C9Jujano ck J).ifu&cfn ck A.S.P.A. en Mruco. No. 3 Mxico, D. F" }9 de mayo de 1959 Ao 1

SACRIFICIO HUMANO QUE NO DEBE REPETIRSE Luto por la Muerte de un Compaero

La Asociacin Sindical de Pilotos Aviadores de Mxico "A.S.P.A.", no pretende en forma alguna, al hacer esta publicacin, capitalizar en su favor el la-mentable accidente sufrido por el avin con matr-cula XA-MIS, que iba al mando del Capitn Avia-dor Jos Lpez Henrquez y del que fue propietaria la empresa denominada "Tigres Voladores", S. A., ya que en el siniestro perdi la vida, entre otros, uno de nuestros asociados, el copiloto Angel Caa-mal, por lo cual tambin se encuentra de luto y unida en el dolor, a los deudos del compaero des-aparecido. Pero si desea, en beneficio de la segu-ridad de los seores pasajeros y de nuestros agre-miados. dar un toque de atenci6n a las autoridades de la Direccin de Aeronutica Civil, dependiente de la Secretara de Comunicaciones y Transportes, para que en lo futuro atiendan, como es lo debido, los informes y reportes que formulamos, ya que da-das las circunstancias en que la mencionada Co:rr.-paa operaba, no sera extrao que las causas del occidente, se hayan debido a deficiencias de man-tenimiento, o a exceso de trabajo y, por tanto, a fatiga del Capitn Piloto Aviador Lpez Henrquez.

En efecto, es del dominio pblico, por haber aparecido en los principales diarios del pas, que con toda oportunidad hicimos del conocimiento de dichas autoridades, las gravsimas infracciones que sistemticamente se vienen cometiendo en la refe-rida empresa, "Tigres Voladores", S. A., al desaten-der las normas de seguridad establecidas por los Reglamentos Oficiales de la Secretara de Comuni-caciones y Transportes, y al pasar por alto las ob-servaciones de los pilotos, sobre el estado que guar-daban los motores de los aviones y las condiciones en que vienen prestando sus servicios. El nico re-sultado visible, hasta ahora, que produjo esa de-nuncia, fue el despido de tres tripuiaciones, a pre-texto de reajuste, por haberse alegado exceso de personal de -vuelo, respecto de las horas de servicio no obstante que numricamente d mostramos que apenas si contaba con los pilots aviadores nece-sarios, tenindose en cuenta los lmites legales de las jornadas y los recesos o descansos que a ellos deben ser concedidos, para reparar las energas gastadas en el trabajo. Estos despidos obligaron al Capitn Lpez Henrquez, principal accionista de la repetida empresa, a la conduccin personal de

(Sigue en la Pg. 7)

VUELO DE AERONAVES SUSPENDIDO POR FATIGA DE LA TRIPULACION

Un piloto de Aeronaves de Mxico fue SUSpei!-di do en su empleo por rehusar se a exponer la vida de los pasajeros en un vuelo en que, la fatiga oca-sionada por la extensin del mismo y las demoras habidas en ruta, obligaron al Capt. Enrique Domn-guez Jimeno, a solicitar un descanso efectivo para la tripulacin antes de proseguir el vuelo de noche y en condi.ciones de tiempo malas, demostrando con ello un amplio sentido de responsabilidad y consi-deracin al pasaje puesto en sus manos.

Transcribimos parte del informe presentado por el Capt. Domnguez, explicando las circunstancias que lo obligaron a tomar esa determinacin:

"Habindome levantado a las 5.30 horas para proceder a mi arreglo personal me present al Ae-ropuerto a las 7.00 hs. a cubrir mi servicio (vuelo '.02). Sal de Mxico a Guadalajara normal, pero a la salida de este ltimo lugar, al efectuar la prueba de motores antes del despegue, el motor nmero 1

(Sigue en la Pg. 7)

HABLA UN EX PILOTO DE "TIGRES VOLADORES"

Como piloto de la Compaa "Tigres Volado-res", S. A., hasta hace poco, conocedor de las irre-gularidades imperantes en dicha empresa, las cua-les me propongo hacer del conocimiento pblico, en virtud de los sucesos acaecidos el da 17 del pa-sado mes de abril, suceso que catalogo como ho-micidio colectivo.

La falta absoluta de responsabilidad de la em-presa, as como negligencia de la Direccin de Ae-ronutica Civil, hicieron posible que aviones, con cupo para 50 pasajeros, se operaran con ms de 60 en aeropuertos como el de Durango, dando como resultado sobrecargas de dos toneladas aproxima-damente sobre los pesos de despegue autorizad05 en aeropuer~os que cuentan con pistas de dimen-siones apropiadas para operaciones normales, ya no digamos en el aeropuerto mencionado, en el cual la operaci6n debera ser restringida al 50'10 aproxi-madamente de la total til; salvo estudio preciso que

(Sigue en la Pg. 8)

PAGINA DOS "HELICE" Mxico, D. r., 1~ de mayo de 19

Ante una Decisin Impostergable En el desarrollo general del problema creado'

por la negativa de la Secretara del Trabajo a re-gistrar nuestro Sindicato y como corolario a las ba-ses de resolucin acordadas durante las juntas ce-lebradas recientemente, tanto con los representan-tes designados por el Ejecutivo Federal, Ing. Wal-ter C. Buchanan, Srio. de Comunicaciones y Trans-portes y Lic. Salomn Gonzlez Blanco, Srio. del Tra-bajo, para llegar a una resolucin del problema, co-mo con las distintas empresas, se ha llegado al pun-to en que es necesario adoptar resoluciones que normen la lnea de accin a seguir. Como estas re-soluciones deben ser adoptadas de acuerdo con los estatutos y acatadas por la totalidad de los miem-bros, es necesaria la cabal comprensin y el com-pleto estudio, por parte de cada uno, de todos los factores que intervienen en el problema.

