricamente realizada.19

Hay, sin embargo, otra manera de aproximación positiva a la realidad y es la

que le restituye al enunciado su dimensión material trascendiendo su formulación

lingüística. Se trata de un enfoque que le otorga al sentido su rol de organizador de los

enunciados concatenados en forma circular y múltiple en vez de esa manera

unidireccional y jerarquizada a partir de enunciados protocolares o básicos propia de

las teorías que acabamos de ver.20

De este modo el sentido deja de estar subordinado

al hecho el cual es siempre una interpretación camuflada21

para convertirse en

expresión activa de la construcción de los conceptos, en medio del ordenamiento de

los fenómenos de acuerdo a las fuerzas que los poseen, porque la “esencia es

solamente el sentido y el valor de la cosa”22

De este modo es posible rescatar la

positividad de lo real sin caer en el positivismo y sin hacer concesiones innecesarias al

esencialismo platonizante o convencionalista. El punto central de este método reside

pues en el tratamiento del enunciado y, a manera de ilustración, seguiremos la

exposición que ofrece FOUCAULT.”23

La Función enunciativa

Para que se de un enunciado, afirma FOUCAULT, es preciso que una serie de

signos tenga con otra cosa una relación específica que la concierne a ella misma, y no

a su causa, ni a sus elementos.24

Esta relación no se agota en el ámbito lingüístico y

1ógico; no es una relación del significante con el significado, y del nombre con lo que

19

Esto en el caso de Popper, cuyo método se reduce a decir que ciencia es aquello que los científicos han

hecho históricamente desde Galileo en adelante, no deja de tener su lado irónico; puesto que es una

especie de historicismo metodológico 20

Vale aquí rescatar el concepto de juego lingüístico del segundo Wittgenstein, el de las Investigaciones

Filosóficas. Enaudi, p. 10. También Cf. G. Deleuze. Logique du sens. Edition de Minut p.87 21

Nietzsche decía que el hecho es siempre estúpido y siempre se ha asemejado más aún buey que a un dios.

Cf. G. Deleuze, Nietzsche y la filosofía, op. cit., p. 88 22

1bid.,p. 110 23

M. Foucault, La Arqueología del Saber. México, Siglo XXI 24

Ibid., p. 147.

Page 7: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

262

designa; de la relación de la frase con su sentido; o de la relación de la proposición con

su referente.25

Desde luego, el enunciado tiene un correlato, pero

está ligado más bien a un referencial que no está constituido por

cosas, por hechos, por realidades o por seres, sino por leyes de

posibilidad, reglas de existencia para los objetos que en é1 se

encuentran nombrados, designados o descritos, para las relaciones

que en el se encuentran afirmadas o negadas. El referencial del

enunciado forma el lugar, la condición, el campo de emergencia, la

instancia de diferenciación de los individuos o de los objetos, de los

estados de cosas y de las relaciones puestas en juego por el enunciado

mismo; define las posibilidades de aparición y de delimitación de lo

que da a la frase su sentido, a la proposición su valor de verdad.26

Tales leyes de posibilidad y reglas de existencia quedan atrapadas en el marco

definido por la trascendentalidad de la conciencia que se mantiene irreductible a lo

material, desde el encierro teórico en el cual la coloca el discurso descriptivo. En un

primer momento, mediante el ejemplo de las teclas de la m8quina de escribir y de los

signos que con ellas se pueden imprimir en el pape1,27

FOUCAULT parecía orientarse

hacia la identificación del enunciado como nexo entre lo material y lo trascendental

pero en realidad sólo pretende liberar al enunciado del campo lingüístico que se

organiza desde la conciencia pura. Con relación a ésta, el discurso permanece silente,

y el enunciado sigue siendo a todas luces un hecho de razón; más libre y multiforme

que cualquier hecho gramatical o lógico; abierto a la materialidad, pero todavía un

producto, por así decirlo, del espíritu.

Sin embargo, el correlato concebido como el lugar, la condición, el campo de

emergencia, la instancia de diferenciación de los individuos o de los objetos, de los

estados de cosas y de las relaciones puestas en juego por el mismo enunciado permite

también desplazar al sujeto como elemento central del discurso. El sujeto no es:

causa, origen o punto de partida de ese fenómeno que es la

articulación escrita u oral de la frase: no es tampoco esa intención

significativa que, anticipándose silenciosamente a las palabras, las

ordena como el cuerpo visible de su intuición: no es el foco constante,

inmóvil e idéntico a sí mismo de una serie de operaciones que los

enunciados vendrían a manifestar, por turno, en la superficie del

discurso;28

es un lugar determinado y vacío que puede ser ocupado por cualquier

individuo. Por lo tanto, el sujeto, soberano punto de partida del conocimiento

desaparece al perder su individualidad, pero só1o en la medida en que es el discurso el

que le asigna su lugar, que lo define e identifica como individuo. La conciencia,

aunque despojada de individualidad sigue siendo la posibilidad originaria del

conocimiento. El hecho de que cualquier individuo puede ocupar el lugar del sujeto

significa que el discurso se organiza a partir del a priori de la razón, la cual hace de

25

Ibid., pp. 147-148 26

Ibid., p. 152 27

Ibid., p. 146 28

Ibid., p. 159

Page 8: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

263

todo individuo un sujeto posible. La desindividualización del sujeto lo subordina al

discurso, pero refuerza la conciencia pura como principio de todo discurso.

Esto último se evidencia claramente en la tercera característica que

FOUCAULT asigna al enunciado: “La función enunciativa no puede ejercerse sin la

existencia de un dominio asociado”.29

El campo asociado que hace de una frase o de

una serie de signos un enunciado, está constituido por la serie de las demás

formulaciones, por el conjunto de formulaciones a que el enunciado se refiere; por el

conjunto de formulaciones cuyo enunciado prepara la posibilidad ulterior; por el

conjunto de formulaciones cuyo estatuto comparte el enunciado en cuestión.30

síntesis,

el enunciado no es principio de individuación de los conjuntos significantes: está

inmerso en una serie de enunciados. Además, el enunciado debe tener una existencia

material que forma parte de su constitución.31

Esta materialidad, desde luego, no es la

materialidad sensible, cualitativa, espacio-temporal, sino un régimen complejo de

instituciones materiales que define posibilidades de reinscripción y de tanscripción

(pero también de umbrales y de limites) más que individualidades limitadas y

perecederas.32

De esta manera, el enunciado queda determinado como objeto

específico y paradójico que los hombres producen mediante prácticas sociales, pero

desde la conciencia pura puesto que las reglas de la razón no han cobrado materialidad

ellas mismas. Es el enunciado el que tiene materialidad.

El análisis de FOUCAULT recupera la materialidad del discurso sin reducir a

su génesis material la trascendentalidad de las reglas de la razón que ligan el saber a la

constitución de un sujeto libre;33

de manera que su esfuerzo materialista no tematiza a

la razón como tal, quizás por miedo a caer en la trampa trascendental que lo

reconduciría nuevamente al mundo del espíritu. Pero, a nuestro juicio, esta falta de

tematización encierra el esfuerzo foucaultiano en un ámbito predominantemente

culturalista y pierde una magnifica ocasión para hacer la genealogía de la razón pura y

no só1o de sus saberes. El enunciado y la función enunciativa no desvelan las

relaciones de poder inmanentes al saber constituido por las reglas de la razón. Tan

só1o muestra, con acierto, que la formación del discurso, no se agota en la razón

misma, sino que está inmersa en un régimen de instituciones que le dan una

materialidad imposible de captar a partir de una descripción trascendental.

