parga-dans, varela-poussa_ caracterización socioeconómica

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  • 8/4/2019 Parga-Dans, Varela-Poussa_ Caracterizacin socioeconmica

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    Caracterizacin socioeconmica de la

    Arqueologa Comercial espaola. Resultados de

    la primera encuesta nacional dirigida aempresas del sector

    Socioeconomic analysis of the Spanish Contract Archaeology.

    Results of the first national area survey

    Eva PARGA-DANS*, Roco VARELA-POUSA**

    Laboratorio de Patrimonio. Consejo Superior de Investigaciones Cientficas.Edificio Monte da Condesa, bajo. Campus Universitario Sur. 15782. Santiago de Compostela

    * [email protected] ** [email protected]

    Recibido: 10-06-2010

    Aceptado: 25-02-2011

    RESUMEN

    En este artculo se presentan los resultados de la primera encuesta dirigida a empresas de arqueologa en

    Espaa que conforman la primera base de datos sobre la oferta arqueolgica. En ella se recopila infor-macin social y econmica sobre esta actividad comercial lo que permite identificar el impacto de la

    actual crisis econmica pero tambin las oportunidades que se presentan al sector.

    PALABRAS CLAVE: Socioeconoma del Patrimonio. Arqueologa Comercial. Servicios Intensivos en Conocimiento.

    Transferencia de Conocimiento. Innovacin.

    ABSTRACT

    This article presents the results of the first survey of archaeological companies in Spain. Through these

    results the first data base about this business has been constructed. Information collected allows develop-

    ing a descriptive study about this commercial activity; it also includes an approximation to the effects of

    the current economic crisis and the opportunities of this sector.

    KEY WORDS: Socioeconomics of Heritage. Commercial Archaeology. Knowledge Intensive Business Services.

    Knowledge Transfer. Innovation.

    SUMARIO 1. Introduccin. 2. Objeto del estudio. 3. Objetivos y riesgos. 4. Metodologa. 5. Datosobtenidos. 6. Interpretacin de los resultados. 7. Conclusiones finales. 8. Valor presente y futuro del estudio.

    ISSN: 1131-6993

    doi:10.5209/rev_CMPL.2011.v22.n1.19Complutum, 2011, Vol. 22 (1): 9-25

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    1. Introduccin

    La Estrategia de Lisboa, aprobada en el ao2000 por el Consejo Europeo, trata de convertir a

    Europa en la mayor economa del mundo basadaen el conocimiento, con el fin de aumentar la pro-ductividad y la competitividad, garantizando elestado del bienestar, la cohesin social y la soste-nibilidad. Entre otros factores, identifica la culturacomo motor de dicho modelo econmico(Samaniego 2006), pues aunque habitualmente seminusvalora su capacidad para generar riqueza,distintos estudios revelan que las actividades vin-culadas a este factor contribuyen al PIB de laUnin Europea en un tanto por cien ms elevadoque otros sectores tradicionalmente consideradosms rentables, como el inmobiliario o el de laalimentacin (as se enuncia, por ejemplo, en losinformes Economy of culture in Europe, elaborado por la Comisin Europea en 2006, o CulturalStatistics, publicado en 2007 por Eurostat;European Commision 2006; Eurostat2006, 2007).En este contexto, en los ltimos tiempos se hanpuesto en marcha novedosas lneas de investiga-cin centradas en analizar, desde una perspectivasocioeconmica, el impacto de este sector en tr-minos de crecimiento, competitividad, creacin de

    empleo, sostenibilidad, innovacin, etc., superan-do los consabidos estudios de corte humanstico,orientados al anlisis del objeto cultural en s(sea ste un bien arqueolgico, una obra teatral ouna cancin popular).

    Este nuevo enfoque, habitualmente denominadoEconoma de la Cultura, muestra las implicacioneseconmicas de las decisiones en materia de cultura(Greffe 1990: 23), en un entorno de crecimientocontinuo de la demanda cultural y de reestructura-cin de las estructuras productivas de los pases

    desarrollados en torno al sector servicios (Vicente2007: 49).

    Consciente de esta realidad, el Laboratorio dePatrimonio del Consejo Superior de InvestigacionesCientficas (LaPa-CSIC) contempla en su PlanEstratgico 2010-2013 (VV.AA. 2008) un rea detrabajo en socio-economa del PatrimonioCultural; en coherencia, adems, con el conceptoen torno al que se articula toda su actividad: laCadena de Valor del Patrimonio (Criado 1996b).As, este tipo de investigacin tiene su razn de ser

    al final de dicha cadena, pues el objeto de conoci-miento y accin no son los bienes patrimoniales

    (como objetos, entidades, signos y recursos socio-econmicos), ni siquiera su percepcin por lasociedad, sino todo aquello que se genera en tornoa ellos (turismo cultural, normas reguladoras del

    Patrimonio, etc., por citar algunos ejemplos).Es en el marco de esta lnea de investigacin enel que se inscribe el estudio que se presenta en esteartculo. Dicho estudio constituye el ncleo de latesis doctoral de una de las coautoras del mismo(Eva Parga-Dans; ver una versin ms amplia delos resultados de la encuesta en Parga-Dans 2010)pero es, adems, un punto de partida para investi-gaciones futuras en tanto abre mltiples vas deanlisis y profundizacin. Por ello, porque todoqueda por hacer, la lnea de investigacin en socio-economa del Patrimonio tendr continuidad en elfuturo Instituto de Ciencias del Patrimonio(Incipit) del CSIC, del que el LaPa es ncleo fun-dacional y que abrir su sede en Santiago deCompostela en los prximos aos (http://hdl.han-dle.net/10261/30659).

    2. Objeto de estudio

    Tal y como indica su nombre, el Laboratorio dePatrimonio (en su denominacin actual) tiene por

    objeto el Patrimonio Cultural en todas sus manifes-taciones. Sin embargo, el estudio realizado se limi-ta al mbito de la arqueologa, por ser sta la acti-vidad mayoritaria en la organizacin en la que seorigina, pero tambin por la necesidad de acotar elanlisis, en tanto el sector patrimonial englobamltiples disciplinas con caractersticas y necesi-dades propias (antropologa, historia del arte, res-tauracin, etc.).

    Por su lado, el sector arqueolgico est formado por numerosos agentes con intereses y objetivos

    muy diferentes (Malerba 2004): a) el entorno legal,formado por las instituciones administrativas(internacionales, nacionales, autonmicas y loca-les) con competencias en materia de Patrimonio, yresponsable de implantar y regular el modelo degestin patrimonial; b) el entorno acadmico, for-mado por los organismos de investigacin, las uni-versidades, los museos y las fundaciones, y querealiza actividades de produccin y transferenciade conocimiento, as como de conservacin de los bienes patrimoniales; y c) el entorno productivo

    constituido por empresas, autnomos y otros pro-fesionales que venden servicios vinculados a la

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    gestin del patrimonio (trabajos de documenta-cin, intervencin, puesta en valor, consultora ydifusin). El presente estudio se centra en el entor-no productivo, en la denominada arqueologa

    comercial (aunque, como es obvio, su anlisisrequiere tener siempre presente las interaccionescon los entornos legal y acadmico).

    A escala internacional, existen numerosos estu-dios que cuantifican la actividad desarrollada entorno a la arqueologa comercial, por ejemplo enpases como Estados Unidos (King 2005; Roberts,Ahlstrom y Roth 2004; Hardesty y Little 2000) o elReino Unido (Aitchison 1999 y 2009; Aitchison yEdwards 2003 y 2008; Everill 2008). Sin embargo,en Espaa todos los esfuerzos se han orientado alanlisis del modelo de gestin arqueolgica(Ballart 2001; Martnez y Querol 1996; Querol1996 y 2010; Prez-Juez 2006; Castillo 2004;Martnez Navarrete 1998; Criado 1996a y 2005;Daz del Ro 2000; Barreiro 2004; Moya 2010) yno tanto a la actividad comercial en s, entre otrosmotivos por la ausencia de informacin sistemati-zada. Cualquier trabajo en este mbito, por tanto,deba incluir la recopilacin, procesado y homoge-neizacin de datos procedentes de fuentes dediversa ndole. Por ello, para garantizar la viabili-dad del estudio, el anlisis se ha centrado en las

    empresas de arqueologa, dejando para etapassucesivas la incorporacin de otros agentes quetambin ofertan servicios arqueolgicos, como lostrabajadores por cuenta propia (autnomos) y lostrabajadores por cuenta ajena (indefinidos y tem-porales).