El anlisis completo y sereno de todos estos factores permitir adoptar la lnea de accin nece-saria para alcanzar la resolucin final y adecuada, la cual se conseguir al final de una dura lucha y en un perodo de tiempo que no es posible prever. Una de las bases para alcanzar el triunfo ser la comprensin, por todos los pilotos, de la magnitud de la lucha y de la magnificencia de los objetivos por alcanzar. Una accin no planeada y estudiada debidamente podra conducir a la destruccin de nuestra Asociacin y a destruir, de un golpe, lo que se ha ganado hasta la fecha que, aunque poco, es una base firme para proseguir en la lucha.

El primer factor a analizar es el de nuestras propias fuerzas. Sabemos que la UNIDAD es nues-tra mejor arma. Estamos seguros de contar con ello para una accin decidida y valiente; sabemos que cada piloto est firmemente decidido a secundar cualquier actitud que tienda a arrancar el derech() que nos ha sido negado. Pero debemos tambin es-tar seguros de contar con esta misma arma en una actitud inteligente y serena y, no por eso, menos valiente . Los problemas personales o de grupo de-terminado; la impaciencia, la falta de confianza, la susceptabldad a la labor de desorientacin de las empresas, son obstculos que mellan esta nuestra mejor y nica arma. Por lo tanto, debe entenderse claramente que la UNIDAD debe ser mantenida y fortalecida a toda costa en cualquier actitud qua se adopte.

Sabemos que la ley, la escrita, est de nuestro lado, que nuestros actos se pliegan absolutament~ a las normas constitucionales y laborales y a las de derecho internacional. Sabemos que la razn y la lgica nos asisten. Pero no podemos ignorar que en el tortuoso camino para la interpretacin correc-ta y la aplicacin justa de la ley, existen reductos que se han sabido utilizar en nuestra contra. Tam-poco podemos ignorar que hay intereses creados, de una gran magnitud, que influencian la aplicacin en un determinado sentido y que tratarn a toda costa y, an de negar, una resolucin final legal y justa. Por lo tanto, se debe entender claramente que, aunque la ley nos asista, la aplicacin correc-ta ser objeto de un proceso lento y tortuoso que no podemos evitar y para el cual ser necesario concentrar grandes energas y recursos.

Un factor muy importante a analizar es el en-cuadre de nuestro problema en el cuadro general

de la lucha de los trabajadores en las condicio actuales. Aunque nuestro problema es de carac rsticas muy diferentes a cualquier otro problem no existe ninguna ligazn poltica ni econmica c ellos, no podemos dejar de tomar en cuenta q se desarrolla en el mismo medio nacional y en mismo tiempo que otros grandes problemas se cen presentes. El adoptar una resolucin violent de extrema presin podra traer por consecuen la atribucin artificiosa, por parte de las autori des, de una ligazn del nuestro con los otros p blemas actuales, con la consiguiente campaa desprestigio y la represin por los medios usual Se debe entender claramente que una actitud esta naturaleza obtendr la reprobacin de las toridades con las consiguientes consecuencias.

Por lo que respecta a las empresas, aun con ofrecimientos y muestras de pretendida buena luntad de algunas de ellas, no podemos ignorar buenos ojos con que presenciaran nuestra destr cin. Tampoco debemos ignorar la fuerza polti v los poderosos recursos econmicos con que cu tan, ni su habilidad, apoyada en la comolacencia Jos administradores, para tratar de dividir y destr nuestro movimiento. Debemos entender, claram te, que la abierta hostilidad de la mayora de 1 empresas hacia nuestro moviimento sigue siendo misma, a pesar de la labor de convencimiento y las muestras de buena voluntad por parte de pilotos.

Los administradores nombrados en las emp sos no han aportado nada para la resolucin oroblema, pues en la mayor parte de los casos, han coiocado francamente del lado de las emp sos. Debemos entender que los administradores, e cutores del decreto presidencial de requisa de r cmoresas, no representan un elemento favorable ra la solucin del conflicto v, menos an, a favor los pilotos. -

Estos y otros factores son los que deben sen de base para formular la tctica a. seguir. El an lisis concienzudo de cada uno de ellos por parte ( todos los pilotos permitir establecer las probar lidades de xito de una determinada lnea de a cin.

Convendr empear todas las fuerzas en ur accin decisiva para tratar de arrancar la nica s lucin justa, buscando el triunfo total y exponi dose tambin a la derrota total? Esta tctica del ser muy bien meditada, puesto que en ella se e frentar nuestra nica y potente arma: la UNIDA apoyada en la firme decisin y en la integridc moral de todos los pilotos, contra las fuerzas COI binadas oponentes, apoyadas en su potencialidc econmica y en sus medios de represin.

Convendr llegar a una resolucin parcial temporal que, aun cuando no represente la cons cucin del objetivo fijado, permita ventajas y con tituyan un escaln para organizar y reunir fuerz< y proseguir en la lucha hasta alcanzarlo? Esta t6 tica es, desde luego, peligrosa, puesto que tambi da tiempo a las empresas para proseguir su lah de divisin y desorientacin entre los pilotos, apc te de que sentara un precedente difcil de born en lo futuro . El afianzamiento de este triunfo, pe

(Sigue en la Pg.