El enunciado de FOUCAULT configura una positividad plena del discurso,

dejando caer en el sin sentido la división entre tautología y facticidad. Pero el lugar del

sujeto desaparece en una comprensible reacción frente a las insalvables aporías a las

que conduce tomar el yo individual como sujeto soberano de conocimiento. ¿Significa

acaso esto que la subjetividad debe ser negada, si se quiere proceder más allá del

empirismo tradicional? Después de todo en este enfoque es insoslayable la pregunta

nietzscheana: ¿Qué quiere el que busca la verdad?

29

Ibid., p. 160 30

Ibid., pp. 164-165 31

Ibid., p. 169 32

Ibid., p. 172-173 33

M. Foucault, Microfísica del poder, op. cit., p. 29

Page 9: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

264

El método genealógico que le da sentido al enunciado foucaultiano consiste

precisamente en interpretar y valorar, es decir, en establecer las diferencias y la

jerarquía entre las fuerzas que se apropian de una cosa y en establecer los valores que

determinan el sentido de esa cosa; diferencias de fuerzas que están en el origen mismo

de la cosa. Por lo tanto, una vez que se cambia la manera de interrogar, se abre un

nuevo espacio para el enfoque subjetivo, aunque ciertamente no en el sentido del

sujeto individual, sino en el de la subjetividad social. El método genealógico, y su

fuerza desmistificadora, se insertan en un enfoque más complejo que nos entrega una

positividad social cuyo ser es el devenir mismo y se encuentra muy alejada del ámbito

que captan los otros métodos.

El método pos marxista

El marxismo en todas sus variantes ha influido profundamente en el desarrollo

de las ciencias sociales. Más que de un método específico, se trata de un campo

conceptual profundamente influido por el movimiento socialista en el cual confluye

una variedad de enfoques más o menos tradicionales, en los cuales la dialéctica

hegeliana y el historicismo juegan un papel fundamental. No nos interesa hacer un

análisis de esta manera de conocer cuya influencia en las ciencias sociales es

indiscutible, como indiscutible es su anquilosamiento que acompaña el declinar del

socialismo real como experiencia histórica. En este trabajo nos interesa analizar

métodos capaces de abrir nuevos horizontes y por eso só1o rescatamos una

interpretación, a nuestro juicio preñada de futuro, que emerge de este campo al calor

de una experiencia histórica desde la cual el ámbito del movimiento socialista se abre

hacia nuevos espacios de libertad epistémica y práctica.

A falta de mejor nombre, denominamos post marxista la interpretación que

hace A. NEGRI del método que deriva de su lectura de Los fundamentos para la

critica de la economía política (Grundrisse) de MARX.34

Se trata de una lectura

profundamente condicionada por la experiencia política de los años sesenta y setenta

que insurge contra toda forma de totalitarismo moderno, pero que al mismo tiempo

rehusa caer en la tentación del pensamiento débil y del postmodemismo. Surge así un

método antidialéctico y no totalitario que reclama los derechos de lo múltiple. La

calificación de [post marxista no nos gusta, pero con ello hemos querido hacer énfasis

en el hecho de que esta interpretación partiendo, como se dijo, de la tradición

marxista, al igual que otras derivadas ya sea de la fenomenología o de inspiración

nietzscheana o incluso de la filosofía analítica (pasando por el segundo

WITTGENSTEIN), confluye hacia esa crítica radical de los límites impuestos por la

dialéctica con su insuperable dualismo entre sujeto y objeto. Un dualismo

epistemológicamente vestido de racionalismo y empirismo que ha dominado la ratio

34

Cf. Negri, Marx dopo Marx, Feltrinelli, 1979

Page 10: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

265

occidentalis desde PLATON y que madura con el cogito cartesiano y sus

derivaciones.35

La escogencia que hace de los Grundrisse como texto para exponer su

interpretación no es casual. En primer lugar, se quiere polemizar con toda la tradición

del movimiento obrero administrado, como la llamó FOUCAULT, mostrando que en

el origen de ese movimiento había otra posibilidad de desarrollo muy distinta a la

recorrida. En segundo lugar, este texto de MARX fue escrito en un momento cuando

la crisis social era inminente y, por lo tanto, es una obra permanentemente abierta al

proceso de transformación y no a la recuperación dialéctica de las tensiones que

caracteriza siempre el pensamiento del movimiento social administrado. Es una obra

que busca captar la emergencia de la subjetividad revolucionaria, del nuevo poder

constituyente, de la irrupción de lo múltiple, en lugar de cerrarse en un marco

conceptual rígido y jerarquizado, hacia lo “uno” dialéctico y despótico. Así pues

NEGRI, a la manera de un comentarista medieval, examina el texto del maestro para

extraer de é1 su propio pensamiento que deriva de las prácticas sociales en las que

tanto é1 como el texto se encuentran sumergidos. Tan sólo de esta forma, NEGRI

puede extraer lecciones del texto.

La primera de estas lecciones enseña el método materialista de MARX. Este

parte de la abstracción determinada para establecer la tendencia cuya determinación

empuja hacia una nueva exposición y a un desplazamiento del campo de investigación.

Esto quiere decir

que el método materialista precisamente en la medida en que toma en

cuenta la subjetividad y se abre en su totalidad hacia adelante y se

vuelve expresión de esa subjetividad, en esa misma medida rechaza

todo cierre en una totalidad dialéctica en una unidad logica.36

El método de MARX hace surgir de esta manera un universo plural. La

dialéctica entre investigación y exposición es abierta. Toda conclusión expositiva de la

investigación abre muchos campos de investigación, no solamente en sentido

horizontal, es decir en el sentido del agotamiento sucesivo del campo de investigación,

sino sobre todo

desdeel punto de vista histórico y tendencial desde el cual, la

identificación de cada nuevo sujeto muestra de inmediato el nuevo

35

Vale aquí, hacer una breve consideración sobre la acusación de irracionalismo que afecta especialmente

a Nietzsche y a las interpretaciones que en ó1 se inspiran (véase Lukacs, Habermas etc.). Los que así

critican parecen no darse cuenta de que la critica que hace Nietzsche a la razón de no es gnoseológica,

sino genealógica. El valor cognoscitivo de la razón lejos de ser negado es potenciado hasta sus ultimas

consecuencias, hasta desmistificar su propio origen. En este sentido, Nietzsche es el continuador del

trabajo iniciado por la ilustración en contra de toda la mistificación del criticismo kantiano y sus

derivaciones directas e indirectas que nunca llevaron la critica hasta sus ultimas consecuencias. De

manera que el supuesto irracionalismo es, en realidad, un iluminismo extremo como supo comprender a

medias Adorno, Cf. T. W. Adorno, Dialéctica negativa, Madrid, 1975. 36

A. Negri, Marx dopo Marx, op. cit., p. 23.

Page 11: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

266

antagonismo mediante el cual pone en marcha un proceso de

emergencia determinada de nuevos sujetos.37

Cada resultado de la investigación intenta precisar su contenido antagónico en

la exposición, la cual a su vez constituye un material que tiene que someterse a

investigación y conformar el tema de una nueva exposición, es decir que a la

representación (Darstellung) le sigue una nueva representación (Neue Darstellung).