    3. Objetivos y riesgo

    El objetivo del estudio era cuantificar y analizar

    la actividad de las empresas vinculadas a la gestindel patrimonio arqueolgico en Espaa, indagandolas razones de su nacimiento como sector produc-tivo y las claves de su desarrollo, prestando espe-cial atencin a las variables de innovacin y trans-ferencia de conocimiento, en tanto stas se hanidentificado en otros sectores como elementosdinamizadores de los mismos.

    Ahora bien, la ausencia de datos sistematizadosa partir de los cuales empezar a trabajar condicio-n el estudio, introduciendo dos factores de peligro

    claros. Por una parte, exista el riesgo de que lafase de recopilacin, procesado y homogeneiza-

    cin de datos fuese lo bastante compleja y dilatadaen el tiempo, como para que el resultado finalfuese un estudio descriptivo ms de un sectorcomercial. Por otra parte, no haba garantas de que

    la informacin compilada fuese una muestra sufi-ciente como para que su interpretacin pudieseextrapolarse al conjunto de empresas del sector y,en ltima instancia, a la arqueologa comercial engeneral. En todo caso, el objetivo no ha sido nuncaestablecer conclusiones absolutas e irrefutables,sino sentar las bases para investigaciones futuras.

    4. Metodologa

    4.1. Recopilacin de datos

    Con la finalidad de subsanar la consabidaausencia de fuentes, el mtodo de trabajo se funda-menta en la obtencin de datos directamente pro-porcionados por las empresas del sector, utilizandoun sistema de encuesta en red como mecanismo derecopilacin. Esta fase de trabajo se articula entorno a los siguientes puntos:

    Identificacin de la poblacin objeto de estudio

    La primera tarea desempeada consisti enidentificar las empresas a las que se dirigira mstarde la encuesta. Esta tarea no slo era un pasoimprescindible para poder llevar a cabo el estudio,sino tambin el primer producto del mismo, puesconstituira por s mismo el primer registro centra-lizado de empresas de arqueologa espaolas.

    En primer lugar, se acudi a los archivos gestio-nados por las distintas Administraciones con com-petencias en materia patrimonial, pero en la mayorparte de los casos estaban incompletos y desactua-

    lizados, e incluso algunos organismos se negaron afacilitar esa informacin (expresa o tcitamente).Por ello, la informacin as reunida hubo de com-pletarse con otro tipo de bsquedas.

    Los colegios profesionales y las asociacionesde arquelogos fueron el siguiente objetivo. En elprimer caso, la arqueologa carece de colegio espe-cfico, por lo que los profesionales de esta discipli-na suelen inscribirse en las secciones deArqueologa de los colegios de Filosofa y Letras.Sin embargo, puesto que para ejercer no es necesa-

    ria la colegiacin, los registros son de nuevoincompletos. En el segundo caso, el grado de aso-

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    ciacionismo en el sector es muy bajo, con lo que laausencia de datos se mantiene.

    El rastreo continu en el Sistema de Anlisis de Balances Ibricos (SABI), una base de datos

    (desarrollada por Informa D&B en colaboracincon Bureau Van Dijk) que recoge las cuentas anua-les de las principales empresas de la Pennsula, conun histrico desde 1990, pero esta herramienta tanslo identifica a las empresas de mayor tamao.

    La bsqueda se complet en internet, revisandodirectorios telefnicos y anuncios publicitarios; y,finalmente, mediante la tcnica de muestreo deno-minada bola de nieve, en la que los informantesaportan referencias de otros casos que son inclui-dos en el universo poblacional (Frey, Botan yKreps 2000: 133).

    Esta fase del trabajo se realiz a lo largo de2009, por lo que la base de datos est constituidapor empresas activas ese ao.

    Diseo de la encuesta

    La estructura y contenidos del cuestionario ten-an que dar respuesta a las necesidades propias delestudio, pero tambin deban facilitar la realizacinen el futuro de estudios comparativos con encues-tas temticamente afines. Por ello, el diseo del

    cuestionario se fundament en las directrices fija-das por el Manual de Oslo (OCDE 2005) para larecogida e interpretacin de datos sobre innova-cin, utilizando como referencias prcticas la Encuesta sobre Innovacin Tecnolgica en la

    Empresa (desarrollada por el Instituto Nacional deEstadstica espaol) y la Community InnovationSurvey (realizada por la Unin Europea), en tantoanalizan la innovacin en el mbito empresarial apartir de conceptos establecidos en el ya citadomanual (sobre ello se incidir posteriormente). De

    forma complementaria, se realizaron una serie deentrevistas presenciales a diferentes agentes (noslo empresas), con el objetivo de lograr unavisin global del sector que permitiese orientar elcontenido del cuestionario.

    El cuestionario

    El cuestionario incluye preguntas abiertas ycerradas (es decir, con categoras de respuestas posibles) orientadas al registro de informacin

    cuantitativa y cualitativa, y se estructura en dife-rentes bloques temticos:

    Bloque A. Caractersticas generales de la

    empresa. Las preguntas hacen referencia a la forma jurdica de la empresa, su ao de constitucin,nmero de socios, tiempo de dedicacin de los

    socios a la empresa, principal actividad econmi-ca, servicios que realizan, mercado geogrfico,nmero de empleados indefinidos y temporales, ynivel de estudios de socios y empleados.

    Bloque B. Actividad econmica de la empresa.

    Este apartado recoge informacin sobre el volu-men de actividad econmica de la empresa para losaos 2007, 2008 y 2009, los prstamos y/o subven-ciones que ha recibido, sus principales clientes, lasubcontratacin y/o externalizacin de servicios ylas dificultades con las que se encuentran lasempresas para el desarrollo de su actividad.

    Bloque C. Legislacin y gestin. Se formulanpreguntas de opinin sobre la regulacin de la acti-vidad arqueolgica, los procedimientos adminis-trativos, el personal tcnico arquelogo de laAdministracin y los departamentos de sta conresponsabilidades en gestin del patrimonioarqueolgico.

    Bloque D. Actividad innovadora de la empresa.

    Recoge informacin sobre la utilizacin o intro-duccin de desarrollos o mejoras tecnolgicas,metodolgicas y organizativas en la empresa, as

    como los resultados de la adopcin de esas medi-das. Incluye preguntas sobre la utilizacin demodelos o procesos de trabajo desarrollados porotras instituciones, sobre derechos de propiedad yuso, y sobre el empleo de marcas registradas.Asimismo, se registra si la empresa es una spin-off,es decir, si ha sido creada en el seno de otra orga-nizacin (pblica o privada) ya existente, y cul esel grado de vinculacin con sta. Finalmente, seindaga en las limitaciones de estas empresas paradesarrollar procesos de innovacin y se les pregun-

    ta en qu tipo de inversiones estaran ms interesa-das.

    Bloque E. Formacin y difusin. En este bloquese realizan preguntas sobre las actividades de for-macin y capacitacin de los empleados, deman-das de formacin y actividades de difusin y dedivulgacin realizadas por la empresa.

    Bloque F. Relaciones con otros agentes del sec-

    tor. Apartado dedicado al perfil de aqullos quecolaboran con la empresa, al tipo de acuerdos querealizan, a las dificultades para establecer esas

    colaboraciones y al grado de asociacionismo delsector.

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    Bloque G. Impacto de la crisis en el sector.

    Opiniones, actitudes y comportamientos sobre lasconsecuencias de la actual crisis econmica en laempresa; efectos en la demanda de servicios y en

    la cartera de clientes.Variables de clasificacin. Por ltimo, se solici-tan datos de identificacin y localizacin de laempresa y de la persona de contacto.