Mxico, D. Fu 1~ de mayo de 1959 "HELICE" PAGINA TRES

D/TOR/AL

La necesidad une al h o m b r e con el ombre para lograr un objetivo y, cuando sto suced~, se dice que existe UNIDAD.

Siendo la unidad nica, sus formas son ariables y estn subordinadas al objetivo or alcanzar. En los eventos deportivos la nidad adquiere la forma de fuerza fsica: n el campo de batalla se demuestra como 'sciplina militar.

Las luchas sociales demandan que la nidad se demuestre a travs de la vol un-ad individual que gue al hombre a con-ucirse en la trayectoria precisa que lleva la meLa. Esta demostracin de unidad es,

uizs, la ms difcil de mantener porque ene como generatriz el libre albedro del ombre y su exposicin carece de la eufo- a de la comunidad y de la aprobacin in-ediata de los dems hombres, pero es la s efectiva.

Los lineamientos trazados por A.S.P.A. an sido creados con un solo propsito: El conocimiento de nuestra Asociacin y la

beracin legal del piloto mexicano, sien-o por lo tanto imprescindible que todos y ada uno de nosotros demuestre la unidad on un estricto apego personal a estos li-eamientos.

El camino que conduce a la meta que os hemos trazado es, necesariamente, lar-o y arduo, sembrado de obstculos al pa-cer infranqueables. Este camino se acor-r y se librar de escollos en proporcin

irecta a nuestro acatamiento a las dispo- ciones emanadas de nuestra Asociacin. 1 apego a lo estipulado en los manuales reglamentos, la liquidacin oportuna de

uestras aportaciones econmicas, la lim-ieza de nuestra conducta profesional y de uestros actos colectivos sern los medios ue nos llevarn al triunfo.

"HELICE" ORGANO DE DlFUSION DE LA

ASOCIACION SINDICAL DE PILOTOS AVIADORES DE MEXICO

Publicacin Quincenal DmECTOR: Luis Franco E.

Jefe de Redaccin: Enrique Camacho S. Jefe de Circulacin: Enrique Senz de Sicilia Oficinas: Av. Morelos No. 20-205, Tel. 10-38-38

rtificado de licitud en trmite en la Srta. de Educaci6n blica y pendiente de registro como articulo de 20. clase

la Administraci6n de Correos. Impreso por: Imprenta DIDOT, S. de R. L. Naranjo No. 28. Mxico 4, D. F.

El Yo O el Infrafeudalismo Cuando los, pilotos decidimos suspender nues-

tras actividades en un acto de protesta por el bru-tal despido de Fabre, naci para la misma una nue-va era.

Las almas de los pilotos, adormecidas durante aos por la rutina de una vida incomplicada, sin-tieron, la noche del 22 de enero de 1959, una des-piadada sacudida. Se ponan en juego dos sistemas de vida a seguir:

Uno que tendra como base la libertad inhe-rente al individuo desde su nacimiento, y otro que tendra su punto de partida en el anquilosamiento del YO, y por lo tanto, en la ausencia de la volun-tad para pensar y discernir entre lo bueno y 10 no conveniente, en un lapso que no sera menor de 20 aos.

En lucha interna e individual que lleg a ca-racterizarse por su dramatismo triunf el HOMBRE; el aislado y el colectivo. Se venci al retrogradismo.

Fuimos en pos del YO y lo encontramos. De-bemos mantenerlo a nuestro lado en nuestra crisis. La tarea de unos cuantos es la de canalizar ener-gas e intelectos, pero es labor de TODOS la de li-bertar a esos cuantos de nimiedades que les obs-truyen la luz para alcanzar la meta.

Nimiedades, y otros obstculos no tan nimios ni cicateros son los complejos. El de Can, que segn la Sagrada Escritura fue un engendro causal y an-terior su origen a Cristo el hijo de Dios y como tal hermano nuestro, late en nuestras venas y habita en nuestras clulas. Por lo tanto, est en nosotros. La envidia.

La envidia ha engendrado los grandes odios, y la muerte de Abe!, como la nuestra nos apartara del momento. Debemos vivir y lograr la total libe-racin del SER. Pero debemos hacerlo sin complejos. Estos en nuestras filas nos regresaran por lgica histrica y cientfica al INFRAFEUDALISMO.

Cunta debilidad no hay en aquellos que en cada esquina exclaman al ser acosados: 1 Esta vez ser firme como una roca!

Que un campen para llegar a serlo pens al-guna vez en el errneo primer concepto? Mejor di-rase que en su constante firmeza estrib su coro-nacin.

Nosotros los pilotos debemos pensar como cam-peones. No podemos, no debemos llegar al ao de 1980 repitiendo la frase, el concepto... Esta vez ser firme como una roca. Por qu?, porque de nuestra indignidad habran estado viviendo nues-tros hijos durante VEINTE aos.

... Y nos criticaran acrbarnente con el nfasis y con la razn que la historia glorifica a Guzmn el "Bueno" cuando ste, antes de permitir que la pla-za de Tarifa, atacada por los moros, cayera en po-der del Califa, les contest cuando las tropas sitia-doras pretendan sacrificar a su pequeo hijo de nueve aos de edad; a la sazn con los moros: AN-TES DIERA AQUEL HIJO Y OTROS CINCO, QUE LOS TUVIERA, QUE RENDIR LA PLAZA.