Así pues no existe linealidad, sino pluralidad de puntos de vista estimulados siempre

por el antagonismo determinado. La exposición presenta saltos hacia nuevas

exposiciones con base en el ritmo de constitución de la investigación. En este método

no hay inclinación por la totalidad en el sentido monolítico, sino más bien en el

sentido de la multiplicidad de las secuencias y de los saltos, un instrumento “adecuado

para seguir la multiplicidad y dinamismo omnilateral de la realidad”.38

Habiendo establecido que el método permite determinar la tendencia que lleva

a la emergencia de nuevos sujetos, NEGRI lo opone polémicamente a ciertas actitudes

que podríamos definir como postmodernas, y afirma que la actual discusión sobre la

metodología de las ciencias sociales se plantea en el ámbito del “pluralismo de las

instancias de autovalorización social” y del dinamismo de la recomposición y esto se

pretende oponer a la metodología marxista. Parecería - observa nuestro autor - que es

suficiente con hablar de multiplicidad de instancias de recomposición, de

transversalidad del método de recomposición para rebasar a MARX. Pero NEGRI se

pregunta ¿más allá de cual Marx? ¿Ese Marx que se aprendía en las escuelas del

partido?, ¿o el que revive en la tarea teórico-práctica de la lucha obrera y proletaria?”39

Al leer Los fundamentos - dice NEGRI -, se tiene la impresión de que estamos

efectivamente más allá de MARX, pero también más allá de todas las posibles

metodología del pluralismo y las transversalidades. Por una parte, NEGRI quiere

deslindar su MARX del de los marxistas del movimiento obrero administrado que

gravitan alrededor de los partidos socialdemócratas y comunistas y que son el objetivo

fundamental de su crítica; y, por otra parte quiere rescatar la dimensión macrosocial de

los procesos de cambio del peligro de fragmentación, localización y dispersión. En

esto revela un fuerte apego a la experiencia histórica del movimiento de masas y,

aunque rescata la multiplicidad y la diferencia, no está dispuesto a renunciar al

momento colectivista. ¿Ambigüedad de un pensamiento que todavía no puede

determinar claramente la naturaleza de la relación entre singularidad y socialización

del nuevo sujeto? ¡Posiblemente! Pero también reacción frente al vacío de un

pensamiento débil, demasiado débil.

Constitución de la categoría: genealogía o dialéctica

La apertura hacia lo múltiple, lo diverso y heterogéneo encuentra un obstáculo

en la rigidez del concepto, en la propensión de la razón a reificar el devenir de los

37

Negri, p. 24. 38

Ibid., p. 25 39

. Ibid., p. 26.

Page 12: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

267

flujos y las relaciones en sistemas conceptuales que lo fijan en estructuras esenciales y

que constituyen el campo de fondo para el mecanicismo, el esencialismo y la

dialéctica. ¿Pues qué es la dialéctica, sino un intento por devolverle la fluidez del

devenir a una realidad encapsulada por la 1ógica en un sistema rígido? Esta es la

rigidez que NEGRI encuentra en El Capital de MARX que hace de ese texto el

fundamento para el economicismo, el historicismo y la dialéctica recuperadora del

marxismo: esa ideología del movimiento obrero administrado. Para evitar este peligro,

es necesario rescatar la diferencia como momento genético del concepto evitando su

cierre en una esencia eterna. Pero Los Fundamentos es un texto débil a este respecto y

NEGRI busca apoyo en la “Introducción del 57”.40

El problema del concepto es el problema de lo general que se coloca en el

juego entre diferencia y repetición.41

Es imposible, por lo tanto, obviar el problema de

los universales y NEGRI claramente se coloca al lado del realismo al afirmar que todo

nombre posee una “cierta realidad”, el problema consiste en no mistificar “la

referencia” acoplando el nombre y la realidad en forma correcta. Para aproximarse al

concepto, hay que partir del “elemento general, orgánico que la constituye”. Pero si se

hace del concepto tan sólo un nombre, la realidad y el nombre quedarán separados.

Tomemos, por ejemplo, la producción en general en lugar de esta producción aquella

producción. Si la producción en general es una abstracción con sentido, lo es en la

medida en que “pone efectivamente de relieve el elemento común, lo fija y nos ahorra

una repetición”.42

Parecería que la diferencia ha sido anulada por la repetición que se

consolida en una cosa. ¿El realismo inicial nos conduce acaso a la reificación total?

¡No, en absoluto! - dice NEGRI. Este elemento general que es abstraído y aislado por

la comparación “es é1 mismo algo articulado que se ramifica en determinaciones

diferentes”, algunas de las cuales pertenecen a todas las épocas, pero otras solamente

se encuentran en ciertas épocas. Hay que aislar lo que difiere de este elemento central,

al tiempo que se aíslan las determinaciones que constituyen su unidad. En este párrafo

de la “Introducción del 57”, de donde NEGRI extrae las citas anteriores, está todo: “la

construcción de lo general conceptual abstracto”, su determinación particular sobre la

base de la diferencia y “la polémica contra todas las concepciones eternizantes de lo

general conceptual sobre una base materialista de los economistas y los philosophes

del siglo XVIII”. El concepto aparece articulado históricamente desde lo disparatado,

como diría FOUCAULT, se conforma por agregación y desagregación de elementos

originariamente heterogéneos. Estamos pues muy lejos de ese despliegue inmanente

de una esencia que permanece inmutable por debajo de sus múltiples manifestaciones.

Confrontemos lo dicho con lo que afirma POPPER, ese acérrimo enemigo del

historicismo, que parece creer que el esencialismo es inherente a las ciencias sociales

porque - nos dice -

40

Ibid., pp. 52-53 41

Cf. G. Deleuze, Difference et Repetion 42

A. Negri, op. cil., p. 61

Page 13: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

268

La tarea de la ciencia social es la de explicar las entidades sociales tal

como son; la acción económica, los grupos sociales no son posibles

sino se descubren sus esencias.43

El problema es pues el de distinguir “lo esencial de lo accidental” o mejor aún

de discemir el elemento general común y la determinación particular. Por lo tanto,

continúa POPPER “en las ciencias sociales no es posible hablar de cambios o de

desarrollos sin presuponer ciertas esencias”. El esencialismo metodológico puede

fundamentarse con el argumento de HERACLITO de que el devenir desafía la

descripción racional y que, por lo tanto, la ciencia o el saber “presupone algo que no

cambia, que permanece idéntico a sí mismo: una esencia. Por ello, en cierto sentido, la

cosa presupone el cambio y por ende la historia”. En efecto, si lo que permanece

idéntico o inmutable cuando una cosa cambia es su esencia (idea, forma, naturaleza o

substancia), entonces los cambios a los cuales se somete a la cosa pone de relieve

partes, aspectos o diferentes posibilidades de la cosa y, en consecuencia, de su esencia.

