al ilustríssimo messier renard de valgris, baron del ...€¦  · web viewregalandovos aquesta...

48
Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del Pessebre & Mui Noble Cauallero de Sanctiago Regalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso linage de lvenga alcvrnia. Mas sauiendo que es tan en vueso agrado aquestos librillos que fvyen de desaforadas pretensiones, è nomas buscan sonsacar algvna risa (que ya no es poca la intençion), he creydo tindria à bien Vuesa Merced el defender aquestos pliegos de las malas lenguas, que siempre avran, è mas mostrando sv benefica virtvd, que se ansí mesmo que vos soys amigo de los elixires è güenas receptas. Pues pienso que el vulgo avria de riziuir aquestos Veriqüetos et Desaçones en presquiption medica, è aquestos mesmos medicos avran de determinar la dossis, pues que Virtudes tiene mvchas. Dizesse que desopila el humor cholerico & bilioso, enforteçe el coraçon è pulmones, purifica grandemente la sangre & tranquiliça los niervos. Tomado en grandes dossis pvede fazer pvrga por abaxo (pves de pvrgar por de arriba fuera mui grande la deçepzion mia, è mayor la de don Clavdio, que es el verdadero Avtor y ennarrante). Dizesse tambien ser aperitiua si se toma en ayunas, è digestiua para el estromago en tomandosse en la hora sexta, id est, en la siesta. Mas ripitimos, sv mas grande virtvd est la de truecar los hvmores & templallos, por lo que es reçeptada para antes demprender tareas que agudiçan la cholera, verbigratia revniones familiares ò laborales. De igual maniera è modo, es mi desseo fazeros saber que es grandíssimo el honor ricivido, no ya de ser vuesso protegido, sino inclvso el de ser legido por tan insigne figura como vos soys; & si oviere alcançado nomas la honra

Upload: others

Post on 26-Sep-2020

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del Pessebre & Mui Noble Cauallero de Sanctiago

Regalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso linage de lvenga alcvrnia. Mas sauiendo que es tan en vueso agrado aquestos librillos que fvyen de desaforadas pretensiones, è nomas buscan sonsacar algvna risa (que ya no es poca la intençion), he creydo tindria à bien Vuesa Merced el defender aquestos pliegos de las malas lenguas, que siempre avran, è mas mostrando sv benefica virtvd, que se ansí mesmo que vos soys amigo de los elixires è güenas receptas.

Pues pienso que el vulgo avria de riziuir aquestos Veriqüetos et Desaçones en presquiption medica, è aquestos mesmos medicos avran de determinar la dossis, pues que Virtudes tiene mvchas. Dizesse que desopila el humor cholerico & bilioso, enforteçe el coraçon è pulmones, purifica grandemente la sangre & tranquiliça los niervos. Tomado en grandes dossis pvede fazer pvrga por abaxo (pves de pvrgar por de arriba fuera mui grande la deçepzion mia, è mayor la de don Clavdio, que es el verdadero Avtor y ennarrante). Dizesse tambien ser aperitiua si se toma en ayunas, è digestiua para el estromago en tomandosse en la hora sexta, id est, en la siesta. Mas ripitimos, sv mas grande virtvd est la de truecar los hvmores & templallos, por lo que es reçeptada para antes demprender tareas que agudiçan la cholera, verbigratia revniones familiares ò laborales.

De igual maniera è modo, es mi desseo fazeros saber que es grandíssimo el honor ricivido, no ya de ser vuesso protegido, sino inclvso el de ser legido por tan insigne figura como vos soys; & si oviere alcançado nomas la honra è pvndonor de fazer brillar en vueso Ylustre Intelecto vn esboço de sonrysa, ò fazeros sorpresa con algvno golpe de yngenio deste don Clavdio Batvecas: toda la conseja que dentre las manos teneys avrà rescivido enorme compensa, pues que todos los aplavsos del orbe no tienen sentido algvno de no contar con el vueso. Pues en dizir del ylustre Agaton, symposiarca del famoso Symposium platonico: ¡Ah, querido Socrates! No creas que an dembriagarme tanto los aplavosos del theatro para fazerme oblidar que para el hombre sensato el ivycio de vn peqveño nvmero de sabios es mvcho mas de temer que el de vna mvltitvd de locos.