    Procedimiento de encuesta

    Teniendo en cuenta la dispersin geogrfica dela poblacin objeto de estudio y puesto que algu-nos de los datos solicitados requeran una consultaprevia por parte del encuestado (en tanto se refie-ren a un periodo temporal amplio), la encuesta sellev a cabo combinando una aplicacin en red,que permite al encuestado cumplimentar las pre-guntas de manera autoadministrada (esto es, sin laasistencia de un entrevistador y seleccionando elmomento, o momentos, de respuesta), y un sistemade entrevista telefnica asistida por ordenador(Computer Assisted Telephone Interviewing,CATI), por el cual son los entrevistadores los quecontactan con los encuestados para facilitar y favo-recer la cumplimentacin del cuestionario.

    La implementacin de la encuesta se desarroll

    en las siguientes fases:Fase I. Contacto con las empresas. En primer

    lugar, se contact telefnicamente con las empre-sas que figuraban en la base de datos (ver 4.1) paraconfirmar su registro e informacin de contacto. Acontinuacin, se les envi por correo electrnicouna carta oficial de presentacin del estudio. As,esta actividad funcion como filtro depurador de lapropia base de datos.

    Fase II. Implementacin de la encuesta a travs

    de una aplicacin en red. Tras la programacin del

    cuestionario en formato HTML, las empresas vali-dadas telefnicamente recibieron un correo elec-trnico en el que se les explicaba el procedimientode cumplimentacin del cuestionario y el enlacepara acceder al mismo. A cada empresa se le asig-n un cdigo personalizado para proteger su iden-tidad y la informacin aportada.

    Fase III. Encuesta telefnica. Con el objetivo decompletar los cuestionarios inacabados y aumentarla tasa de respuesta del mismo, se procedi aencuestar telefnicamente a aquellas empresas que

    no haban cumplimentado y/o acabado el cuestio-nario. Aqu finaliz el trabajo de campo.

    Fase IV. Procesado de informacin. Para lacodificacin y depuracin de los datos (correccinde errores o inconsistencias) se utiliz el programaestadstico Statistical Package for the Social

    Sciences (SPSS) versin 14.0.Fase V. Elaboracin de frecuencias.Acontinua-cin se realiz la tabulacin de los datos en rela-cin a las variables seleccionadas, extrayendo fre-cuencias globales y por comunidad autnoma, paraposibilitar su posterior anlisis.

    4.2. Seleccin de la muestra

    Entre la poblacin objeto de estudio, se selec-cion un subconjunto de la misma que funcioncomo muestra representativa del universo total,facilitando su estudio. En este caso, se utiliz untipo de muestreo denominado no probabilstico, entanto la poblacin objeto de estudio no era muyamplia (ver 5.1) y se obtuvo una elevada tasa derespuesta al cuestionario (77%). Esta tasa se calcu-la poniendo en relacin el nmero de los que res-ponden (numerador) con el nmero de los encues-tados elegibles (denominador), de manera quecuanto ms elevada sea esta relacin mayor es latasa de respuesta, menor la probabilidad de error ymayor la representatividad de la muestra respecto

    al total de la base de datos.

    4.3. Anlisis de datos

    En el examen de la muestra se aplicaron distin-tas tcnicas de anlisis: anlisis descriptivo y esta-dstico (Tablas de contingencia, Chi cuadrado dePearson y F de Snedecor), con el objeto de analizarlas relaciones de dependencia entre variables y, portanto, evidenciar la significatividad de la asocia-cin desde un punto de vista estadstico/cientfico.

    4.4. Contextualizacin de los datos

    Tal y como se ha apuntado ya, se entrevist per-sonalmente a diferentes agentes del sector con per-files muy variados: empresarios/as de arqueologa,tcnicos/as de la Administracin de Patrimonio,demandantes de servicios arqueolgicos, etc., paraas poder contextualizar la informacin compiladay contrastar la percepcin existente sobre el merca-do con los datos crudos registrados.

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    5. Datos obtenidos

    Los datos que se presentan a continuacin sonslo una parte de toda la informacin recopilada en

    el estudio. Es posible acceder a la totalidad de losdatos y de forma pormenorizada enhttp://digital.csic.es/handle/10261/26192.

    5.1. Nmero de empresas identificadas

    Durante la fase Identificacin de la poblacinobjeto de estudio (ver 4.1) se registraron 382posibles empresas de arqueologa en nuestro pas.Tras la puesta en marcha de la encuesta, tan slo sepudo confirmar la validez de 273 registros. Comoes obvio, esta cifra no refleja el nmero total deempresas espaolas de arqueologa, ni el total deagentes que ofertan servicios arqueolgicos ennuestro pas, sino que es el nmero de empresaslocalizadas (y validadas como tal) en el marco deeste estudio. De esas 273 empresas identificadas,212 contestaron al cuestionario. sta es la muestrade empresas sobre la que se ha realizado el anlisis.

    5.2. Constitucin

    Las primeras empresas de arqueologa espao-

    las comienzan su andadura en la dcada de losnoventa del pasado siglo. El 39% de las entidadesque actualmente conforman la base de datos seconstituyeron entonces, en las comunidades aut-nomas de Galicia, Castilla y Len, Aragn,Andaluca, Madrid y Pas Vasco. Con anterioridada esa fecha, tan slo consta la puesta en marcha de2 empresas en Madrid. Durante el quinquenio2000-2005 se crean la mayor parte de las empresasencuestadas (el 40%), abarcando ya todo el territo-rio nacional. Sin embargo, a partir de ese ltimo

    ao y hasta 2009, cesa paulatinamente y de formageneralizada en todo el pas, la aparicin de nuevasorganizaciones.

    5.3. Localizacin

    La comunidad autnoma en que se ubica elmayor nmero de empresas es Andaluca, donde sehan censado 45 entidades. Inmediatamente des- pus y con tan slo un registro menos, se sitaCatalua. En Madrid se han identificado 38 empre-

    sas, 25 en Castilla y Len, 23 en Valencia, 22 en

    Galicia, 20 en Castilla-La Mancha y Aragn, 8 enPas Vasco, 7 en Extremadura, 5 en Murcia, 4 en Navarra y Asturias, 3 en Islas Canarias, 2 enCantabria e Islas Baleares, y una nica empresa en

    La Rioja.Por otra parte, la mayor parte de las entidadesencuestadas se localizan en las principales ciuda-des o su entorno inmediato; fundamentalmente,Madrid, Barcelona y reas colindantes, aunquetambin se ha detectado una cierta concentracinempresarial en Sevilla, Crdoba, Mlaga,Valencia, Zaragoza, Santiago de Compostela yPontevedra.

    5.4. mbito de trabajo

    Un 6,1% de las empresas trabajan nicamenteen su mbito local. El 33,5% desarrolla proyectostan slo en su autonoma, y un 40,1% lo hace tam-bin en las comunidades autnomas limtrofes. El15,6% de las empresas afirma trabajar a escalanacional, y tan slo un 4,2% abarca un mercadoglobal. En consecuencia, el mbito de trabajo del79,7% de las empresas se circunscribe a su contex-to autonmico y territorios limtrofes.

    5.5. Perfil de actividad

    A travs de la encuesta se han compilado datossobre la actividad que desarrollan estas empresas,desde dos perspectivas diferentes: sealando losservicios que prestan con mayor frecuencia y ana-lizando la clasificacin de esta actividad desde unpunto de vista econmico.

    Actividad arqueolgica

    El 60% de las empresas afirma desarrollar tra-

    bajos de control y correccin de impacto comoactividad ms frecuente; la excavacin arqueolgi-ca es la segunda actividad ms frecuente para estasorganizaciones, as lo afirma el 46%. Por el contra-rio, las tareas de inventario y catalogacin y pues-ta en valor son las menos habituales. Al margen deestas actividades, un 46,7% de las empresas no rea-liza ninguna otra actividad, el 34,5% presta otrotipo de servicios puntualmente (restauracin, acti-vidades tursticas y de tiempo libre, topografa)y un 17,9% declara realizar ese otro tipo de servi-

    cios con asiduidad.