FRANCISCO TARAZONA

PAGINA CUATRO " HELICE" Mxico, D. F., 1 ~ de mayo de 1959

DE LA PRIMERA CONSTITUCION A SALOMON GONZALEZ BLANCO

Las Cortes Constituyentes de Cdiz, en las que por' cierto la diputacin americana determin la existencia de un partido abiertamente liberal. clau-suraban sus sesiones el 20 de ~eptiembre de 1813 y el da 13 del mismo mes y el mismo ao, en un-::! poblacin que entonces se denominaba Nuestra Se-ora de la Asuncin, se instalaba el primer Congre so de Anhuac convocado por el Generalsimo don r os Mara Morelos y Pavn.

Las Cortes proclamaron terminada, aunque tem-poralmente, la Inquisicin. Morelos, revestido del mando supremo que el Congreso Mexicano le ha-ba conferido, decret la abolicin de la esclavitud.

El Congreso inici sus sesiones el da 13 con una misa solemne y dando lectura al reglamento de eleccin. Al da siguiente se reunieron los dipu-tados elegidos que haban de dar forma a aquella histrica asamblea. Los nombres de aquellos pr-ceres que la Patria pronuncia con delicada uncin y legtimo orgullo son: Ignacio Lpez Rayn, Jos Sixto Verduzco, Jos Mara Liceaga, Jos Mara Mur-gua, Carlos Mara de Bustamante, Jos Mara Coss y Andrs Quintana Roo.

En la primera sesin de trabajo se dio a cono-cer el famoso mensaje de Morelos conocido por "Sentimientos de la Nacin", en cuyo texto encon-tramos prrafos que por su hermoso contenido pa-tritico, por su hondo sentido poltico y social, ad-quieren una relevante actualidad en momentos pre-sentes en que las naciones poderosas del mundo, divididas doctrinariamente, tratan de extender su influencia ... sojuzgando poltica, econmica o mate-rialmente a pueblos pequeos o dbilmente des-arrollados que, no pudiendo oponer resistencia fsi-ca igual a la del poderoso, en impulso sincero y moralmente vigoroso, tratan de hacer respetar su soberana colocndose en el campo de las leyes y del derecho internacional.

A continuacin se transcriben algunos prrafos del revolucionario y humano mensaje de Morelos:

"Ninguna nacin tiene derecho para impedir a otra el uso libre de su soberana. El ttulo de con-quista no puede legitimar los actos de la fuerza; el pueblo que lo intente debe ser obligado por las ar-mas a respetar el derecho de las naciones".

"Que a consecuencia de ser libre la Amrica, no debe haber esclavos ./ .. "

"Que los naturales de los pueblos son dueos de sus tierras".

"La ley debe ser igual para todos y las que dicte nuestro Congreso deben ser tales que obli-guen a constancia y patriotismo, moderen la opu-lencia y acaben la indigencia ... "

Volviendo a las actividades de aquel primer Congreso Mexicano cabe sealar en forma eminente la histrica sesin del 6 de noviembre de 1813, en la que, solemnemente, se ley la Declaratoria de Independencia.

Aquel Congreso se mantuvo errante siguiendo a los insurgentes y as entre descalabros y victorias lo vemos con asiento temporal en Chilpancingo, Tla-cotepec, Acapulco, Ajuchitln, Uruapan y por fin Apatzingn.

Tras de incruentos sacrificios y arriesgando la vida a cada paso, sesionando en miserables chozas o bajo los rboles o sentados en las rocas, fue en

Apatzingn donde el Congreso vio coronados sus esfuerzos mediante el ms preciado fruto de sus laioles.

El da 23 de octubre de 1814 el Congreso pu-blic la primera Carta Magna. Naci la primera Constitucin de Mxico.

Pues bien, esa primera Constitucin, como la de 1824, como todas las que Mxico ha tenido, como la que tenemos en vigor y que fue promulgada en Quertaro en 1917, son la expresin ms pura y ms humana de los sentimientos de una nacin li-bre que consagra los ms sublimes derechos del hombre, a los que queda incorporado, por su propio valor y justo alcance, el derecho de asociarse o sin-dicalizarse como lo expresa nuestra Constituci vigente en sus articulas 99 y 123 fraccin XVI.

. La realidad actual relacionada con nuestra in quebrantable decisin de ejercitar el derecho de se reconocidos los pilotos como A.S.P.A. de Mxico, po la Secretara del Trabajo, nos hace reflexionar pro fundamente en el monstruoso fraude que constitu ye el acurdo negativo que recay a nuestra peti cin de registro como Asociacin Sindical, dado po el Lic. Salpmn Gonzlez Blanco en su carcter d Secretario del Trabajo. Queremos creer que Salo inn Gonzlez Blanco, el que se recibiera como abo gado con mencin honorfica presentando la tesi profesional que vers sobre "El Sindicalismo y 1 Evolucin Social"'; el que por muchos aos ha im partido la ctedra de derecho del trabajo en la F cultad de Jurisprudencia; el que fuera ministro d la Suprema Corte en la Cuarta Sala, donde se ven tilan los amparos en materia laboral; el que est escribiendo una obra sobre "Derecho del Trabajo' no aprueba lo que con A.S.P,A. ha hecho el otro, Secretario de Estado, el cual ha dado una resolu cin a nuestro caso que nos parece un refrito in sensato y tenebroso.