Page 2: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Qvedo ansí en espera de vueso beneplazer, pues que no à de ser legido aqueste librillo por alima alguna de no dar Vos la nobleça que de per se no contiene, & que nomas la risçiuirà en contar con la aprobaçion que vuesa rubrica conçede.

Doy ansí por terminada aquesta petiçion de protecçion para dar a luç Los Verigüetos & Desaçones del visquir de don Clavdio Batvecas, aguardando la magnanimidad svya de vsia, que constame ser grande y de provecho. Vale.

 

Don Albertvs Soriano de Origüela

Estando en martes à dia de oy, en

el trezeavo dia del mes de Março

del año MMI de la Era de

Nueso Señor Iesuchristo

 CÉDULA

Respuesta que Messirer Renart de Valgris, Barón de Pesebre, Caballero de la Orden de Santiago Apóstol, Preste del Jardín Nuevo de los de Epicuro, Grand Maestre Comfessor de la Orden de las Costureras Libres et & caetera dirije a dom Albertus Soriano de Origüela en respuesta a la suia en la que se le presenta un livro intitulado “Veriquetos & desaçones de don Claudio Batuecas & caetera” en demanda de que sea tutelado por su persona el opúsculo este ante la figura de nuestro Noble Rei y aconsejada su letura en toda la Corte.

Señor, con no poco regocijo è leido vuestra labor, que non es tan vuestra como del desaventurado Claudio Batuecas, con quien heme desternillado con sus desaçones i bribonadas i asta tal estremo me han portado a la rechifla sus picardigüelas que, a la saçon, me hallo mui amejorado de una ataque de gota que me tenía tan torrado como un reo en las calderas del Botero, de lo que veo, in primo, ser veraces vuestras letras referentes a la birtud medicatoria de las risas que proponeis, de maior cuando salen de las penas que acontesçen a otros haciendo más menores las proprias.

Item. Et de este buen efeto de vuestro negocio ya se sabe en la Corte del Rei Noble nuestro señor, pues io mesmo lo he puesto de largo el dia de san Pasqual ante el proprio Rei, que se rió, las damas, cavalleros i prohombres que en la Corte medramos como una yedra para evitar de vernos en nuestras postrimerias como buestro Claudio.

Page 3: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Item. Si buestro librillo a gustado a unos, a otros los ha dexado tan anchos porqe no tienen el habito de leer i a estos bastóles mi recomienda para que obtengáis cédula de imprimillo tb en sus condados y señoríos. I de todos solo huvo un militarote manco de Saavedra que puso berrido al cielo alegando no se que et que nos movió a grandes carcajadas a los concurrentes por su estemporanea colera, conque ganó algun meritillo de a mas a mas el asunto vuestro i perdiólo el de aquel.

Item. He dado orden para estampar mi blasón en las tapas de la obra para que presuman uno del otro i agrandar ante vos las garantías que me demandáis.

Item. He dado orden a efeto de castigar con garrotaço i munta cualquiera plagiario de la obra i a todo impressor que non este en mano de mi cédula.

Item ultimo. Que para dar compensa de este desvelo mío os conmino para que en el plazo masimo hasta la Epifanía de Nuestro Señor, me tengais bien emplumada i saçonada una secunda parte de estas desaçones primeras por las quales os mando unos maravedies que podeis, desde aora, esperar sentado.

Rubrica: Renart de Valgris

Tesavrvmmevmestsigillvmmevm.

Idvs de Março. MMI.

 

TASSA

Yo, Rodrigo de Miranda, Scriuano de Camara del Rei, e assistente en el Consexo suio, doy fee de auer rescivido e legido en dicho Consexo vn libro intitulado Los Veriqüetos et Desaçones & caetera, conpuesto por don Albertvs Soriano de Origüela, vezino de la civdad de Iluro. E doy fee ansí mesmo que el proprio Libro fue tassado en quatro marauedies y medio cada pliego, y al dicho prezio, y no mas, mandaron se vendiesse el dicho Libro, de otra forma, incurririasse en la pena espressada en la cédula y leyes de Nuestros Reynos. Mandaron de igval maniera e modo, que aquesta tassa sea espuesta siempre en el primer pliego de cada Libro, para que ansí sepasse el precio suyo. En Toledo, entrando la primavera a veynte de Março del MMI A.D.

Rodrigo de Miranda.