La esencia se puede interpretar como suma o fuente de las potencialidades inherentes a

la cosa y el cambio como realización o actualización de las potencialidades ocultas de

su esencia. “En consecuencia, una cosa, es decir su esencia inmutable no se puede

conocer, sino a través de sus cambios”.44

La definición en sentido realista del concepto parece conducir necesariamente

a la esencia inmutable que despliega sus potencialidades en el devenir histórico. El

marxismo fundado sobre esta base se convierte en antropología, en descripción del

despliegue histórico de la naturaleza humana. Pero el pensamiento social que

acompaña el surgimiento de una nueva subjetividad cuya composición es múltiple y

abierta, no puede agotarse en la descripción del despliegue de la esencia humana, ni

cerrarse en un discurso conservador y totalizante. Este pensamiento debe ser

disolvente de las reificaciones constituidas por las relaciones de poder existentes y, por

lo tanto, tiene que recuperar la diferencia. Tiene que ser un pensamiento genealógico

como el de NIETZSCHE que se opone al despliegue metahistórico de las

significaciones ideales y de los indefinidos teleológicos. Se opone a la “búsqueda del

origen”.45

En efecto, el concepto del origen que tiene el pensamiento occidental

tradicional, desde Platón en adelante, es siempre y solamente el de un lugar donde

habita la esencia inmutable de la cosa. De ahí que la búsqueda del origen sea siempre

un recorrer contra corriente el camino andado por la esencia que se despliega es, como

dice FOUCAULT, el esfuerzo

por recoger allí la esencia exacta de la cosa, su más pura posibilidad, su

identidad cuidadosamente replegada sobre sí misma, su forma móvil y anterior a todo

aquello que es externo, accidental y sucesivo. Buscar un tal origen es intentar

encontrar a lo que ya estaba dado.46

43

K. Popper, op. cit., p. 21 44

Ibid. 45

M. Foucault, microfísica del Poder, Madrid, La Piqueta, p. 8 46

. Ibid., p. 9

Page 14: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

269

La genealogía es el antídoto del historicismo porque - como dice FOUCAULT

- se ocupa de escuchar a la historia y no a la metafísica y por esto comprende que

detrás de las cosas existe algo muy distinto: en absoluto su secreto

esencial y sin fechas, sino el secreto de que ellas están sin esencias; o

que su esencia fue constituida pieza por pieza a partir de figuras que

le eran extrañas.47

Así pues cuando NIETZSCHE se pregunta ¿cómo es que la razón llegó al

mundo? Se contesta diciendo: posiblemente de una manera irracional, por

casualidad.48

La genealogía muestra con eficacia que “lo que se encuentra al comienzo

histórico de las cosas, no es la identidad aún preservada de su origen - es la discordia

de las otras cosas, es el disparate”.49

Para FOUCAULT “hacer la genealogía de los

valores, de la moral, del ascetismo, del conocimiento - pero también se podría decir

del Estado, de la producción, etc.- no será, por lo tanto, parte de la búsqueda de su

“origen”. Y es que

la genealogía no pretende remontar el tiempo para establecer una

continuidad por encima de la dispersión, del olvido. Su objetivo no es

mostrar que el pasado está bien vivo en el presente [...] es, al

contrario, mantener lo que pasó en la dispersión que le es propia [...]

es descubrir que en la raíz de lo que conocemos, de lo que somos, no

esta en absoluto la verdad ni el ser, sino la exterioridad y el

accidente.50

Por ello, FOUCAULT sigue la distinción nietzscheana entre origen y

procedencia (Herkunft) porque

la búsqueda de la procedencia no funda, al contrario, remueve aquello

que se percibía inmóvil, fragmenta lo que se pensaba unido; muestra

la heterogeneidad de aquello que se imaginaba conforme a sí

mismo.51

Pero el análisis genealógico no se agota en la heterogeneidad de lo constituido,

sino que es también, análisis de la emergencia (Entstehung) la cual se produce siempre

en un determinado estado de fuerzas y designa un lugar de enfrentamiento, es decir, el

lugar donde: a) los hombres dominan a otros hombres, de lo cual deriva la

diferenciación de los valores; b) unas clases dominan a otras y así nace la idea de

libertad; c) los hombres se apropian de las cosas que necesitan para vivir y le imponen

una duración que no tienen o las asimilan por la fuerza, dando así lugar al nacimiento

de la lógica.52

47

Ibid., p. 10 48

F. Nietzsche, Morgenrote en Werke, p. 23, p. 1.037 49

. M. Foucault, Microfísica del poder, op. cit., p. 10 50

Ibid., p. 13 51

Ibid., p. 14 52

Ibid., p. 17.

Page 15: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

270

Es el juego de la dominación lo que impone la regia que introduce en escena

una vivencia repetida meticulosamente. Pero las reglas en si mismas están vacías y no

finalizadas,

es precisamente el gran juego de la historia ver quien las utiliza, quien

.se ampara en ellas, quien las pervierte. Pero las diferentes

emergencias que pueden percibirse no son las figuras sucesivas de

una misma significación, son más bien, el efecto de sustituciones,

emplazamientos y desplazamientos, conquistas disfrazadas, desvíos

sistemáticos. Si interpretar fuese aclarar lentamente una significación

oculta en el origen, solamente la metafísica podría interpretar el

devenir de la humanidad. Pero si interpretar es apropiarse, con

violencia o subrepticiamente, de un sistema de reglas que no tiene en

sí mismo una significación esencial, e imponerle una dirección,

plegarlo a una nueva voluntad, hacerlo entrar en otro juego y

someterlo a reglas segundas, entonces el devenir de la humanidad es

una serie de interpretaciones. Y la genealogía debe ser su historia:

historia de las morales, de los ideales, de los conceptos metafísicos,

historia del concepto de libertad... 53

Esta definición de la interpretación que elabora FOUCAULT, interpretando a

NIETZSCHE, manifiesta, a mi juicio, la emergencia de una nueva subjetividad. La

misma subjetividad cuya emergencia expresa la interpretación que NEGRI hace de

MARX. Una subjetividad que se opone a los mecanismos de sumisión, que se opone a

toda recuperación dialéctica, a la enajenación de su potencia constructiva en un poder

externo que se arroga el derecho de representaría y que fundamenta la legitimidad de

su despotismo en la historia. Por eso - dice FOUCAULT - la genealogía se opone a la

historia que tendría por función recoger, en una totalidad bien cerrada sobre si misma,

la diversidad al fin reducida del tiempo, una historia que nos permitiría reconocemos

en todas partes y dar a todos los desplazamientos pasados la forma de reconciliación,

es decir que se opone a la historia del historicismo.

A este respecto, POPPER señala que “un ejemplo típico de la esencialidad de

un análisis causal histórico según el historicista, es el problema de los orígenes”.54

Esto ocurre porque los historiadores buscan apoyo fuera del tiempo, porque suponen

una verdad eterna, una conciencia siempre idéntica a sí misma; entonces el sentido

histórico es atrapado por la metafísica. En revancha, el sentido histórico escapará a la

metafísica para convertirse en el instrumento privilegiado de la genealogía si no se

basa en ningún absoluto.55

La historia, dirigida por la genealogía tiene de acuerdo a

FOUCAULT tres usos: a) liberarnos de la metafísica y de la antropología, de la

memoria, es decir, se convierte en una contramemoria; b) su finalidad no es la de

construir las raíces de nuestra identidad, sino hacer aparecer todas aquellas

discontinuidades que nos atraviesan; y c) consumar el sacrificio del sujeto del

conocimiento. Este tercer punto merece algunas consideraciones.

53

Ibid., p. 18. 54

K. Popper, op. cit., p. 22 55

M. Foucault, op. cit., p. 19.

Page 16: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

271

La muerte del sujeto decretada por FOUCAULT tiene por objetivo reconducir

el saber a sus raíces empíricas. Por ello, FOUCAULT se esfuerza por buscar las

condiciones materiales que hacen posible todo discurso. Pero su afán por recuperar la

materialidad del saber lo conduce a un rechazo del sujeto en general y no sólo del

sujeto de conocimiento soberano. En esto FOUCAULT se aleja del análisis de NEGRI

que afirma la necesidad de seguir adelante de manera dialéctica. Pero para que exista

dialéctica se necesitan sujetos.56

Aquí es NEGRI el que no logra ir lo suficientemente

adelante y renunciar del todo a la dialéctica. Cree necesitarla para poder fundamentar

el antagonismo entre sujetos diferentes. Pero como é1 mismo señala en otras partes de

su análisis, el antagonismo se fundamenta en la diferencia que se vuelve separación

irreductible. La dialéctica es precisamente la recuperación de esa separación en unas

relaciones de dominación.