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    Actividad econmica

    A pesar de que la mayor parte de las empresas

    tan slo realizan servicios arqueolgicos, su ads-

    cripcin a los cdigos de clasificacin de actividadnacional no es uniforme. As, no se adscriben a

    ningn Cdigo Nacional de Actividad Econmica

    (CNAE) concreto. No existe un cdigo especfico

    para este tipo de actividad, por lo que cada empre-

    sario se vincula a aquel que, desde su punto de

    vista, se acomoda mejor a la actividad que desarro-

    lla. En esta variable del estudio, no se han podido

    recoger datos para todas las empresas registradas

    sino nicamente para 128 casos (el 51% de las mis-

    mas) y a travs de la base de datos SABI. Los dife-

    rentes cdigos a los que se adscriben estas empre-

    sas se presentan en la figura 1.

    Tal y como refleja el grfico, existen cuatro

    cdigos mayoritarios. El primero de ellos, el cdi-

    go 7420, en el que se inscriben un 13% de los

    casos, se vincula a servicios tcnicos de arquitec-

    tura e ingeniera y otras actividades relacionadas

    con el asesoramiento tcnico. Aproximadamente

    otro 13% de las empresas se registra en el cdigo

    7484, que hace referencia a otras actividades

    empresariales. Un 7% se adscriben al cdigo 7320:

    investigacin y desarrollo sobre ciencias sociales y

    humanidades; y, finalmente, otro 7% se vincula alcdigo 9252: actividades de museos y conserva-

    cin de lugares y edificios histricos.

    5.6. Externalizaciones y subcontratacin

    Un 74,1% de las empresas encuestadas ha reali-

    zado algn tipo de subcontratacin o externaliza-

    cin de servicios, personal o equipamiento. Destas, un 87,9% externalizan servicios de carcter

    tcnico no estrictamente arqueolgicos, como acti-

    vidades de topografa o restauracin, asesora legal

    y fiscal o prevencin de riesgos laborales. Adems,

    el 60,5% subcontrata, en concreto, la ejecucin de

    analticas especializadas. Para poder ejecutar

    determinadas actividades, un 26,1% tiene que sub-

    contratar equipamiento (estacin total, escneres

    3D) y un 45,2% se ve en la necesidad de subcon-

    tratar personal (bien para completar puntualmente

    su propia plantilla, bien porque la actividad requie-

    re especialistas). Por otro lado, un 26,8% de las

    empresas subcontratan a otras empresas aquellos

    proyectos arqueolgicos que, por distintos factores

    (falta de disponibilidad, envergadura del proyec-

    to), no pueden llevar a cabo ellos mismos.

    5.7. Mercado de trabajo

    En esta variable del estudio, los datos corres-

    ponden al ao 2008, en tanto la encuesta se llev a

    cabo durante 2009 y las empresas no disponan de

    informacin completa para ese perodo. As, en2008, en las empresas de arqueologa identificadas

    trabajaron 2.358 personas: 457 empresarios, 573

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    Figura 1.- Empresas de arqueologa en relacin al Cdigo Nacional de Actividad Econmica (CNAE93). Datos expre-sados en porcentajes en relacin a los casos vlidos (51%). Fuente: elaboracin propia.

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    Caracterizacin socioeconmica de la Arqueologa Comercial...

    empleados indefinidos y 1.328 empleados eventua-les. En consecuencia, 1.030 puestos de trabajo tie-nen un carcter estable y, aunque la cifra de emple-os eventuales debe tomarse con cautela en tanto

    podra hacer referencia e empleos individuales o aun determinado nmero de trabajadores contrata-dos varias veces a lo largo del ao o trabajando envarias empresas a la vez, se intuye que la tasa detemporalidad es elevada.

    La contratacin de personal indefinido no esslo menos frecuente en trminos absolutos sinotambin relativos, en tanto son ms numerosas lasempresas que contratan 1 o 2 personas de maneraindefinida (el 25% del total de la muestra), queaqullas que tienen en su plantilla a 3 o ms indi-viduos contratados bajo esta modalidad (24,5%respecto al total). Sin embargo, entre las empresasque realizan contratos temporales a sus trabajado-res, son ms elevados los porcentajes de empresasque contratan a 5 o ms empleados bajo esta moda-lidad (44,8%).

    Esta tendencia (la contratacin de ms personalcon contratos eventuales que como indefinidos) semantiene para el trienio 2006-2008, si bien se apre-cia un progresivo incremento en el nmero deempresas que contratan 1 empleado con carcterindefinido, as como en el nmero de empresas que

    tienen 5 trabajadores contratados de manera even-tual. Es decir, que la tendencia es contratar cadavez menos personal, tanto en una como en otramodalidad.

    5.8. Tamao de las empresas

    El 47% de las empresas suelen estar formadaspor 2 socios que contratan trabajadores de maneraeventual y no tienen ningn empleado indefinido(el 37%). Sin embargo, destaca un grupo de empre-

    sas (que constituye el 10% del total de la muestra)que emplean entre 10 y 31 trabajadores de maneraindefinida y que, a un tiempo, presentan un impor-tante volumen de empleo eventual. stas se locali-zan, fundamentalmente, en Catalua y Andaluca.

    5.9. Formacin y cualificacin del personal

    Todos los socios poseen estudios universitarios:en el 6,6% de los casos, al menos uno de los socioses doctor, y el 20,3% posee una titulacin de tercer

    ciclo. Pero adems, todos los socios afirman pose-er una amplia experiencia en el sector. Esto es

    importante, en tanto que hasta hace poco tiempo noexista una titulacin especfica en arqueologa(que reclaman el 42% de las empresas encuesta-das), as que la Administracin utiliza otros indica-

    dores (entre ellos la experiencia laboral) paradeterminar quin puede ejercer como arquelogo.Actualmente tres universidades en Espaa ofrecenun grado de arqueologa: la Complutense deMadrid, la Universidad de Barcelona y laUniversidad Autnoma de Barcelona.

    Por su parte, el 70% de los empleados indefini-dos tienen estudios universitarios, lo que caracteri-za a esta actividad por su elevada cualificacin.Finalmente, el 60,4% de las empresas encuestadasdicen fomentar la realizacin de actividades de for-macin y capacitacin de sus empleados (sobretodo, para el manejo de programas informticosespecializados y empleo de TIC, y programas deapoyo a la gestin y administracin empresarial),permitiendo incluso que esas actividades se llevena cabo en horario laboral (55%).

    5.10. Clientes

    Los principales demandantes de serviciosarqueolgicos son las empresas de promocin yconstruccin de infraestructuras e inmuebles (as

    lo afirman un 36,8% de los encuestados) y laAdministracin de Patrimonio y otras administra-ciones pblicas (segn el 17% de los casos). Otrasempresas vinculadas a la gestin del Patrimonio,los museos, fundaciones, universidades u organis-mos pblicos de investigacin no son un clienteimportante en trminos cuantitativos. Por otraparte, la mayora de estos clientes son de mbitoautonmico (el 36,67%) o local-provincial(43,33%), mientras que solo el 16,9% de los clien-tes son de origen nacional y el 33,3% internacional.

    5.11. Volumen de facturacin

    La suma de las cifras aportadas por cada una delas empresas encuestadas revela que stas factura-ron en total unos 32.000.000 en el ao 2008. Estedato supone una aproximacin al impacto econ-mico de esta actividad, aunque de manera desagre-gada se observa que la mayor parte de las empre-sas (30%) registra una reducida facturacin que sesita entre los 10.000 y los 75.000 anuales. Por

    otro lado, llama la atencin un conjunto de empre-sas (en torno al 10%) que factura al ao ms de

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    500.000 . Es en Catalua en donde se sitan la

    mayora de las entidades que presentan una factu-

    racin ms elevada.

    5.12. Innovacin

    En relacin a esta variable, es importante resal-

    tar que la recogida de informacin se hizo confor-

    me a la definicin aportada por elManual de Oslo,

    en el que se entiende la innovacin como la intro-

    duccin de un nuevo, o significativamente mejora-

    do, producto (bien o servicio), de un proceso, de un

    nuevo mtodo de comercializacin o de un nuevo

    mtodo organizativo, en las prcticas internas de la

    empresa, la organizacin del lugar de trabajo o las

    relaciones exteriores (OCDE 2005: 56).