 

Page 4: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

LOS VERIQÜETOS & DE-SAZONES DEL VISQUIR DE DON Clavdio Batvecas,

et de como non salido de vna

ya tenía las calças metidas en

otra, & do explica el proprio

Avtor como la verdad non

solo no fizole libre,

sino que partiole

algvna diente

 

 

Prolegómeno en que don Albertvs Soriano de Origüela da incitamiento al mui Ylustríssimo Letor, y do se fabla del porque, et no de la porquedad, de facer aqvesta obrilla

Si dixesse acá que fallè aquesta novela estando io emprissionado, se que naide creeriame, tanto por lo gastado del recvrso, como porque nvnca estuve io en carcel algvna.

Estavame yo en las Batuecas en vno de mis ordinarios viages, è cognoscí à cierto mancebo algo enclenque, con algvna diente ronpida y todo desaliñado y descompuesto. Díxose llamar don Claudio, è faziame aquel çarracatín trueco de sv verdadera choronica por vn pan y algvna chicha. Paresciome curioso el mochacho, por lo que dile quanto pidiò y explicome sv visquir dél.

Siendo de mi agrado aquesta sv historia, diome el efeto de fazer grande agravio en non publicalla, et en no escribir la picardia y delgado yngenio que vtiliçò aqueste moçalbete por salir de tuertos & entuertos.

Díxosse vida picaresca por lo de Picaro. Paresce que aqueste nombre pudo devenir de pica, que es el asta, porque en la guerra, hincándola en el svelo, vendían los vencidos ad hastam por esclavos. Y avnque los picaros no lo son en particular de naide, sonlo de la República, para todos los que los quieren alquilar, ocupándolos en cosas viles y baxezas. Tambien fazesse provenir de picaño, que es el remiendo que se echa a el çapato.

Page 5: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Tiene don Clavdio Batvecas vna más grande semexança con el çapato que con el vençido, pues siempre fue malvendido por los Hados, et remendado por el svyo ingenio. Todo esto llevole, como verán Vuesas Mercedes, à grandes trasiegos & desazones. Porque do otros bravos caualleros desfacian entuertos, aqueste los facía, cosa que truxole grandes penas, desgustos & peores svbcessos.

Mas no faganle malo juycio, que nvnca uvo vn malo animo en la anima svya, sino que non plugo à la ventura el favorescello; y es que do otros llevoles el destino, à don Clavdio truxole el desatino.

Ansí, sin mas ambular ni preambular, da comienço aquesta historia que el proprio personage les esplicarà. Agora dan comienço

 

LOS VERIQÜETOS & DESAZONES DEL VISQUIR DE D. CLAVDIO BATVECAS, et de como non salido de vna ya tenía las calças

metidas en otra, &

do explica el proprio Avtor

como la verdad non solo

no fizole libre, sino

que partiole algvna

diente

 

Capitvlo primero

Praefatio necessario à toda his-toria en donde se fabla sobre

las astrales circumstancias

del nascimiento de don

Clavdio Batuecas, et de

como dieron comienço

los trasiegos dél

Quando siendo mozo ocurriaseme de quistionar à mi madre sobre las circumstancias que truxeron mi nascimiento, gustávale à ella de responder que era caydo de vna estrella. Cierto que nvnca creyla, mas ansí sentíame yo dichoso y feliç. “A más –pensaua yo de chico-

Page 6: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

¿no uviereme destroçado el cocotero el despeñarme de cota tan alta?”

Avn siendo hijo vnico, plasciame dizir que provenia de nvmerosa familia, puesto que padre tenia cada noche vno diferente. Es más, de ser cierto el dezir del grande Paracelso de que la imaginaçion de la madre plasma en el hijo la faz del padre, mi madre devia destar phantaseando con vn junco (avida cuenta de la jeta que heredè). Por lo que no cumpliosse el Proverbio ”El hijo de puta à sv madre saca de duda”.

Quiso la Providenzia de concederme el don de la cvltura, pues nascido como era en Salamanca, plasciame de visitar la Vniversidad (por de fuera) y dar sentido à aquello de que todo se pega salvo de la belleça. Pues algo de cvltura si que metiosseme en la sesera, mas mi rostro de junco no uvo quien lo alterasse.