El fin del sujeto soberano de conocimiento de FOUCAULT puede que no sea

incompatible con la emergencia de las nuevas subjetividades tal como la interpreta

NEGRI. El que muere es el sujeto moderno desconocimiento. Aquél que desde el

Renacimiento desplaza al dios medieval como fundamento del conocimiento,

expresión del afirmarse del individuo como figura social que emerge de las prácticas

sociales mercantiles. Su muerte no es más que su disolución genealógica en esos

procesos sociales para mostrar su materialidad constitutiva en el momento que se

produce una nueva subjetividad. Por su parte, el materialismo de MARX es

fundamentalmente una explicación de la emergencia de la subjetividad. MARX parte

de la heterogeneidad de los procesos reales y los compone en una totalidad, la cual es

nexo y unidad de las diferencias en la medida en que es una estructura subjetiva.57

En

este sentido, el concepto de totalidad cerca al método marxiano que por lo general se

caracteriza por la discontinuidad materialista de los procesos reales.

Tomemos, por ejemplo, la categoría de producción para ilustrar como la

heterogeneidad material se constituye en totalidad subjetiva. En los términos

fundamentales que la distinguen y en la totalidad que la caracteriza, la categoría de

producción tan sólo puede constituirse en tanto que categoría de la diferencia, como

totalidad de los sujetos, del antagonismo. De lo contrario la producción se fragmenta

en una multiplicidad de esta producción, aquella producción, etc. La producción como

totalidad sólo tiene sentido en términos de los sujetos que participan en ella y que la

economía política sólo reconoce como reclamantes del producto en tanto que factores

de la producción: capital, trabajo, tierra. La producción, es algo más que la

particularidad de las ramas específicas, porque existe un sujeto social que actúa en una

totalidad más o menos amplia de ramas. Por ello, aceptar la totalidad sin los

antagonismos que la componen equivale a no “concebir los mementos de la unidad”.

De este modo, nos dice NEGRI, MARX concibe la categoría (de la producción, en

este caso) fijando su base materialista en contra de la ideología del siglo XVIII, y su

base dialéctica en contra de los economistas, e insiste sobre la subjetividad de sus

determinantes en contra de reformistas y juristas.

56

. A. Negri, op. cit., p. 54 57

Ibid., p. 55

Page 17: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

272

Pero materialismo y dialéctica son insuficientes para definir el método. Ambos

proporcionan la totalidad y la diferencia así como el sentido que tiene el nexo

estructural entre ambos - desde el punto de vista subjetivo, por supuesto. Pero todo

esto no es suficiente - dice NEGRI –

hasta tanto esta estructura, esta totalidad, no se divida en su propio

interior, hasta tanto captemos únicamente la subjetividad estructural

(capitalista) y no las subjetividades que dialécticamente constituyen

la estructura (las dos clases en lucha).58

NEGRI hace énfasis en el hecho de que

el procedimiento dialéctico se añade al materialista no para proveer a

la determinación de un posible desarrollo totalitario; si no más bien

para representar a la totalidad estructural como potencial de

escisión.59

En este MARX, por lo menos, queda excluido ese repliegue hegeliano de la

conciliación dialéctica que ya había sido criticado por Karl KORCH medio siglo antes.

Los elementos fundamentales del método

La dialéctica es siempre recuperadora, por eso el método materialista corre el

riesgo de ser replegado en un marco conceptual rígido y totalizante que termina por

reducir el antagonismo a un proceso mecánico de leyes perennes e inmutables y los

sujetos, convertidos en entes ideales eternos, son sometidos a un devenir histórico

teleológico, al final del cual no hay más que sumisión a un orden despótico universal.

Es precisamente para salvar al método materialista y su capacidad de rescatar la

heterogeneidad de lo real que FOUCAULT mata al sujeto de conocimiento y reniega

de la dialéctica. La objeción de NEGRI es que, entonces, el discurso se vuelve

expresión de un pensamiento anónimo, de una subjetividad que no logra reconocerse a

sí misma, que tiende pues a dispersarse y queda atrapada en un reticulado del poder

hasta agotarse y desvanecerse. La represión que ejercía el viejo orden despótico es

reemplazada por la dispersión como instrumento de dominación. ¿No es acaso éste el

destino manifiesto del postmodemismo? Toda subjetividad que quiera afirmar en

verdad su existencia separada e instaurar una nueva realidad debe apropiarse de la

experiencia histórica acumulada. Por eso para NEGRI es importante rescatar la

emergencia del sujeto como momento eminente de la discontinuidad histórica y cree

encontrar, en el modo como MARX utiliza el discurso de la economía política, un

método que permite mostrar como la construcción de la categoría se abre a la

emergencia de la subjetividad y se adapta al desplazamiento de la realidad que dicha

emergencia produce. Este método tiene cuatro momentos fundamentales: a) la

abstracción determinada, b) la identificación de la tendencia, c) lo prácticamente

verdadero, d) el desplazamiento de la investigación.

58

Ibid. 59

Ibid., p. 57

Page 18: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

273

La abstracción determinada es el primer momento del método y muestra que

la gnoseología marxiana se mueve en el ámbito kantiano, puesto que asume lo

concreto como resultado de una construcción teórica y en esto difiere del realismo

ingenuo, tan frecuente entre los científicos duros y blandos los cuales presuponen que

lo concreto es aquello que viene dado inmediatamente. Este es el fetichismo de los

objetos – dice NEGRI - Pero para MARX la verdad de lo concreto se construye por un

proceso de síntesis de los datos de la intuición.60

No hay pues cabida para ningún tipo

de escepticismo epistemológico. Ciertamente nos encontramos muy lejos del

positivismo lógico y de las aporías del empirismo, y plenamente ubicados en el

transcendentalismo, el cual supone que, este trabajo de construcción de lo concreto, se

hace con las categorías constitutivas del sujeto de conocimiento pertenecientes a la

espontaneidad del sujeto, como diría KANT. Ahora bien, este problema nunca fue

tematizado por MARX y, por lo tanto, la génesis material de la actividad espontánea

del sujeto de conocimiento, es decir, el rastreo genealógico, que muestre su origen en

las practicas sociales, permanece en la sombra. Y sin este análisis, el

transcendentalismo flota en la ambigüedad idealista de los juicios sintéticos a priori y

su destino inexorable es el de ser recuperado por la dialéctica hegeliana o sufrir su

desintegración a manos del empirismo lógico.