Si las dos personalidades de Gonzlez Blanc pensaran igual en lo que a A.S.P.A. se refiere, no atreveramos a dudar de la brillantez y sincerida del autor de "El Sindicalismo y la Evolucin So cial", del catedrtico y ex Ministro de la Suprem Corte, y creer1amos que algo anda mal en la e tructura social de los hombres, y presentiramos derrumbamiento estrepitoso de los valores morale en que nos apoyamos, en el fangoso campo de ca denable demagogia.

En todo caso, afirmamos, que uno u otro, ya se el Secretario del Trabajo o el Lic. Salomn Gonz' lez Blanco simplemente, est obligado a respetar 1 Constitucin y, en su carcter de importante fu cionario de un rgimen de derecho, tiene el deb de acatar y hacer observar Jos mandatos supremo de nuestra Carta Magna.

No hacerlo as es estar desvirtuando con pr meditacin, alevosa y ventaja, el verdadero y el vado sentido de nuestras luchas libertarias y d reividicaciones sociales; es negar, sin sonrojarse :3 quiera, que Morelos haya tenido razn al procl mar que "La ley debe ser igual para todos .. ,"; e negar la grandeza de pensamiento del constituye te mexicano de todos los tiempos, y seria neg tambin, que los gobiernos emanados de la Rev lucin estn cumpliendo lealmente con los postul dos de la misma. ASTUDIIJ.O

Mxico, D. F., 1! de mayo de 1959 "HELICE" PAGINA CINCO

RADAR HUM.ANO OLFATO

Se huele que en AMSA estn tratando de ini-ciar una campaa, preconcebida, de divisin y des-orientacin entre los pilotos, utilizando los nefastos servicios, una vez ms, de Preisser. Pretenden olvi-dar que, en primer lugar, los pilotos de esta lnea estn plenamente unidos y que, en segundo lugar, ataques de este tipo han sufrido una completa de-rrota en reciente ocasin. Pecan de ingenuos al pen-sar que lograrn resultados. El Criterio de estos pi-lotos est perfectamente definido. VISTA

A la vista la circular que el Capt. Huerta Jones, Gerente de Operaciones de la CMA ha enviado a los pilotos. Usando una frase favorita de l le dire-mos: Le devolvemos la oracin por pasiva y pre-guntamos a la empresa: Por qu no entierran el hacha de guerra y reconocen plenamente la razn que tiene los pilotos? Una vez hecho esto no volve-ran a relucir las hachas de guerra. TACTO

Si usted toca a las puertas de la Secretara del Trabajo para pedir a ella, como dependencia di-rectamente responsable, el reconocimiento del ejer-cicio de un derecho consagrado en la Constitucin y en la Ley Federal del Trabajo, se encontrar con la negativa sistemtica y con la hostilidad manifies-ta del titular para resolver, en trminos legales y de justicia, los problemas obrero-patronales y, en especial, para los derechos del trabaja

PAGINA SEIS "HELICE" Mxico, D. F., l' de mayo de 195

CAPACIDAD AEROPOLITICA HEUCE se complace en presentar la

primera parte de una autorizada cola-boracin del Sr. Coro P. A. Enrique Z-rate Muoz. Este ser el principio de una estrecha correspondencia que ven-dr a reafirmar los lazos entre los pi-lotos mexicanos, independientemente de la esfera donde desarrollen su activi-dad profesional.

Dejamos asentado que los escritos o colaboraciones bajo firma son de la responsabilidad nica de sus autores. El uso de un seudnimo es una prc-tica periodistica usual: la identificacin ser guardada por la Direccin y slo en caso de necesidad ser revelada.

La opinin de la Direccin se consi-derar como la emitida en la seccin Editorial o cuando asi se exprese es-pecialmente.

Si estudiamos cuidadosamente el nacimiento del avin, su desarrollo y actual desenvolvimiento, ob-servaremos tres fases bien marcadas.

En el principio, el avin fue puro pasatiempo. El hombre que no presenta la enorme trascenden-

ci~ de la nueva invencin se limit a volar, y sus pnmeras andanzas por el espacio nos recuerdan las peripecias del Clavileo cervantino. El pjaro me-cnico era un juguete empaI:entado con los globos que los hermanos Montgolfier lanzaban al cielo de Pars para recreo dominguero de cndidas muche-dumbres. Por eso los primeros pasos de la aviacin estn grabados por el signo del juego, del pasa-tiempo.

La primera guerra mundial arrebat brusca-mente el juguete de manos del hombre y le forz a iniciar una carrera vertiginosa cuyo final nadie adivina. En la contienda, el nuevo luchador no pu-do demostrar toda su capacidad, y cuando la orden de alto el fuego fue anunciada, el avin qued so-lo, desamparado. No poda volver a ser juguete, puesto que la hoguera quem su candor, y se lan-z por el camino de la aventura. En la segunda eta-pa, etapa de juventud en la que el hombre, con una tcnica rudimentaria, lanza al avin a largas travesas, como se espolea al joven corcel en sus primeras cabalgatas, y logra unir continentes en vuelos memorables. El hombre, mano a mano con su mquina, demuestra un coraje asombroso en una autntica Edad de Oro, que, como todas las pocas felices, arranca precipitadamente el tiempo de su almanaque.

Otra circunstancia trgica -la segunda guerra mundial- despoja al avin de su carcter juve-nil, y tras quitarle su infancia de juguete, y burlar la esplndida aventura de los aos mozos, lo en-vejece y transforma por obra de la tcnica en due-o del hombre. Estas son las tres etapas de una fuerza desencadenada hace cincuenta aos.