Devía de contar à la sazon con treze ò catorze inviernos (que no primaueras), y no es que mi memoria flaquee, sino que mi madre nvnca fue mui dvcha para con los nvmeros. En todo caso deví descogotarme del astrum hazia 1572 ò 1573.

Era costumbre y juego entre los niños del lugar la crueldad y ensañamiento con la virtud de mi madre de cambiarme à cada sol de padre, sin tener conoscimiento de que todos aviamos sido fratria en algvn momento (y no solo à los ojos de Dios Padre). Mas quando la chanza llegava à las puñadas de mano cerrada (que las de mano abierta nomas duelen en la honra), naide podia svperar mi capacidad en poner pies en polvorosa (habilidad que descubriria avn más vtil con el tiempo).

Vn buen amigo si tuve, Rodolfo Carrion, que por ser avn más canixo que yo, sentíase obligado à resciuir algvn puño mio en svs narizes.

Cierto dia, llegandose la prima vera, bolviendo à casa hallè vn grande trasiego en el porton. Preguntè à las mugeres que que fazian tantos soldados en casa mia, ¡botarate de mi!, preguntar à las mugeres vezinas semper est como questionar à vn philosopho la materia de la alma, que parlotean et parlotean sin dezir & sin saver.

Acertè finalmente à intuir en svs graznidos que mi padre de aquesa noche non quiso pagar sv dèvito por servicios prestados, por lo que mi santa mater apuñalole el coraçon con vna daga. Nada uviesse passado de non ser que aquel asnihombre era primo de vn mameluco que bevia cerveça con el sobrino de no-se-quien que era familia lexana et caetera.

En mui medio del tumulto y los gritos de aquella plebe, que non sabiendo muy mucho que passava pidia la cabeça de alguien, conseguì apropincuarme à mi madre.

Page 7: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

- Huye, hijo mio –solloçaua la muger- huye à Calçada de don Diego, y demanda allá por Roberto Melero, vnico primo mio, y tu vnica familia.

Entuoçes, vn soldado hijo de Goliat assiome en braços desfaciendo el vltimo abraço que dariale ya à mi madre.

Ansí, si otrora tuve nvmerosa familia, los hados y los soldados, dexaronme solo con vn primo. Y no tardaria en cognoscer que don Roberto, de primo no tenia vn pelo.

 

Capitvlo segvndo

Sobre como fuesse don Clavdio buscando al primo dél, y de

como casi lo mata vn cura

de vn svsto & vn viejo

de vn trancaço

No quise contemplar tan morbida execution, y tras la condena fuyme hazia Calçada de don Diego, que ya savran Vuestras Mercedes que hallase à vnos tiros de piedra de Salamanca.

Alguien dixome tiempo despues que auianla colgado del gaçnate y que agora adornava como girnalda hecha quartos los caminos.

Era Calçada vna villa chica, por lo que toda alma se cognoscia, de forma et maniera que preguntè al primer vezino que vi, el qual resultò ser el parroco.

- Dios vos guarde –dixe en tono cortes.

- Et Dios me libre –replicome.

- ¿Seria Vuesa Merced tan amable de indicarme ande encontrar à don Roberto Melero?

Avriò entonces el hombre tanto los ojos que temí no fueren à caersele al svelo, santiguosse, y començò à reçitar el Ave Maria tan corriendo que uviere sido la embidia de las viejas del Rosario.

Paresciome que algvn grande mal aquexaua aqueste hombre, por lo que (temiendome yo vna apoplexia) lanzeme sobre dél con ojeto destirallo en el svelo è avrille la camisa svya, no fuere à afogarse, a el tiempo que empeçè à gritar “¡Auxilio, que se me muere!”

A la par, aqueste cura començò à gritar à sv vez:

Page 8: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

- ¡Socorro, que me mata, que me roban!

Perplexo, dexè ir mi presa, situaçion que aprovechò aquel pobre hombre para desfacerse de mi, arremanigarse el hàbito, y salir huyendo mientras gritava “Y dile al patron que pagalle he, mas non puedo agora”.

Quedeme estupefacto ante vn corrillo de lexanos curiosos que por algvno estraño motivo temian dezir “mu”. Quando comenzose à disgregar tan muda congrega, acercoseme vn viejo de mal agüero que arrimome la mano con aspecto que paresciome amenaçante.