La ausencia de un análisis materialista del conocimiento es una de las grandes

limitaciones del pensamiento de MARX que frena su desarrollo en sentido

materialista, que no permite disolver los fetiches conceptuales plenamente en las

relaciones sociales. MARX es el descubridor del origen social de la conciencia y, sin

embargo, este descubrimiento fundamental para liberarnos del despotismo de la

dialéctica y de otros despotismos, permanece atrofiado y enunciado vagamente en la

famosa frase: “el ser social determina la conciencia social”.61

Sin embargo, MARX no

esta muy lejos de reconocer a las prácticas sociales como el origen de la abstracción,

cuando afirma que:

Las abstracciones más generales surgen tan sólo allí donde se da el

más rico desarrollo concreto, donde una sola característica es común

para un gran número, para una totalidad de elementos.62

La abstracción se produce por acumulación de situaciones concretas en las que

aparece la misma característica como si la repetición práctica impusiese una dirección

al pensamiento. Este es el proceso de la tendencia, cuya identificación es el segundo

momento del método. El pensamiento así dirigido, construye nuevas categorías que

determinan lo concreto. Pero el método de la tendencia no es tan sólo un modo de

construir categorías a partir de una suma de adquisiciones históricas, puntualiza

NEGRI, sino una manera de interpretar el presente a la luz del futuro.63

Esta tensión

hacia el futuro es lo que en verdad abre las categorías a la posibilidad de

60 Ibid.

61

. A este respecto, llama la atención que Negri que conoce los trabajos de A. Sohn-Rethel ignore el

asunto. Cf. A, Sohn-Rethel, Geistege und Korperlische Arbeit. Suhrkamp, Frankfurt, 1972 62

K. Marx, Los Fundamentos para la Critica de la economía política, vol. I, op. cit. p. 30. 63

A. Negri, Marx dopo Marx, op. cit., p. 59

Page 19: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

274

transformación práctica de la realidad que las genera. Así, la verdad, como

determinación de lo concreto, se convierte en posibilidad práctica de transformación.

Este es el tercer momento del método que NEGRI denomina lo prácticamente

verdadero. La categoría se construye por acumulación histórica de elementos y abre

una posibilidad práctica de cambio que impulsa un desarrollo ulterior de las

categorías.

El momento de lo prácticamente verdadero rompe con la inercia mecánica del

marco conceptual y le otorga al método un sentido subjetivo, abierto y constructivo.

Es aquí donde parece que la práctica se llena de subjetividad la cual se aloja en el hiato

entre juicios analíticos tautológicos y juicios sintéticos a priori. En esto radicaría la

superioridad del método materialista que reconduce a la inmanencia de las prácticas

sociales el transcendentalismo crítico y, con é1, el sujeto soberano de conocimiento

adquiere un espesor social y plasticidad histórica. Cualquier recomposición idealista se

vuelve imposible y la realidad con sus discontinuidades se vuelve irreducible a falsas

mediaciones dialécticas, Por el contrario, la diferencia aparece inmediatamente como

momento genético de la subjetividad.

Es tan sólo la falta de un análisis genealógico del conocimiento, lo que le

impide a MARX mantener la radicalidad del método materialista para evitar dejarse

atrapar en la dialéctica. NEGRI observa acertadamente que la diferencia es, después

de todo, una categoría fundamental del método de MARX que, sin embargo, no

alcanza su madurez en la “Introducción del 57”, pero que en Los Fundamentos se hace

antagonismo. Este emerge de las prácticas sociales como diferencia subjetiva, como

separación del orden que rige esas prácticas sociales e impone una presión a ese orden

que se traduce en una tensión del sistema categorial que lo obliga a mantenerse

abierto. Esto es lo que, según NEGRI, hace de Los Fundamentos una obra abierta.

Pero la insuficiencia de radicalidad antes señalada tiene un costo también en esto,

puesto que la riqueza de la tendencia como posibilidad real de las prácticas sociales es

con frecuencia achatada en la mera proyección de variables. La proyección es siempre

y solamente extensión mecánica de un sistema rígidamente cosificado cuya estructura,

por lo tanto, no tiene posibilidad de saltos cualitativos.

Precisamente apunta NEGRI el desplazamiento de la tendencia hacia lo

prácticamente verdadero, o sea hacia un hacerse subjetivamente verdad de la

determinación abstracta de lo real, es lo que desplaza la proyección y en su lugar

aparece el salto innovador. Este es el cuarto y último momento del método que capta

la participación de los sujetos en los cambios que ocurren en las prácticas sociales de

las cuales emergen.64

Las categorías se modifican, la tendencia es rechazada o cambia

de posición o sufre variaciones. Los sujetos que actúan en este medio plural, variado y

móvil, se ven implicados ellos también en tales variaciones. Nuevas diferencias y

nuevos antagonismos cambian la naturaleza del tejido de las prácticas sociales que

terminan por expresarse en un nuevo cuadro teórico: el de lo real. Este principio de

constitución es para NEGRI el centro del método de MARX gracias al cual la

tendencia no puede reducirse a mera proyección, ni la abstracción a hipótesis de

64

. Los saltos y los virajes de la realidad y la participación de los sujetos, afirma Negri. Cf., op. cit., p. 66

Page 20: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

275

objetividad categorial, ni el criterio de práctica a un fetichismo realista de la

continuidad histórica. ¡Qué lejos está este MARX del marxismo con su proyecto

socialista, con sus leyes de la dialéctica y su realismo socialista!

En el MARX que NEGRI extrae de Los Fundamentos, la diferencia aparece

como crisis que se coloca en el corazón del análisis, todavía muy apegado al marco

conceptual rígido y reificado de la ciencia moderna. Pero es, como bien lo señala el

propio NEGRI, un principio esencial para el análisis de la transformación, porque es

conciencia del salto practico en el interior de la continuidad teórica.65

Este es un

MARX más allá de MARX porque su método es un ir más allá teóricamente, toda vez

que la emergencia de la subjetividad hace ir la realidad más allá. La producción libre

de conceptos no es tan sólo una prerrogativa del pensamiento, sino una necesidad para

manifestar la diferencia que es expresión de una subjetividad que quiere afirmarse

como separación de lo ya constituido.

El saber Rizomático

¿Un método como el que acabamos de reseñar es acaso apropiado para las

ciencias sociales? Hay implícita en esta pregunta un problema epistemológico y uno

operativo. El primero se refiere a la necesidad o no de superar los sistemas

categoriales cerrados propios de la modernidad para recobrar la heterogeneidad

material y su génesis en las prácticas sociales. La segunda se refiere al valor práctico

del saber como instrumento de transformación: ¿deben las ciencias sociales ser

eficaces en la transformación de lo social? Es obvio que la respuesta a esta segunda

pregunta depende del punto de vista desde el cual se hace ciencia, es decir del

ensamblaje de practicas sociales al cual un determinado saber pertenece. Y la manera

de contestar la segunda pregunta determina la respuesta de la primera. Es indiscutible

que siempre se espera de toda ciencia moderna una cierta eficacia operativa. Cuando

se acepta el marco categorial rígido del paradigma de las ciencias naturales, entonces

dicha eficacia operativa es externa a la ciencia misma, la cual estudia las relaciones de

una estructura real para determinar sus leyes que luego pueden ser manipuladas

tecnológicamente para conseguir algún resultado práctico. Pero bajo la influencia del

movimiento obrero administrado, las ciencias sociales participaron de las grandes

narraciones ideológicas - y con frecuencia se confundieron con ellas -, que servían de

fundamento a proyectos políticos específicos. Con la caída de las ideologías también

desapareció este tipo de exigencia para con las ciencias sociales. La reacción frente al

abuso ideológico de los saberes se expresa en el horror por las construcciones teóricas

totalizantes y sus pretensiones de transformar completamente la sociedad.

La actitud de FOUCAULT expresa muy claramente la nueva actitud de los

investigadores que quieren mantener una vinculación con las transformaciones

sociales: el trabajo del intelectual sirve para remover los prejuicios y las viejas

concepciones que obstaculizan la transformación con su inercia conceptual. Una

65

Ibid., p. 67.

Page 21: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

276

postura inspirada en NIETZSCHE que ve en la transformación de los valores un

momento importante en la articulación de nuevos ensamblajes de prácticas sociales.