    As, el 8% de las empresas encuestadas afirma

    no haber introducido ningn tipo de mejora o desa-

    rrollo en sus servicios, un 38% aplica un nico tipo

    de mejora (tecnolgica, metodolgica u organizati-

    va), un 26% ha introducido dos tipos de mejoras y

    un 27% ha puesto en marcha tres procesos de

    mejoras. Entre las empresas que han aplicado inno-

    vaciones, el 66% se refiere a desarrollos tecnolgi-

    cos (equipamiento y software especializado, por

    ejemplo), el 54% son mejoras metodolgicas a tra-

    vs del establecimiento de protocolos y normas de

    actuacin, y el 53% se relaciona con la gestin deltrabajo (como la puesta en marcha de nuevos siste-

    mas de organizacin).

    Por otro lado, las empresas que introducen ms

    procesos novedosos son las que presentan un ele-

    vado volumen de facturacin y nmero de emplea-

    dos, las que apuestan por la formacin continua y,

    adems, se localizan en las comunidades autno-

    mas con mayor concentracin empresarial:

    Catalua, Andaluca y Madrid.

    5.13. Relaciones con otros agentes

    El 33% de las empresas afirman no establecer

    convenios y/o acuerdos formales de colaboracin

    con ninguna otra empresa, institucin u organismo,

    bien por desconocimiento de los canales para

    materializar dichas colaboraciones (es la razn

    argumentada por el 29% de las empresas), bien por

    desconocimiento de las capacidades de los dems

    agentes (20%). Asimismo, el 36% de las empresas

    no establece tampoco acuerdos informales.

    Las empresas que s llevan a cabo convenios decolaboracin (tanto formales como informales)

    suelen hacerlo con la universidad (53%), empresas

    dedicadas a la gestin del patrimonio arqueolgico

    (50%), empresas dedicadas a otras actividades

    (40%), departamentos de la Administracin de

    Patrimonio (27%) y organismos pblicos de inves-tigacin (23%); y el objetivo que persiguen es: eje-

    cutar actividades de asistencia tcnica (41%) y

    actuaciones conjuntas (37%) o publicar conjunta-

    mente los resultados de actuaciones arqueolgicas

    (32%).

    5.14. Percepcin general del sector

    Las empresas encuestadas destacan el papel

    desempeado por la Administracin, la ausencia de

    acuerdos sectoriales que regulen la actividad y los

    efectos de la crisis econmica como algunos de los

    aspectos de mayor relevancia para la definicin del

    sector actualmente, tanto por su impacto directo en

    la profesin como por sus implicaciones colaterales.

    La Administracin controla quin interviene

    sobre el Patrimonio y cmo lo hace, e influye en el

    proceso de prestacin del servicio, en tanto cual-

    quier actuacin arqueolgica debe ser autorizada y

    fiscalizada por ella. As, la normativa establece que

    para ejercer como arquelogo no basta con poseer

    una titulacin acadmica afn a la arqueologa (en

    tanto no existe todava una titulacin especficageneralizada en toda Espaa), sino que adems hay

    que acreditar formacin terica y prctica en ese

    campo (cursos de postgrado, msteres, prcticas en

    campo, experiencia laboral). Conforme a esto,

    es la Administracin de Patrimonio la que autoriza

    (o no) a una persona a ejecutar proyectos arqueol-

    gicos. Sin embargo, los criterios de valoracin son

    imprecisos (por ejemplo, en cuntos proyectos

    debe haber participado una persona para que se

    considere acreditada su experiencia laboral?), y

    esto genera inseguridad jurdica en las empresas.Adems, la Administracin puede restringir el

    nmero de autorizaciones concedidas a cada

    arquelogo director en aras de la calidad del traba-

    jo y, con este mismo objetivo, ejerce una labor de

    supervisin tanto en el diseo de la actuacin

    arqueolgica como durante la ejecucin de la

    misma, gozando de potestad para solicitar su modi-

    ficacin si as lo cree oportuno. Las empresas con-

    sideran, sin embargo, que esta funcin garantista

    no siempre se cumple, pues la Administracin no

    dispone de la estructura necesaria y de pautas esta-bles y estandarizadas para el visado de las actua-

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    ciones. La gestin administrativa del proyecto por

    parte de la Administracin es tambin otra forma

    de intervencin en el mercado, que habitualmente

    deriva en el incumplimiento de plazos, descoordi-

    nacin con otras administraciones, etc. De nuevo,la carencia de recursos y de procedimientos ade-

    cuados revierte negativamente en el desarrollo de

    las actuaciones arqueolgicas.

    Paralelamente, las empresas de arqueologa

    reconocen su incapacidad para organizarse y fijar

    parmetros metodolgicos, econmicos y deonto-

    logas que regulen el sector y eviten prcticas que

    potencian la precariedad laboral, la competencia

    desleal y la falta de calidad en el trabajo. Tal es el

    caso de la existencia defalsos autnomos (o perso-

    nal forzado a cotizar como trabajador por cuenta

    ajena pero que trabaja en exclusividad para una

    nica empresa), la contratacin abusiva de peones

    no cualificados pero que constituyen mano de obra

    barata o el establecimiento de precios por debajo

    de las tarifas de mercado.

    A toda esta problemtica interna, se aaden

    ahora los efectos de la crisis econmica general.

    En este sentido, el 79% de las empresas encuesta-

    das perciben una clara reduccin de la demanda,

    tanto desde el mbito privado (el 77,4% de las

    empresas dicen haber detectado esta disminucin)

    como desde el pblico (62,3%). As lo corrobora elsiguiente grfico (Fig. 2), pues aunque las series

    son incompletas, refleja un descenso (o al menos

    una ralentizacin del crecimiento) del nmero de

    autorizaciones concedidas en los ltimos aos por

    los Departamentos de Patrimonio de las comunida-

    des autnomas en l citadas.

    6. Interpretacin de los resultados

    No todas las empresas de arqueologa espaolas

    han participado en el estudio; en algunos casos

    porque voluntariamente han rechazado hacerlo y

    en otros porque no han sido identificadas y/o loca-

    lizadas. La informacin manejada, por tanto, se

    refiere nicamente a las empresas participantes y

    activas en el ao 2009 (momento en el que se

    implement la encuesta). Ahora bien, teniendo en

    cuenta la elevada tasa de respuesta obtenida, la

    muestra parece suficiente para extrapolar los resul-

    tados del estudio al conjunto de empresas que for-

    man parte de la base de datos. Asimismo, con mati-

    ces pero sin grandes modificaciones, probablemen-

    te tambin sean aplicables a la arqueologa comer-

    cial en su totalidad, pues tal y como han revelado

    las entrevistas realizadas, el comportamiento de las

    empresas en trminos generales (servicios que

    ofertan, principales clientes, mbito de trabajo,

    colaboracin con otros agentes) parece no dife-

    rir en gran medida del de otros profesionales (aut-nomos, por ejemplo). Obviamente, esta hiptesis

    debera ser corroborada empricamente en el

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    Figura 2.- Nmero de permisos concedidos por los Departamentos de Patrimonio. Fuente: elaboracin propia.

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    marco de otro estudio o como continuacin del tra-bajo aqu iniciado.

    Por otra parte, no es posible conocer el grado defiabilidad de los datos aportados por las empresas,

    pero no parece lgico pensar en una adulteracinde los mismos, en tanto todos los participantesconocan de antemano que la informacin propor-cionada sera confidencial y su anlisis se realiza-ra siempre de manera agregada. Todos estos facto-res habrn de ser tenidos en cuenta en la lectura ycomprensin de los siguientes enunciados:

    6.1. La arqueologa comercial: una innovacininstitucional

    El nacimiento de la arqueologa comercial enEspaa est ntimamente vinculado a la promulga-cin de normas jurdicas en materia de PatrimonioCultural. Tal y como se ha expuesto en el apartado5.2, las primeras empresas se constituyen en ladcada de los noventa del siglo XX, tras la publi-cacin de la Ley de Patrimonio Histrico en 1985y del Real Decreto Legislativo de Evaluacin deImpacto Ambiental en 1986. En ellos se establecaque cualquier obra o remocin de terrenos a reali-zar en torno a un bien patrimonial debera ser auto-rizada por la Administracin competente, tras la

    evaluacin de sus efectos (directos e indirectos)sobre el bien, y sometindose a control por parte deexpertos durante su ejecucin. Y en esta mismalnea se desarrollaron las normativas autonmicas,conforme las distintas comunidades autnomasfueron asumiendo competencias en materia patri-monial.