En el transcurso de tan breve pero intensa vi-da, el avin se ha visto rodeado de un grupo de hombres que vivieron exclusivamente para l. Si al principio dejaba vagar alegremente a quienes lo utilizaron como juguete, y ms tarde se mostr com-prensivo con quienes lo aprovecharon como vlvu-la de escape para inquietudes aventureras, hoy se ha erigido en seor del hombre, y se complace en exigencias que ponen a prueba la capacidad de su creador.

(Continuar en el prximo nmero)

Empresa y Empleado Sabrn acaso todos aquellos que censuran

una persona o a un grupo con el mote de comuni tas lo que el vocablo quiere decir. No pretendo p lemizar, pero s tratar de encontrar el origen de t dos los conflictos obrero-patronales que se han de arrollado ltimamente.

Para m, la empresa, con su administracin, tie ne obligacin de estudiar, prever y resolver todo aquellos aspectos que tiendan a incrementar su c pital, a ampliar su capacidad productiva sin menos cabo de la calidad de sus productos, eficiencia e sus servicios o atencin a sus favorecedores. Per entendmonos, esta meta no debe ser lograda costa de ninguno de los factores antes citados menos an, a base de la explotacin de sus tr bajadores.

El trabajador debe desarrollar al mximo su c pacidad y su esfuerzo y superarse para que, lg' camente, sea tomado en cuenta para obtener censos y mejores condiciones de vida.

El sindicato tiene obligacin de velar por lo intereses de sus asociados, procurando siempre 1 grar mejoras contractuales que vayan acordes co el ritmo que marca la economa de la nacin. Cuan do patrn o sindicato van ms all de la razn la justicia es cuando las autoridades deben inteI1 venir.

Pero culpar al trabajador por sus pretensione de mejorar o hacerle cargos por los errores adm' nistrativos es un acto criminal.

Sabemos acaso de algn autntico trabajado que se haya enriquecido aprovechando algn pue to?, sera interesante saber a quin pertenece tant residencia palaciega y tanto Cadillac y, de encon trar culpables, aplicar con todo el rigor, con el mi mo con que las autoridades juzgan la actitud d esos "comunistas", sanciones que frenaran lo qu para m, es una de las causas de los conflictos factor que crea la enorme diferencia que existe e la distribucin de la riqueza.

ANTONIO CORONA R

Ante una Decisin ... (Viene de la Pg. 2) cial y limitado, depender absolutamente del mano tenimiento y re forzamiento del espritu de UNIDAD en la que sera segunda etapa de lucha.

Convendr mantener el estado de cosas pre sente, hasta que la resistencia de las empresas SE rompa y den su pleno reconocimiento a nuestrm derechos? Este estado de cosas es difcil que se pue da mantener, puesto que es probable que las mis mas traten de forzar el conflicto por medio de actm de agresin contra los pilotos, sobre todo una ve. liquidado el conflicto, tericamente, por las autori dades.

La tctica a seguir debe ser definida por todo~ los pilotos en los trminos enmarcados por los esta tutos de nuestra Asociacin y con la debida orien tacin por parte del Comit Ejecutivo. La resolucir debe ser ampliamente analizada por cada piloto. E debate debe permitir la franca exposicin de 1m opiniones, las cuales deben ser escuchadas cor atencin y respeto. Una vez definida la conducta e seguir, todos debemos apoyar cabal, ilimitada 'j fervorosamente, la decisin adoptada.

TOHTL:

Mxico. D. F .. 1~ de mayo de 1959 "HELICE" PAGINA SIETE

Vuelo de Aeronaves (Viene de la Pg. 1)

se cortaba por momentos y produca falsas explo-siones, se aceler el motor para limpiarlo y se pro-cedi nuevomente a probarlo subsistiendo la mis-ma falla, motivo por el cual regres a la platafor-ma para que el personal de mantenimiento la co-rrigiera. El trabajo de reparacin tom aproxima-damente 3 hs.; corregida la falla se prosigui el vuelo a Mazatln y a La Paz con los tiempos nor-males de permanencia en cada estacin. Al despe-gar de La Paz principi a sentir una fatiga y un ago-tamiento muy pronunciado, por fatiga acumulada y por tener ya demasiadas horas en servicio activo. Al ver que a la llegada a Mazatln tendra 12 horas y media de servicio continuo, envi un radio a Mxico con carcter de urgente solicitando autorizacin pa-ra pernoctar en Mazatln, por fatiga y considerando que todava quedaban horas por delante para ter-minar con el servicio. Dicha solicitud fue negada, volviendo a insistir nuevamente en la misma, con-testando Mxico que se prosiguiera a Guadalajara. Ante tal negativa me present ante el pasaje y les manifest encontrarme agotado y no considerar pru-dente proseguir el vuelo por razones de seguridad ya que en el estado que me senta consideraba ne-cesario descansar.

"Mxico envi un mensaje a la Estacin de Ma-zatln que les hiciera ver a los pasajeros que si el vuelo se interrumpa en Mazatln era debido a que la tripulacin "arga" fatiga, segn trminos em-pleados en dicho mensaje y que se levantara ante notario acta que 10 hiciera constar, asimismo yo so-licit la presencia de un mdico para que me exa-minara y que comprobara mi fatiga, se present el mdico en el Aeropuerto de Mazatln y acept al verme, que s observaba fatiga; se procedi a le-vantar el acta ignorando yo los trminos en que fue redactada y abandonando el Aeropuerto de Mazatln a las 11.25 p.m. hora de Mxico, me di-rig con mi tripulacin a la ciudad a un hotel a descansar. El domingo 12 a las 8 de la maana se prosigui el vuelo a Guadalajara y en esa entre-gado a otra tripulacin y prosiguiendo como pasa-jero a Mxico.