No se trata pues de prescribir modelos de conducta o proponer proyectos o programas

de cambios sociales. El trabajo intelectual integrado a la transformación práctica tiene

como principal objetivo remover las solidificaciones conceptuales, recuperar la

diferencia que está en el origen de cada concepto para disolverlo y recomponer sus

elementos en nuevas conceptualizaciones ordenadas en planos horizontales y

polivalentes, sin jerarquías fijas, las cuales reconstruyen siempre órdenes despóticos.

De ahí que G. DELEUZE y F. GUATTARI propongan un método rizomático,66

el

cual permite establecer conjunciones entre campos de saber distintos sin anular su

especificidad. Mesetas diferentes atravesadas por conexiones subterráneas que se

integran a una realidad articulada por maquinas y complejos maquínicos formando,

con esas máquinas, ensamblajes de discursos, objetos y prácticas que derivan

permanentemente en otros. La antigua separación entre trabajo intelectual y actividad

práctica se descompone en deseo que a su vez tiene una forma maquínica, es siempre

máquina o máquina de máquinas. El análisis recorre pues las diferencias que hacen

posibles las conjunciones y disyunciones que forman las máquinas, la parte articulable

en máquinas sobre planos de emergencia horizontales se convierte en objeto

privilegiado del análisis que por eso mismo se vuelve esquizoanálisis.

La investigación se convierte fundamentalmente en creación de nuevos

conceptos67

que forman máquinas con objetos materiales en unos ensamblajes

cruzados por articulaciones que DELEUZE y GUATTARI definen arbóreas de donde

provienen el orden y el pensamiento jerárquico que conduce al despotismo, el polo

paranoico; pero también cruzadas por líneas de fuga que horizontalizan el deseo

haciéndolo trascender para luego reensamblarlo en otra. De este modo el deseo se

libera de la territorialidad del ensamblaje que lo forma, se desterritorializa para luego

volverse a territorializar. La reterritorialización del deseo está implicada en la nueva

articulación maquínica y como el deseo existe solamente en articulaciones maquínicas,

las líneas de fuga presentan un grave peligro. El deseo al liberarse de una

territorialización con sus ordenamientos jerárquicos se libera, pero también corre el

riesgo de perder toda articulación maquínica. Si esto ocurre la realidad se

homogeneiza y el propio deseo baja a intensidad cero. La línea de fuga puede también

conducir a la muerte. El peligro de aniquilación es un espectro que siempre está en

todo proceso de liberación.

La realidad es pues, constitutivamente, heterogénea y maquínica, abierta a una

productividad conceptual infinita que, sin embargo, siempre tiene una especificidad

rigurosa en el ensamblaje maquínico que la produce y con el cual hace máquina. Esta

visión maquínica es totalmente opuesta al mecanicismo. Para éste, todo movimiento se

da dentro de un marco conceptual rígido y una estructura real inmodificable. Se trata

de un movimiento puramente cuantitativo cuya medición es el objetivo último de la

ciencia. De ahí que, desde este punto de vista, las ciencias sociales tengan un desfase

insuperable frente a las llamadas ciencias naturales o duras. Además, el hiato entre el

66

G. Deleuze y F. Guattari, Mil Mesetas: esquizofrenia y capitalismo, Madrid, Paidós. 1988 67

G. Deleuze y F. Guattari, ¿Qué es la filosofía?, Barcelona, Anagrama, 1991

Page 22: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

277

concepto, siempre originariamente acabado, y la realidad objetiva es insuperable. De

ahí la necesidad de establecer criterios que aseguren una vinculación apropiada como

el criterio de verificación, falsación, etc., que son simples variaciones del viejo

problema metafísico de la adequatio rei. Por el contrario, el maquinismo ofrece

estructuras fluidas en permanente variación de sus elementos y relaciones y, además,

sin hiatos ontológicos, puesto que la diferencia entre el concepto y el objeto es parte

de la red de diferencias que hacen posible las conjunciones maquínicas de los equizos,

es decir, objetos parciales polivalentes.

Aparece clara la concordancia de este método con la composición material de

una nueva subjetividad que es la misma que se expresa en FOUCAULT o en NEGRI,

pero quizás con un grado mayor de madurez. En el método materialista de NEGRI la

totalidad se compone como momento subjetivo de la heterogeneidad de los procesos

materiales y por eso persiste una inclinación hacia la dialéctica. Aquí es la

subjetividad que se ha hecho heterogénea y singularizada y borra toda separación

ontológica con la realidad física: el deseo maquinado como cuerpo humano que forma

máquina con otros cuerpos humanos en ensamblajes complejos con otros elementos,

incluyendo los discursivos, es la manera como la propia subjetividad se produce y

comprende a sí misma. Sin embargo, esta singularidad no es la del individuo moderno

atrapado en su cuerpo y aislado en una sociedad hostil. El individuo de las soberanías

sometidas como lo denomina FOUCAULT. Se trata de una nueva figura social de la

subjetividad que rescata, como se dijo, su realidad material y singular que es

maquínica y, por lo tanto, capaz de formar máquina con otras singularidades en un

plano horizontal de jerarquías móviles y que justamente se enfrenta a las jerarquías

rígidas y despóticas que impiden su desarrollo. Es el individuo social, que reclama una

soberanía no sometida a ordenamientos despóticos y que produce saberes como

máquinas abstractas para conectarse en nuevos ensamblajes más libres y productivos.

La sociedad moderna se ha caracterizado por estar formada por individuos

encerrados en su propio solipsismo que sólo puede ser superado por el colectivismo de

masa el cual siempre maquina el deseo como ensamblaje despótico que anula al

individuo. En este tipo de sociedad, la dicotomía entre individuo egoísta y

colectivismo despótico es insuperable y se expresa en el ámbito de la representación,

las instituciones, de los discursos y en general de todas las prácticas sociales. De ahí

que la tradición política que hace énfasis en el individuo sea siempre apologética del

despotismo del capital y la que, privilegia el colectivismo se vuelve ideología del

despotismo de Estado.

Pero la nueva articulación rizomática expresa una subjetividad que si bien

refuerza su singularidad está maquinada de tal forma que esa vieja dicotomía

desaparece. El individuo reclama para sí una soberanía total que es incompatible con

ambas formas de despotismo y sus jerarquías, pero sólo puede ejercerla plenamente

haciendo máquina con otros individuos con conjunciones y disyunciones horizontales

Page 23: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

278

y múltiples, esta figura de la subjetividad es el individuo social, como lo llama