Los enclenques lo tenemos muy claro, si el contrincante fuesse de grande fortaleça, corremos; si donzella, viejo ò mas enclenque avn, nos aferramos à sv pelambrera como si de nuesa vida trataresse, y de ser calvo (como fue el caso), mordemos y masticamos nuesa pressa hasta que huye vno de los dos.

Ansí, tan seguro estava yo de que pretendia ronperme la crisma, que agarrele el braço presto à fazer dél cena. Çerrè los ojos, avrí la boca y lanzè mi dentadura. Mas de pronto, atacaron mis narizes los cuerpecillos purulentos de las llagas del braço deste Làzaro, entabanando mis sentidos de forma tal que quasi fizieronme vomitar.

El agüelo, viendosse libre el braço, alçò el troço de pino que conduçia por cipion, et començò à açotarme con él gritando “¡Canalla, filibustero, asno, desgraciado! Te voy à moler à palos”. Y el tipo devia de tener sv palabra por grande Ley, porque diome tantos y tan fuertes bastonaços que à poco no me mata.

Quando dizidiosse mi alma à bolver al cuerpo mio, encontreme tirado en vn svelo maloliente, y mi boca & narizes reçumauan sangre; mientras, mi mal samaritano dabame golpeçitos con vn pie por despereçarme.

- ¿Quien eres y de que me cognosces? –deziame.

- ¿Soys vos aquese que llaman don Roberto Melero? –contestavale io con temblorosa boz.

- ¿De que me cognosces? –ripitia el insensible.

- Soy don Clavdio Batvecas, el hijo de tu prima Carla.

- ¡El hijo de puta! –esclamò él con acierto- ¿que à sido della?

- Non quisiesse molestar reunion tan familiar –oyose vna boz al fondo- mas de poder cobrar, marcharia apriessa.

Page 9: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

La boz provenia de aquel viejo que de casi no me embia con mi madre à criar malva. En mi aturdimiento tratè de levantarme è huyr, pero mis pieses no dauan señales de vida.

- ¡Paralitico, aqueste viexo y sv caña me an dexado paralítico! –comenze à gritar espantado. Mas viendo que aquellos dos hombres dieron en soltar grandes carcaxadas, quedeme estupeffacto ante tamaña desvergüença por mal ageno. Entuoçes fue quando me descubrí los pieses atados con cabos.

Faziendo chacotas, diole mi primo vnas blancas a el viejo que, mas contento que vn frayle en vn convite, saliò por la puerta dexandonos à solas. Don Melero quedose repentinamente serio, como si vna nuve atravessare sv faz. Mirome de hito en hito (cosa que deví de aprovechar mas, porque tardaria mucho en bolver à quedar ahito). Coxgiò vn tremendo cuchillo de asserrar jamon que devía destar perdido por no encontrar pareja, y para grande svsto mio (que creí me rematava) cortò los cordeles que fazian de mi mas pertrecho que persona. Diome à cenar vna agua à la que llamò caldo (que creo vtiliçò para lavarse los pieses), y vn pedaço de pan que, à juycio de sv dureça, deviò sobralle à Iudas de la cena de Nuestro Señor. Acavado que uve, que fue rapido, contele lo que aconteciole à mi madre, y de las circumstancias que llevaronla à patibulo, y aquel, mas por buscar negozio que por apiadarse de mi, pussome à al serviçio svyo.

 

Capitvlo terzero

Que tracta sobre el mangante de don Melero y lo que acaesciole à nueso Avtor mirando de sobrevisquir en sv casa

Pasarè depriessa los siguientes messes por no avurrir al Letor, avnque fueron de grande congoxa y pena para aqueste servidor.

Mi mal primo, del que espero no tener vna gota de sangre, tuvome dos dias en catre por recuperarme de la paliça. Mientras asà estuve, no diome mas que pan y agua so pretexto de que en casa svya auia vno de ganarse el pan. Io desciale que non era aquesta forma de recovrar enfermo algvno, mas él argüia el viejo Proverbio “El enfermo que es de vida el agua essle medicina”, por lo que à mi solo restauame contestar aquello de “A pan duro diente agudo ò hambre de tres semanas”.

Ansí que, mas por demandar silencio à mis tripas que por auer sanado, me alçè del camastro paresciendo propriamente vn ecce homo.