"El lunes 13 por roll de servicios asignados cum-pl Reserva "E" en el aeropuerto, al terminar mi servicio de reserva me retir a mi domicilio y al llegar a l encontr un mensaje de la Compaa re-dactado en la siguiente forma: "SE CANCELA LOS SERVICIOS QUE TIENE ASIGNADOS POR ROLL DURANTE LA PRESENTE SEMANA, POR ESTAR SUSPENDIDQ EN SU EMPLEO A PARTIR DEL DIA TRECE DE ABRIL DE 1959 POR INVESTIGACION QUE SE LLEVARA A CABO". Dicho aviso aparece firmado por el Sr. Ing. Vargas, Gerente de Opera-ciones y con copias al Ing. Torge Prez Bouras y al Departamento de Personal respectivamente.

"Como usted ver, se procede con toda falta de equidad y justicia, pues tal parece que para la em-presa es uno un ser inanimado o una mquina de operacin continua".

Es pertinente hacer la aclaracin que el da an-terior al en que se sucedieron los hechos mencio-nados en este reporte, el Capitn Domnguez Time-no haba cubierto una asignacin de vuelo habien-do llegado al Aeropuerto a las 9.15 p.m. y que al da siguiente se levant a las 5.30 a.m. para cubrir el vuelo que se ha mencionado.

Sacrificio Humano (Viene de la Pg. 1)

los aviones y a sobrevolar ms all de los lmites permitidos por los Reglamentos, los que no se de-ben rebasar, porque la fatiga del piloto resta segu-ridad al vuelo. Es aconsejable que en la investiga-cin que se viene practicando, las autoridades de la Secretara de Comunicaciones y Transportes, ha-gan el cmputo de las horas voladas por el finado Capitn Lpez Henrquez, del mes de enero a la fecha, pues consideramos que este dato indudable-mente arrojar luz sobre la posible causa que ori-gin el accidente.

Por otra parte, sucesos como el que comenta-mos, justifican plenamente la vida y accin de la Asociacin Sindical de Pilotos Aviadores de Mxi-co, que hemos formado, ya que slo existiendo, pue-den los pilotos aviadores hacer las denuncias per-tinentes, sin temor a perder sus empleos o a sufrir represalias, pues es bien sabido que. en numerosas ocasiones, Jos propios pilotos se ven obligados a in-fringir los Reglamentos, para evitar su cese, de no plegarse a las exigencias de las Compaas en que vienen prestando sus servicios, siendo por tanto ne-cesari.o, se les garantice la estabilidad en su traba-jo y se les proporcionen los descansos adecuados, para as evitar en lo previsible, la repeticin de es-tos accidentes, que dejan irreparable prdida en numerosos hogares mexicanos.

Adems, es preciso que los pilotos, sin miedo a ser suspendidos en su trabajo, como ahora est aconteciendo en algunas compaas, estn en posi-bilidad de interrumpir los viajes qU les hubieran sido encomendados, cuando las rutas a ellos asig-nadas, sean de tal manera extensas, que les origi-nen un desgaste fsico excesivo, esto sin tener en consideracin, que las empresas a pretexto de fuer-za mayor, cambian constantemente los roles de vue-lo establecidos a los pilotos, para as obtener los mayores ingresos econmicos posibles, por lo que es ya inaplazable se ponga un dique a sus desen-frenados propsitos de lucro, pues es primero la proteccin~de las vidas humanas, que cualquier ga-nancia, por muy lcita? que sea, ya que siempre debe procurarse la seguridad, si prudentemente el piloto advirtiere estar impedido de proseguir el vue-lo, por haberle sobrevenido fatiga.

Slo nos resta hacer notar a las autoridades y usuarios en general, que comentarios como el que ahora nos ocupa, tienden a sealar irregularida-des que menoscaban la seguridad en los vuelos, por 10 que hacindonos eco del dolor de tantas fa-milias mexicanas, exigimos se abra una investiga-cin minuciosa del proceder de las compaas a-reas que operan en la Repblica, para que no se limiten las autoridades inferiores, a exhibir a nues-tros compaeros pilotos, como nicos causantes de las desgracias, cosa que ha sucedido en tantos ca-sos, como' en el accidente de 26 de septiembre de 1949, en que perdi la vida, junto con otras 25 per-sonas, el Sr. Lic. Gabriel Ramos Milln y tantos otros en que se han enlutado hogares mexicanos, sin que se haya puesto hasta ahora remedio efec-tivo al peligro inminente de que es objeto el p-blico que confiadamente utiliza los transportes a-reos, al no tomar las empresas que explotan este negocio, las precauciones debidas, tratando de so-focar con propaganda, el dolor y la constante san-gra de que es vctima el pueblo de Mxico.

PAGINA OCHO "HELICE" Mxico, D. F., l' de mayo de 1

Nuestra Entrevista con Labor Mdica, S. A. En das pasados hemos sostenido conversacio-

nes con los Directivos de Labor Mdica, S. A., em-presa cuya caracterstica fundamental es la atn-cin y prestacin de servicio mdico por enferme-dad a domicilio y con libre eleccin de mdicos es-pecialistas, cirujanos, obstetras, clnicas, sanatorios, odontlogos y oftalmlogos.