NEGRI, que vive en una sociedad de individuos soberanos.68

Hacia un nuevo amanecer

Este breve y rápido paseo por campos epistemológicos que formalmente

constituyen islas separadas sin comunicación directa entre sí, aun cuando su rivalidad

implícita aflora permanentemente en sus discusiones internas, al tiempo que su punto

de partida adquiere sentido sólo en función de los enfoques teóricos que excluye, tiene

como propósito mostrar que no existe un sólo método de aproximación a la realidad o

si se prefiere una única manera de constituir la base empírica, a menos que se adopte

una postura cientista. Pero más importante aún que esta simple constatación de hecho

es afirmar la necesaria multiplicidad metódica que debe caracterizar la investigación

sobre lo social, especialmente en esta época en la cual el modelo clásico de

investigación científica inspirado en la física ha sufrido modificaciones en su propia

ciencia de origen, la cual se desplaza hacia conceptualizaciones menos mecanicistas y

más abiertas a procedimientos y criterios metafísicos. Esta multiplicidad inherente a la

investigación implica necesariamente la imposibilidad de prescribir un método único

y, por lo tanto, la imposibilidad de establecer a priori el método a ser utilizado. A este

respecto el desarrollo de la discusión epistemológica que gira en tomo a POPPER es

muy ilustrativo, especialmente cuando LAKATOS, llevado por el furor de la

polémica, se ve obligado a puntualizar que:

mi metodología, a pesar de las connotaciones antiguas de este

termino, sólo evalúa teorías o programas de investigación

completamente elaborados, pero no se propone aconsejar al científico

sobre como llegar a teorías adecuadas, ni sobre cuál de dos programas

rivales debería continuar empleando.69

En otras palabras, toda reflexión sobre el método tan sólo puede evaluar el

trabajo ya realizado con el fin de precisar los límites de los resultados alcanzados,

estilizar el procedimiento para hacer más comprensible como se constituyó la base

empírica, reduciendo las posibilidades de malas interpretaciones. Pero ciertamente no

para prescribir pautas o normas al investigador a las cuales éste deberá ceñirse como el

usuario lo hace a un instructivo o manual de procedimientos. La reflexión sobre los

métodos utilizados puede sin duda, ayudarle a afinar su sensibilidad a favor de un

mayor rigor selectivo y capacidad de autocrítica para detectar cuando el lenguaje gira.

en el vacío. En cada caso, el método debe constituirse concomitantemente con el

proceso investigativo, puesto que si la investigación ha de ser tal, no puede prescindir

de ese momento eidético que es el verdadero momentum en que cristaliza esa

búsqueda que no es algo más de lo mismo, es decir el momento del descubrimiento,

del desvelar, del resultado que no estaba puesto implícitamente y a priori.

68

Sobre el proceso de constitución del individuo moderno Cf. E. Del Bufalo, El sujeto encadenado.

Caracas, Ediciones del CDCH. Universidad Central de Venezuela, 1998 69

Lakatos, Historia de la ciencia y sus reconstrucciones racionales, Madrid, Tecnos, p.145

Page 24: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

279

La escogencia del método condiciona la experiencia posible, determina aquello

que queda adentro y lo que es excluido, construye el sentido y el sin sentido que

organiza el espacio de los enunciados. De ahí que una metodología en sentido

tradicional del término - es decir rígida, acabada y prescriptiva -, sea contraria al

carácter inherentemente espontáneo y azaroso de la búsqueda. Al igual que la

burocracia académica y científica, sirve más bien para consolidar y divulgar con

precisión los resultados alcanzados, cumpliendo así una indispensable función que es

parte integrante de la investigación en sentido amplio. Pero cuando se impone como

norma del proceder de los investigadores activos tiende a atrofiar el impulso

imaginativo y debe ser rechazada.

El justo horror por el abuso del lenguaje, por ese lenguaje que gira en el vacío,

siempre tan inminente en las ciencias sociales, no debe hacernos caer en el

extremismo del empirismo lógico, al cual en su interpretación del sentido le ocurre

algo parecido a lo que pasa con los juicios sintéticos a priori y que condujo al rechazo

posterior de los mismos. En efecto, lo que a KANT le parecía una condición innata de

la intuición humana, no es más que el resultado de una experiencia social que

trasciende el individuo, es decir que los juicios sintéticos a priori son en realidad,

juicios sintéticos a posteriori que van consolidándose en sistemas formalizados o

tautológicos (como lo quieren los empiristas lógicos). Todo juicio analítico fue

sintético alguna vez. Si estos filósofos hubiesen sido empiristas consecuentes (no

todos quisieron serlo) hubieran debido concluir que el lenguaje - los sistemas

simbólicos en general - y sus reglas tienen su origen en la experiencia social; de lo

contrario, sólo es posible evitar una solución idealista, platónica soslayando, como de

hecho lo hacen, el problema del origen.70

Por ello, el rechazo a la solución kantiana y

el automático refugio en el empirismo es más que todo instintivo.

Asimismo, no es posible la determinación apriorista del sentido. Precisamente

el avance del conocimiento consiste en establecer el sentido ahí donde no existía. Por

lo tanto, éste no existe antes de que culmine la investigación. Si esto es así, ¿debe

acaso abandonarse la investigación sobre el método a favor de la simple

espontaneidad? ¡Ciertamente no! Esta debe proceder pari passu con la investigación

empírica; pero esta última no debe subordinarse a aquella. La investigación, la buena

investigación es creación metódica.

El reto de la investigación en ciencias sociales es el mismo en todos los

campos del saber y consiste en la conquista de nuevos espacios de libertad. Por lo

tanto, el derrumbe de las metodologías rígidas y acabadas debe propiciar la conquista

de una dimensión gnoseológica y estética nueva: el gusto por la diversidad, por lo

múltiple; la cual debe enseñamos a apreciar lo divergente y no sólo a tolerarlo como

acto genuino de libertad, como emancipación definitiva de todo doctrinarismo que es

el legado del hombre encadenado a su propio origen animal. Ejercer el rigor en la

frescura de un espacio de investigación sin límite es la verdadera conquista de estos

70

Tan sólo la genealogía de las formas pura de la razón, puede mostrar el origen practico de las mismas,

que es la única manera de superar el viejo dilema entre empirismo y racionalismo. Cf. E. Del Bufalo, La

genealogía de la subjetividad, op. cit.

Page 25: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

280

tiempos de caída de los ídolos que todo investigador debe pagar con la angustia de la

incertidumbre.

Page 26: Positividad y metodos en las Ciencias Socialesance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/DE.1999.b.1.pdf“quién” y no del “qué”.1 Ambos casos revelan la estrecha alianza entre

281

BIBLIOGRAFlA

ADORNO, T.W.: Dialéctica Negativa, Madrid, Taurus, 1975.

ALSTON, W. P. y Otros: Moore, Russel, Wlttgenstein, Madrid, Taurus, 1976.

AYER A. J.: Language, Truth and Logic, New York, Dover Publications.

CARNAP, R.: Der Logische Aufbau der Welt, Wien, Ullstein Materialien, 1974.

DELEUZE, G.: Nietzsche y la filosofía, Barcelona, Anagrama, 1971.

___________: Logique du Sens, Paris, Les Editions de Minuit, 1965.

DELEUZE, G. y GUAITARI, F.: Mil Mesetas, Madrid, Paidós, 1988.

__________: ¿Qué es la filosofía?, Barcelona, Anagrama, 1991.

FOUCAULT, M.: La arqueología del saber, México, Siglo XXI, 1978.

_________: Microfísica del poder, Madrid, La Piqueta, 1978.

K.OLAKOWSKI, L.: La filosofía positivista, Madrid, Cátedra, 1981.

KRAFT, V.: El circulo de Viena, Madrid, Taurus, 1977.

HUSSERL, E.: Investigaciones 1ógicas, Madrid, Revista de Occidente, 197ó.

NEGRI, A.: Marx dopo Marx, Milano, Feltrinelli, 1979.

POPPER K.: La Lógica de la investigación científica, Madrid, Taurus, 1980.

_________: Misere de l’historicism, Paris, Plon, 1956,

LAKATOS, 1.: Historia de la ciencia y sus reconstrucciones racionales, Madrid,

Taurus. 1974.

MANNHEIM, K.: Ideología y Utopía, Madrid, Aguilar, 1973.

WITTGElNSTEiN, L.: Tractotus logico-philosophicus, Madrid, Alianza, 1973.

_________: Ricerche Filosofiche, Enaudi, 1980.