In principii quiso aquella sanguisuela de ponerme al serviçio de lo que él llamava ympropriamente sv Cuerpo de Guardia mas, de no ser

Page 10: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

que la realidad es tan voluble que prestasse à hiperbolicos juegos, qualquiera uviesselo llamado Cuerpo de Matones.

Ansí fue como descuvrí por que ratio, quando pronunciasse el nombre de mi primo ante el parroco, huyera el pobre desgraçiado como si oviere visto al proprio Belcebù. Y es que don Melero trabaxava como vsurero, mas tan despiadado era aquel gaznapiro como el mesmo Neron; y sv Cuerpo de Guardia era nascido de la progenie de aquesos guardias que maltractaron à Nueso Señor Iesucristo camino de Calvario.

Como fuera que fuesse, aquel puerco tenia aterroriçada toda la villa, de tal guisa que las madres dieron vso de sv nombre para aquella cançionçilla de cuna

que vendrà don Melero

y te comerà

El argüia como ratio que el officio svyo era de lo mas Catholico, porque era officio Iudio, et que de tal estirpe era Nuestro Salvador. Ansí que bivia de los marauedies que las gentes davanle amablemente quando este apretavales generossamente el gaçnate.

Quando viosse clara mi poca predisposition physica para tal labor por ser vn tanto alfeñique (cosa que costome no pocos dolores), dezidiosse à provar fortvna con otra tarea.

Mi mission era entuoçes la de infiltrarme con el popvlvs, è vigilar quien tenia vnas blancas dispvestas à cambiar de bolsa.

En cierta ocasion, el çapatero tuvo vnos dineros para comprar cueros de vaca curada, que ahorrò el pobre hombre con grande esfuerço. Io non quise dizir nada por làstima del hombre à don Melero, mas quando mi primo enterose por otras espias que tenia, diome tal paliça que, tras partirme sv vara en mi pobre espalda me iurè à mi mesmo me vengaria; à mas, vi de claro que de la bondad de coraçon, nomas se reçiven paliças, y que en vez de ganar algo, mas bien se pierde algvna diente. Así, çapatero à tvs çapatos. Aquel hvmilde çapatero apañolo con bernias, è aherrando las svelas, et yo planeando de furtivo mi vengança.

Juzgè de claro que algo auia de fazer quando, cierto dia en que yba yo de feliç masticando vnos alfocigos (que dizen ser güeníssimos por confortar al estromago, por despertar la virtud genital & restaruar las fuerças perdidas, que falta me facian), y allegandome a el pueblo, abreviè camino por fazer via è atravesè el Camposanto. Mas es sauido, “no ay ataxo sin trabaxo”. Avia allà vna agüela que reçava sepultura de algvun familiar della, y en viendome tan enflaqueçido y engüesseçido, creyose que era yo algvn muerto que, aburrido de sv

Page 11: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

tumba, avia salido à estirar los güesos. De modo que la agüela, en lugar de huyr (que es lo que deviera fazer vno en viendo vn mverto comer alfocigos), començò à lançar piedras à la boz de “¡El muerto à la güesa y el vivo à la mesa!”. Y tan fina haçaña fizo que à la primera açertome de pleno en la cholera engastando el canto en la frente mia. Y no rian Vuesas Mercedes que no es assvnto de choteo, que abriome la vieja vna brecha enormíssima, y de sverte que cayme en cierta fosa sin estrena que avia, porque ansí la agüela creyosse que avia buelto à mi çanja et tuvo à bien de no rematarme.

Quedome ya claro el por venir: que de no matarme mi primo de hambre, matavame otra agüela de vn cantaço en la mollera. De modo y maniera que, avida cuenta del odyo que deserpertaua don Melero en el pueblo, imagineme que socorrerianme con el çorruno plan que formava en mi cabeça.

Del vezino sastre, fizeme con vnos cristales bien pulidos, espexos; del vezino panadero, vna svficiente cantidad de farina, y ansí, muchos otros ayudaronme como veran mis Ylustres Letores.

Quando tuvelo todo preparado, pvsele vn adereço en la manduca à mi primo, cierta mistura opiata que diome el apothecario sacandola de la cabeçuela de vna planta, con la que auia de dexalle en braços del buen Morpheo, è despertariase algo entontecido.