    Puesto que las instituciones pblicas no dispon-an de los recursos e infraestructuras necesariaspara cumplir por si mismas todas las directricesmarcadas por la ley, cualquier persona fsica o jur-

    dica que desease llevar a cabo determinadas accio-nes sobre una entidad patrimonial o su entornotena que contratar los servicios de un tcnico espe-cialista para que ejecutase los pertinentes trabajosarqueolgicos.

    En este sentido, los datos de la encuesta revelanuna correlacin entre la promulgacin de normasen este mbito y la constitucin, en los aos inme-diatos, de empresas de arqueologa. Desde estepunto de vista, la entrada en vigor de estas normassupuso el inicio de una novedosa actividad comer-

    cial; una innovacin institucional que muestra lacapacidad del entorno legal para funcionar como

    agente estructurador y dinamizador del entornoproductivo.

    6.2. El modelo autonmico, condicionante del sector

    El traspaso de competencias a las comunidadesautnomas conllev el desarrollo de normas ymodelos de gestin propios en cada una de ellas(Querol y Martnez 1996; Querol 2010), que aun-que mantienen un denominador comn (todas hande acomodarse a lo dispuesto en la ley marco esta-tal), se traduce en la existencia de 17 entornos jur-dicos diferentes (sobre todo en cuestiones de pro-cedimiento administrativo) a los que ajustar la acti-vidad arqueolgica. Y en este sentido, tal y comose puede inferir rpidamente, la heterogeneidadlegal es uno de los factores que est condicionandoel desarrollo del sector, pues dificulta la coordina-cin entre todos los agentes intervinientes y limitael mbito de actuacin de las empresas (ver aparta-do 5.4). En el primer caso, porque si la ley estatalobliga a coordinar la actuacin de actores proce-dentes de mbitos dispares (como el patrimonio, elurbanismo, el medio ambiente) e intereses inclu-so contrapuestos (universidades, clientes, provee-dores), la coordinacin resulta ms complejacuando intervienen agentes de escalas territoriales

    diferentes (nacional, autonmica y local). En elsegundo caso, cuanto ms amplio sea el mbito detrabajo de una empresa, mayor capacidad de adap-tacin tendr que poseer para responder adecuada-mente a los requerimientos de cada comunidadautnoma. Limitar la actividad de una empresa,por otra parte, a un mercado restringido y fcil-mente agotable, supone minimizar drsticamentesus oportunidades de negocio y su potencial dereaccin ante coyunturas econmicas adversas.

    6.3. Intervencin parcial del mercado por partedel entorno legal-administrativo

    Tal y como se ha expuesto anteriormente, lapromulgacin de ciertas normas jurdicas ha gene-rado una demanda estable de servicios arqueolgi-cos. La consecuencia inmediata es que las empre-sas del sector tienen garantizada una cuota de mer-cado; eso s, sometida a la estrategia concreta deproteccin y gestin del Patrimonio que adopte laAdministracin gobernante en cada caso. As, se

    han dado perodos en los que se han primado lasactividades de documentacin, en otros los servi-

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    cios de intervencin, en otros la puesta en valor,etc., variando, por consiguiente, la cuota de merca-do a favor de uno u otros servicios. Otra conse-cuencia inmediata es que las empresas de arqueo-

    loga orientan su oferta de servicios hacia la satis-faccin de esa demanda obligada por ley (ver 5.5),siendo aqullos que por ley estn obligados a con-tratar servicios arqueolgicos, sus principalesclientes (ver 5.10).

    Esa obligatoriedad legal debera situar a lasempresas del sector en una posicin ventajosa en elmercado. Sin embargo, las entrevistas presencialeshan revelado que las empresas han adoptado unacierta actitud de pasividad que no slo no favorecesu desarrollo, sino que adems proyecta una ima-gen muy negativa ante terceros (sobre este tema sevolver en el apartado 6.7).

    Por otra parte, el hecho de que el desarrollo delas actuaciones arqueolgicas dependa en granmedida de cundo y cmo la Administracin lasautoriza, gestiona y fiscaliza (ver 5.14), merma lacompetitividad de las empresas, pues limita sucapacidad de accin (por ejemplo, restringiendolos permisos concedidos a cada arquelogo direc-tor o imponiendo un determinado modo de hacer),con la consiguiente prdida de dinero y oportuni-dades de negocio para la empresa (y, en muchas

    ocasiones, tambin para el cliente que ha contrata-do a la empresa). Y sin embargo, este intervencio-nismo por parte de la Administracin no garantiza,por ejemplo, ni una calidad mayor en los trabajosarqueolgicos, ni la difusin del conocimiento gene-rado en las actuaciones, tal y como establece la ley.

    6.4. La arqueologa comercial: un sectorpotencialmente innovador

    A la luz de los datos expuestos en el apartado

    5.12, se puede concluir que el sector de la arqueo-loga comercial es potencialmente innovador. Unporcentaje muy elevado de las empresas encuesta-das muestran una importante preocupacin por laintroduccin de mejoras y desarrollos en su activi-dad productiva, pero son las empresas con mayornmero de empleados y volumen de facturacin ylas que llevan a cabo ms actividades de forma-cin, las que realizan un esfuerzo ms notable eneste sentido. Adems, este conjunto de empresas(las ms innovadoras) se localizan en las principa-

    les ciudades y reas metropolitanas espaolas,reas en las que adems se identifican las mayores

    densidades de empresas de arqueologa (ver 5.3).Disponen de masa crtica (tanto dentro de la propiaempresa como en su entorno) y de recursos parainnovar, y a su vez esta actividad innovadora favo-

    rece su crecimiento empresarial pues potencia lacalidad de los servicios ofertados, incrementa sucapacidad de prestacin de servicios, reduce el periodo de respuesta ante las necesidades de losclientes y/o mejora el nivel de satisfaccin del per-sonal de la empresa.

    Ahora bien, la mayor parte de los procesos deinnovacin que se llevan a cabo en este sector sonadquiridos y estn relacionados con la adquisicinde equipamiento y software. Por otro lado, seobserva que el perfil de empresa innovadora enarqueologa desarrolla procesos de innovacinorganizativa (es decir, innovacin de carcter notecnolgico), por lo que su cuantificacin y protec-cin es muy compleja, pues no se adaptan con pre-cisin a ninguno de los instrumentos y mecanis-mos existentes (patentes, diseos industriales,etc.). Todo ello deriva en una falta de visibilidad dela innovacin (y de las empresas como innovado-ras) que dificulta la inversin en el sector por partede terceros, pues stos lo perciben como un entor-no poco dinmico.

    6.5. La arqueologa comercial: un serviciointensivo en conocimiento

    Los servicios intensivos en conocimiento(SEIC) son aqullos cuya oferta se fundamenta enel conocimiento o experiencia profesional en unadisciplina o tcnica especfica (Escauriaza, Tintory Torres 2001); sectores que proveen a la sociedadde productos y servicios muy especializados, conpersonal de alta cualificacin, en los que se recurrehabitualmente a las tecnologas de la informacin

    y que son importantes creadores y difusores deprocesos de innovacin (Windrum y Thomlinson1998).

    La arqueologa comercial oferta servicios espe-cializados y personalizados (ver 5.5), que no res- ponden a modelos estandarizados sino flexibles,adaptables a las necesidades de cada cliente. Poreste motivo, la relacin directa con el cliente esfundamental, lo que lleva a muchas empresas alocalizar su sede en las principales ciudades o suentorno inmediato (ver 5.3), pues es aqu en donde

    se sitan la mayor parte de sus potenciales clientes:las grandes compaas constructoras, inmobilia-

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    rias, ingenieras, etc., junto con las administracio-nes pblicas.

    Ofrecer servicios especializados, por otra parte,requiere personal con una alta cualificacin, tanto

    desde un punto de vista acadmico (titulacionesuniversitarias, postgrados, msteres) como porexperiencia laboral. Los resultados de la encuestarevelan que tanto los propios empresarios comosus empleados cumplen este requisito pero, ade-ms, indican un notable esfuerzo por manteneractualizados sus conocimientos (ver 5.9). Esto es,las empresas de arqueologa demandan continua-mente conocimiento, conscientes del valor de steen su actividad.