Como debido a que muchos de nuestros aso-ciados ya estn afiliados y han recibido beneficios de tipo mdico y adems existe un inters de mu-chos compaeros por tener informes y saber de un modo amplio los servicios que presta Labor Mdi-ca, nos dirigimos como anteriormente se dice, a di-cha empresa para hablar con sus directores con el fin de por medio de esta publicacin poder dar una informacin amplia con respecto al funcionamiento de la misma.

Dicha empresa concede a nuestra Asociacin una cuota especial y reducida con respecto a los contratos que expide en forma individual y como consideramos que dicha cuota es asequible a la mayora de los miembros de esta Asociacin, que-remos expresar que cualquiera q1,le est interesado se dirija a sus oficinas para que se le proporcionen los datos que se exponen anteriormente.

La forma en que funciona dicha compaa es mediante una cuota fija, que en el caso nuestro se-ra de $ 135.00 para matrimonios con lmite de 3 hi-jos y $ 15.00 por cada hijo que exceda, mensual-mente, y con una cuota de inscripcin de $ 200.00,

se hace cargo de todos los gastos mdicos corr pondientes por enfermedad tanto del contratante ( mo de sus beneficiarios includos, con la libertad f poder elegir cualquier mdico en el Distrito Fed rol y adems la libertad de escoger tambin la c:: nica o sanatorio correspondiente e independien mente de esto brinda, en caso de solicitarlo un cio, servicio de urgencia de noche, de mdicos c sultores de da en medicina general y pe di practicante a domicilio, ambulancia y servicio laboratorio da y noche, pagndose los honorari normales y usuales de la mayora de los mdic existentes en Mxico, D. F.

La atencin mdica mediante la cuota de i cripcln que se ha expuesto anteriormente es in diata, los derechos para asistencia quirrgica, nica o sanatorio se adquieren a los 210 das de berse inscrito como socio y para atencin de se adquieren a los 300 das.

Como sera imposible enumerar aparte de beneficios expuestos todos los que se pueden ale zar, incluso que en casos determinar.l.os la com a expide vales de servicio a domicilio para el dico que uno quiera para que en cambio de pa al doctor con dinero lo efecte mediante la entre del vale citado, creemos que lo ms conveniente que soliciten ustedes la informacin correspondi te en las oficinas de dicha compaa situadas Sevilla 9, 29 piso, con telfonos 11-23-28 y 11-08-para que les den las explicaciones personalmen

Ha bla un ex Piloto ... (Viene de la Pg. 1) posiblemente redujera este porcentaje (estudio qu~ por supuesto las autoridades an no han hecho). La operacin del equipo con las horas de los moto-res excedidas hasta una cifra ya imprecisa como el ceso del avin XA-MEK. Se operaban ocasional-m0nte de noche, aeropuertos no autorizados para ello. Pilotos que volaban ms de 180 horas al mes siendo el mximo permitido de 90 horas; otros con jornadas ininterrumpidas y sin dormir ms de 35 horas, siendo todas estas violaciones, diremos de buena fe. desconocidas para la Direccin de Aero-nutica Civil.

El equipo SUPER-CW-20 Modificacin al C-46 de la Compaa "Tigres Voladores", S. A., siendo moderno, con adelantos que aun muchas compa-as no tienen, fue abandonado a un psimo servicio de mantenimiento, encontrndose al poco tiempo en condiciones desastrosas, al grado de cancelarle los sobrealimentadores y las alarmas de incendio que, segn la empresa, "no servan para nada"; en otra ocasin se reportaron fugas de gasolina de un tan-qae y se dijo ql!e debido a lo tardado de la repa-racin era preferible no usar dicho tanque. En otros casos en que se operaba equipo con exceso de ho-ws en los motores y sin extintores de incendio, se par el equipo, dando parte a los inspectores de la S c.a.p., acto que motiv el despido injustificado d3 tros tripulaciones, a pesar del Acuerdo Presiden-cial N? 130 de fecha 28 de enero de 1959; este cese

h~e entregado por el seor Administrador Guberna-mental, licenciado Fernando Ongay, y apoyado por

el Secretario de Comunicaciones y Transportes, geniero W olter Buchanan, alegando ser necesid de orden econmico. Como se comprender, el p sonal de vuelo al que no alcanz este "justifica cese" se vio obligado "a cooperar" con la empre ilimitadamente, lo cual equivale a decir pasar alto estas irregularidades, so pena de ser cesad y, de ah, de estas condiciones de trabajo, adem de injustas y peligrosos ha nacido la necesidad nuestra Asociacin Sindical de Pilotos Aviadores proteccin de la vida de los pasajeros y de la nu tra propia.

De las dos tripulaciones que quedaron una nunci voluntariamente por razones de orden p sonaL y la restante 8 das antes del accidente, virtud de haber encontrado grandes fugas de g salina en los tanques del avin m!cidentado, 1 cuales no repararon a tiempo y que segurame produjeron la explosin del avin.

Ahora se trasladar al lugar del accidente personal de la Direccin de Aeronutica Civil, tudiar dictaminar: ACCIDENTE INEVITABLE: y lgico, no podran, unos por incapacidad y otr por intereses creados, abrir una pesquisa exhaus va en la que salieron a relucir todas estas irreg laridades.

Esperamos que por primera vez en la histor de la aviacin nacional, gracias a nuestra A.S.P. de Mxico, trasciendan al pblico y a las autorid des competentes todos estos datos con el fin de e tar en el futuro estos sacrificios colectivos.

CAP. ALEJANDRO CAMACHO G