A media tarde estaua ya en lecho, profundíssimamente dormido. Coloquè entuoçes los tres espexos de tal guisa que, estandome yo allende sv puerta, vierame tres veces repetido en el lado opositado de la alcoba. A mas, por ser tuertos, las tres ylusiones eran deformes à punto de que yo mesmo de casi espanteme en verme. Coloquè ademas vnos cables que davan vn pequeño moto à los dichos espexos en mover yo las manos. Embadurneme à mi mesmo con la farina, de sverte que davale à mi ya enclenquecido cverpo vn mortuorio aspecto. Por acauar de fazer bien, assí vnos candiles en mis manos, porque la lux movil dava mayor sensaçion de escena.

Esperè entuoçes la hora adecuada (poco antes del alba) et començè à aullar como dizen las viejas que hazen los muertos que buelven. Despertosse ansí aqueste tonto entontencido, con grande sobresalto.

- ¡¿Que svbcede, quien sos vos, infecta imago, que aparesceis en mi alcoba por turbarme?!

Ayudome pues sv mala conciencia, que debiò de dezille que era alguien à quien él auia matado.

- ¡Soy tu primo muerto! –gritava yo con vna mui ronca boz- ¿No me recognosceis?

- ¡Mi primo! ¿Soys muerto ò matado?

Page 12: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

- Matado, maldito asno, vuesa avaricia me matò. Por vuestros dineros robados estoy matado en el cobertiço del señor cvra. ¡Y vuestro dinero en mi bolsa es lo que conduceme al Hades!

- Mi dinero... –murmullò en lo baxo- ...en sv bolsa...

De forma que aqueste entontecido por la droga, movido por la avaricia que punçavale las assentaderas (que no por socorrerme), levantosse y echò à correr hazia el pueblo.

Salí tambien io faziendo via, è por tomar el abrevio del camposanto (y vigilando que no ovieran viejas abrecabeças) llegè antes que él. Començava la aurora de rosados dedos à asomar la mollera supralunar, à la par que don Melero assomava la svya en por el cobertiço del señor cura.

Aviame yo tomado la molestia de dexar algunos trapos ensanguinolados con sangre de pollo, y don Melero lançose sobre dellos en sv afan por trobar los dineros. En sv follia y entontamiento no fue capaç de fixarse en que ningvno cuerpo fallavase baxo las mantas, y en aqueste preciso ystante fue quando lanzè adentro vn panal de rica miel que auiame prestado vn vezino, al grito de “¡Miel para Melero!”. Axustè la puerta, y las abexas, de mui mal despertar, fueronsse todas à propinar picotaços al enemigo. De affuera no oyase otra cosa que el çumbar de las abellas è los gritos de don Melero. En la satisfacçion de mi vengança, avn me tomè la desvergüença de assentarme no mui lexos por ver el acabar y soltar algunas risotadas mas, yes que, en saliendo, encontrosse el pobre desgraciado con todo el pueblo armado con palotes y riyendose dél. Aspeando los braços, avn demandava aivda el mui canalla, de sverte que svs vezinos, llevados de grande choteo, mearonse de la risa (litteralmente) faziendo vn fango de consistencia y vendieronle la midicina à prezio de oro potable. Dizidime entoces à echar tierra por medio que, de encontrarme, à güen seguro que uviesseme matado. Dexele allà, medio muerto de picotaços, relleno de orina, de bastonaços, pobre, & devdas en vez de devdores. Y de estar bivo avn, si preguntare por mi, no conteysle que teneys cognos-cimiento de mi ni de que avn respiro à dia de oy.

 

Capitvlo qvarto

De como encontrosse don Clav-dio Batvecas con vn bofonero, y de la maniera en que engatò à vnos soldados por

sv buen jamar

Page 13: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Ansí pues que echè à correr mi sverte de nuevo, y pvseme presto en pies para que os quiero por mor de que mi primo no enviare en pos de mi à sv Cuerpo de Guardia.

Hazia la hora de manducar, halleme cercano à vna posada, et non teniendo quatro reales para pagarme la jamada, quedeme baxo vn grande roble en espera de la Providenzia; mas no allegandose aquesta, el estromago mio començò à rumiar por motu proprio, y es que las tripas famelicas piensan mas que todos los phylosophos iuntos.

En tal tesitura llegose vn destartalado coche conduçido por vn bohonero, cuya profession deviò de ponersela sv madre en nascer, avida cuenta de la jeta de buho que tenia por faz. Que no es por fazer mala sangre, sino que el dicho truecador era capaç de marcar la hora del Sol con sv grande apendice à modo de nomon.