    La naturaleza innovadora del sector corrobora lacaracterizacin de esta actividad como SEIC eigualmente ocurre al analizar los cdigos de activi-dad econmica en los que se inscriben las empre-sas (ver 5.5), pues la mayor parte se vinculan a losprefijos 73 y 74 que, de acuerdo con la literaturaexperta, identifican actividades vinculadas a losservicios intensivos en conocimiento (Thomi yBhn 2003).

    6.6. Dbil relacin con el entorno acadmico

    Otro de los elementos que describe un servicio

    intensivo en conocimiento es su capacidad de coo-peracin con agentes del mbito cientfico y tecno-lgico (como las universidades o centros de inves-tigacin), en tanto favorece la transferencia deconocimiento y los procesos de innovacin. Losresultados de investigacin de las institucionesacadmicas suelen proporcionar un valor directoaplicable a las empresas, que stas implementan ensus productos y servicios, generando a su vezinformacin que retroalimenta las investigacionescientficas. Sin embargo, esta cadena es muy dbil

    en la arqueologa comercial.La colaboracin entre empresas e instituciones

    acadmicas responde a iniciativas y motivacionespersonales y tiene como objeto la resolucin decuestiones puntuales. Por ello, el porcentaje deactividades realizadas conjuntamente es muy bajo(tanto en el marco de convenios formales comoinformales), la inversin y/o desarrollo de activida-des vinculadas con la investigacin por parte de lasempresas es escaso, y los organismos investigado-res no desarrollan investigaciones aplicadas que

    cubran las necesidades del entorno productivo (ver5.13).

    La consecuencia inmediata es una deficientetransferencia de conocimientos entre estos agentesy, por consiguiente, la dificultad de las empresaspara poner en marcha procesos innovadores. Por

    tanto, el carcter innovador de este sector (apunta-do en el apartado 6.4) ha de tener otro origen y qui-zs la clave sea la concentracin empresarial (verapartado 5.3), que favorece el intercambio deconocimientos y tecnologas entre las empresas delentorno. Esto explicara el hecho de que las empre-sas ms innovadoras sean no slo las que poseenms recursos (econmicos y humanos), sino aqu-llas que adems se ubican en las comunidadesautnomas en las que se localiza un mayor nmerode empresas, como Catalua, Andaluca o Madrid.

    6.7. La arqueologa comercial: un sectorinmaduro

    Las empresas de arqueologa espaolas tienenun tamao reducido (ver 5.8), su mbito de trabajoes muy restringido (ver 5.4) y presentan, adems,una oferta de servicios cerrada (focalizada casiexclusivamente en aqullos trabajos cuya ejecu-cin es obligatoria por ley, como ha quedadopatente en el apartado 5.5) y limitada a actividadesestrictamente arqueolgicas (ver 5.6).

    Asimismo, y en ntima relacin con su catlogo deservicios, estas empresas poseen una cartera declientes uniforme y polarizada, de manera que sedirigen siempre a los mismos segmentos dedemanda y la facturacin se concentra en un gruporeducido de clientes (ver 5.10). Por otra parte, ape-nas establecen redes de cooperacin con otrosagentes y cuando lo hacen son colaboraciones pun-tuales e informales (ver 5.13).

    Esta atomizacin empresarial es un claro snto-ma de inmadurez del sector, pues la consolidacin

    de cualquier mercado pasa por superar esa visinminifundista y localista, que impide su crecimien-to y expansin, crea fuertes relaciones de depen-dencia que merman la capacidad de adaptacinante nuevas circunstancias (sobre este tema se pro-fundizar en el siguiente apartado) y dificulta enor-memente la transferencia de conocimientos y losprocesos de innovacin.

    La fragmentacin del sector tambin es palpableen otros aspectos. As, no existen instituciones dereferencia ni convenios comunes a todo el sector.

    La ausencia de una titulacin acadmica especficaen arqueologa condiciona la creacin de un

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    Colegio de Arquelogos, a travs del cual regularla profesin, desarrollar convenios y establecerpautas para el ejercicio de la actividad arqueolgi-ca. Por eso, actualmente, los arquelogos o bien no

    forman parte de ningn colegio (la colegiacin noes obligatoria), o bien estn inscritos en colegiosafines, en los que constituyen un grupo minorita-rio. Ante la ausencia de un colegio, su papel podraser suplido en parte por asociaciones de profesio-nales, pero el grado de asociacionismo en el sectores muy bajo, tal y como se pudo comprobar en lafase de identificacin de empresas (ver 4).

    La falta de acuerdos sectoriales, por otra parte,est favoreciendo la precariedad laboral. Los traba-jadores carecen, por ejemplo, de un convenio labo-ral especfico, por lo que se adhieren a los de otras profesiones cuya similitud con la arqueologa selimita al movimiento de tierras, y esto trae consigoconsecuencias muy negativas en la prevencin deriesgos laborales. La elevada tasa de temporalidaden el trabajo (ver 5.7) es tambin un sntoma deinmadurez del sector, pues la implicacin y com-promiso con la empresa es lgicamente mayor enel personal contratado indefinidamente, como aslo demuestra el hecho de que las empresas msinnovadoras sean tambin las que presentan unaplantilla permanente ms numerosa (ver 5.12).

    Otro de los elementos que define la inmadurezdel sector es la falta de gestin empresarial. Amenudo, es el propio arquelogo el que gestiona laempresa (contabilidad, marketing), sin ningntipo de conocimiento previo y compatibilizandoesta tarea con su verdadera profesin (y vocacin).La no profesionalizacin de este mbito ha provo-cado que la mayora de las empresas, por ejemplo,apliquen una estrategia comercial que no han ele-gido, sino que es fruto del contexto en el que se hadesarrollado la arqueologa comercial. As, en

    tanto su catlogo de servicios se ha configuradoconforme a lo dispuesto en la normativa (ver 6.3),todas ofertan los mismos servicios y se dirigen alos mismos segmentos de clientela; pero, adems,la prestacin del servicio no se diferencia en formasustantiva de la de sus competidores. En conse-cuencia, ninguna presenta una ventaja competitivaclara respecto a las dems, por lo que su evolucin(positiva o negativa) depende de otros elementos.En este sentido, muchas empresas optan por dismi-nuir sus tarifas, no porque soporten unos costes

    menores que les permiten adoptar esta estrategia,sino simplemente como medida para garantizar su

    supervivencia. Y en esta lnea, la ausencia deacuerdos sectoriales tambin en materia econmi-ca favorece la competencia desleal, pues al no esta- blecerse lmites de tarifa, los precios a la baja

    determinan el mercado.La combinacin de todos estos factores (frag-mentacin, precariedad laboral, competencia des-leal) mengua la credibilidad de la profesin y elpoder de negociacin/presin ante terceros (clien-tes, Administracin), lo que por s mismo estambin indicativo de que la arqueologa comercialno es todava un sector consolidado.

    6.8. Dependencia del sector de la construccin

    En los primeros aos del siglo XXI, el sector dela construccin alcanz una cota de actividad ele-vadsima que, al cobijo de la ley, se tradujo en unafortsima demanda de servicios arqueolgicos.Esto justifica que gran parte de las empresasencuestadas se hayan constituido entre los aos2000 a 2005 (ver 5.2), que sus principales clientessean empresas de promocin y construccin deinfraestructuras e inmuebles (ver 5.10), que los ser-vicios que prestan con mayor frecuencia sean aqu-llos que mejor responden a las demandas de la acti-vidad constructora (ver 5.5), y que muchas de ellas

    figuren inscritas en la Clasificacin Nacional deActividades Econmicas bajo epgrafes propios delmercado de la construccin (CNAE 4521 o 4511).

    As, cuando el sector de la construccin hacomenzado a retraer su actividad a consecuenciade la crisis econmica general (aproximadamentedesde 2007), la creacin de empresas de arqueolo-ga y la contratacin de personal (tanto indefinidocomo eventual) ha cesado casi totalmente (ver 5.2y 5.7 respectivamente). Ahora bien, la crisis de laconstruccin no ha afectado por igual a todas las

    comunidades autnomas, sino que ha sido msdura en aqullas reas que previamente habanregistrado una mayor actividad constructiva (comoMadrid o Valencia, por ejemplo); y en consecuen-cia, los efectos sobre la arqueologa comercial tam-bin han sido ms negativos en estas zonas, comorefleja la figura 2.

    7. Conclusiones finales

    El sector pblico favoreci el nacimiento de unaactividad comercial vinculada a la arqueologa,

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    pero su dbil estructuracin (atomizacin, ausenciade parmetros normalizadores de la profesin,escasa colaboracin entre agentes, competenciadesleal) y la dependencia excesiva de otros sec-

    tores (fundamentalmente, la construccin) dificul-tan su consolidacin en el mercado. La actual cri-sis econmica est acentuando esas debilidades ytras un perodo de crecimiento, comienza ahorauna etapa de recesin (disminucin de la demanda,reduccin de presupuestos), siendo muy proba-ble que la evolucin de la actividad arqueolgicaempeore en los prximos aos. Por esta razn, esimportante establecer estrategias dirigidas a corre-gir esas malformaciones endmicas y mitigar losefectos de la crisis.

    En este sentido, la principal fortaleza del sectores su caracterizacin como servicio intensivo enconocimiento y su potencialidad para la dinamiza-cin tecnolgica y productiva, la generacin deconocimiento y el desarrollo de procesos de inno-vacin. Pero para poder aprovechar las oportunida-des que esto ofrece son necesarios ciertos cambiosestructurales que fortalezcan el sector.

    En primer lugar, ha de definirse una trayectoriaformativa clara que d acceso a la profesin y faci-lite la formacin continuada de los profesionales,favoreciendo a un tiempo la seguridad jurdica en

    la concesin de permisos por parte de laAdministracin.

    Ha de potenciarse la creacin de institucionescomunes (colegios, asociaciones de profesiona-les,) que aporten unos parmetros genricosdentro de los cules actuar. La fijacin de tarifas, laordenacin del mercado de trabajo, la prevencinde los riesgos laborales propios de la profesin, ladefinicin de estndares de calidadson algunosde los aspectos que deberan abordarse desde estasorganizaciones. En este sentido, en varias comuni-

    dades autnomas se han creado asociaciones dearquelogos, se ha publicado un CdigoDeontolgico de la actividad, iniciativas condistinto xito pero con un denominador comn: nohan conseguido un arraigo generalizado entre losprofesionales del sector, por lo que su impacto seminimiza. El mantenimiento de una posturacomn, sin embargo, beneficiara enormemente lapercepcin del sector por parte de terceros, quehabitualmente lo consideran inestable, informal eincluso caprichoso. La consecuencia inmediata

    sera, asimismo, un incremento exponencial delpoder de presin ante agentes externos, en un con-

    texto en el que los prestadores de servicios arqueo-lgicos han de procurar un difcil equilibrio entresus propios intereses, la lealtad al cliente y el cum-plimiento de la normativa.

    Asimismo ha de corregirse la (ausencia de)estrategia empresarial en el sector. Es fundamen-tal que las empresas adopten una estrategia que les permita crecer y reaccionar, conscientemente yconforme a sus propias circunstancias, ante cam-bios en el mercado. Desde una perspectiva estricta-mente comercial, la diferenciacin (ofertar un ser-vicio que tenga un valor aadido respecto al de lacompetencia), la especializacin (orientarse a unsegmento de mercado concreto) o la ampliacindel mbito de actuacin son algunas de las alterna-tivas posibles. Desde el punto de vista de la gestinde recursos, apostar por la estabilidad laboral es lanica solucin a la continua descapitalizacin quesufren estas empresas, pues invierten en la capaci-tacin de sus empleados sin garantizar su perma-nencia en la entidad, por lo que rentabilizan muyparcialmente la inversin realizada.

    Ha de imponerse un modelo empresarial propiode la economa del conocimiento, que fomente latransferencia de conocimientos y los procesos deinnovacin. El primer paso es el establecimientode redes de colaboracin con otros agentes (ya

    sean empresas, Administracin, proveedores,entorno acadmico, etc.), destinadas no slo alintercambio de informacin y desarrollos, sinotambin a la coparticipacin sinrgica y transversalde todos ellos (Criado 2011). Teniendo en cuenta lasituacin de partida, el apoyo institucional median-te la implantacin de polticas que incentiven estetipo de relaciones es imprescindible. Y en este sen-tido, uno de los campos en los que se necesitaactuar urgentemente es el de la proteccin de resul-tados de investigacin no tecnolgicos. La norma-

    lizacin de esos mecanismos de proteccin fomen-tara la puesta en marcha de numerosos procesosinnovadores, visibilizara esos procesos, multipli-cara su impacto y potenciara la inversin en elsector, retroalimentando el ciclo.

    8. Valor presente y futuro del estudio

    La gestin de recursos patrimoniales es unaactividad con un importante impacto econmico y

    social. Sin embargo, apenas existen indicadoresque permitan concretar esta afirmacin, por lo que

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    REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS

    es incuestionable la necesidad de llevar a caboestudios de corte socioeconmico que ahonden eneste aspecto. El estudio que aqu se refiere es unoms en este sentido, pero posee un valor aadido

    por su carcter pionero, aplicable, transferible einterdisciplinar.Pionero porque se trata de la primera encuesta

    de este alcance llevada a cabo en Espaa sobre estesector econmico. Y pionero tambin porque parala materializacin de la encuesta fue necesariocrear previamente un mapa de identificacin ylocalizacin de la poblacin objeto de estudio, queconstituye la primera base de datos sobre la ofertaarqueolgica existente.

    Aplicable porque se formula para la resolucinde problemas reales de relevancia tanto cientficacomo empresarial.

    Transferible porque el conocimiento generadoes susceptible de ser transferido al entorno produc-tivo, acadmico y legal/administrativo.

    E interdisciplinar, en tanto el trabajo se funda-menta en la constante cooperacin de diferentesagentes del sector y especialistas en materia socio-lgica, econmica y gestin patrimonial, de reco-nocido prestigio tanto en el mbito nacional comointernacional. De manera que el producto final esresultado de la combinacin de mltiples perspec-

    tivas terico-prcticas. En este sentido, destaca la participacin de distintos miembros del ConsejoSuperior de Investigaciones Cientficas (CSIC),como Felipe Criado Boado y David BarreiroMartnez del Laboratorio de Patrimonio (institu-cin en la que se origina este estudio), Elena

    Castro Martnez del Instituto de Gestin de laInnovacin y del Conocimiento (INGENIO), JosManuel Rojo, responsable de la Unidad de AnlisisEstadstico del Centro de Ciencias Humanas y

    Sociales (CCHS) y Manuel Fernndez Esquinas,del Instituto de Estudios Sociales Avanzados(IESA), centro desde el que se ejecut la encuesta.

    Asimismo, el estudio que aqu se ha presentadotiene un importante valor cara al futuro, en tantoabre mltiples vas de investigacin, como la reali-zacin de estudios sectoriales de otras disciplinasvinculadas al patrimonio (la restauracin, porejemplo), o la creacin de un sistema homogneode indicadores para el conjunto de actividades cul-turales-patrimoniales y que permita evaluar suimpacto social y econmico. Por nuestra parte, ydebido a la implicacin e inters demostrado porlos diferentes agentes que han participado en elproyecto, el objetivo futuro es la creacin de unobservatorio de arqueologa. A travs de esta ini-ciativa, para cuyo lanzamiento se cuenta con laayuda de una Accin Complementaria del PlanNacional de I+D+I (2008-2011), se pretende conti-nuar registrando informacin sobre el sector queretroalimente la investigacin, centralizando losdatos en una pgina web de acceso pblico. Elobjetivo es potenciar la transferencia de conoci-

    mientos, mejorar la competitividad empresarial ycontribuir a la dinamizacin tecnolgica y produc-tiva del sector, al tiempo que se optimiza el usocientfico, profesional y social de los datos recopi-lados hasta el momento.

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