- ¿Le ayudo, señor? –preguntele presto por ver si caia algvna propina.

- Haga sv merced lo que plazca, mas conste que no tengo vn real para vos... –y añadiò en inaudible boz- ...ni para mi.

Dexè entoces que el lastimoso hombre-buho baxasse del carro por si mesmo, y sentosse à echar vn trago de buena agua, no podiendo pagar vn mal vino.

Fizose de pronto la lux en las tripas mias, è dixele al hombre:

- ¿Quiere vuesa merced aiudarme y, con ello, comer mvcho, bien y de balde?

El buho levantose de vn brinco con grande sonrisa baxo sv pico.

- Si no es furtiva la empresa... –contestome de maliciosa boz.

Dexome ver svs balixas y ansí trobè con que desfraçarnos: de moro à él, que en verdad, de viejo cristiano mucho ya non tenia, et disfraçeme io de christiano soldado.

Ya avia visto antes entrar vna guarnicion de la soldadesca salmantina, que à la sazon corrian los campos por ver de descuvrir do eran los moros que las agüelas (e nomas aquestas) dizian aver visto no lexos de las cuevas de San Cebrian de Salamanca.

De esta guisa entramos yo y el prissionero mio en la posada. Por mejor fazer, entreme coxqueando, que paresciome mas aguerrido. Los soldados, en verme tan moço, marauillauanse de mi proeça.

- ¡Ved, ved, tan ioven y ya heroe!

Page 14: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

- ¡A fe mia que aqueste moro sacale à lo menos tres palmos en altura!¡Por los clavos de Cristo, tan ioven y tan bravo. Otros devieran aprehender dél!

Et yo, haziendome el agassaxado, fablava à la maniera mesma dellos, soltando grandes bozes è ymproperios.

- ¡Jamada y vino para aqueste pobre soldado, que por dar caça deste moro bergante no descansò, beviò ni manducò durante tres dias con svs tres noches! ¡Y que biva la Corona!

- ¡Que biva! –respondieronme todos à vna sola boz.

Truxeron el beverio en abundancia, y el capitan dixo fazerse cargo de gastos (como esperava).

- ¿De do soys, noble cavallero?

- Soldado de Toledo, de mi Rey y del señor Arçobispo primado. Embiome el sobrino deste –seguí imbentando-, don Julian Silveiro, capitan de la Quarta Compaña Toledana, con ojeto de dar caça a los moros en aquesta zona. El nombre mio es don... Sebastian Estuniga.

- ¡Don Sebastian Estuniga! –esclamaron todos à vna.

- ¡Soys de la noble alcurnia de la casa de Bernia! –dixo estupeffactado el capitan al tiempo que alçavasse por fazer reverencia-. A Vueso Servicio & al de la Corona, que es vna mesma cosa.

- No se me perturven, señores –dixe espantado en mi metedura de pie-, no queden vuesas mercedes alteradas, ni sobresaltadas, no aviendo causa algvna para tan iubilosa algarabia.

- Sv Ilvstre modestia sea bven consello para nos, que aprendan algo dello mis bravos, por que no se jacten de svs pequeñezes ante tan ylustre casa.

Por ventura para mi, truxo el posadero güena pitança para entretener las bocas è destraellas de la pesima elecion del nombre que imbentè.

Plantaron ante mi vn grande troço de tasajo con çarangollo, y vna grande xarra de vino de especias. A mi moro, por el contrario, dieronle pan dvro y toda vna variança de coscorrones y menoscabos. A tanto llevo la evtropelia de los soldados para con mi reho, que vime obligado à intervenir (por temor à que me mataran al buho) por lo que dexaronle jamar con los perros.

Page 15: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Devorè el plato con grande yndustria, à la par que aquel presso refunfuñava queriendo vna manduca que çierto mastin no tenia ninguna intencion de çeder.

Para mi desventura, el entverto no fazia sino que empeçar, porque aquel capitan, que era hecho ojos para conmigo, avn quiso ahondar la quistion.

- Disculpad mi soberbia, noble señor, que es sana è movida por la curiosidad mas, ¿do queda vuestro escudo de vanda negra con la cadena auriga de Miramamolin? Aquesa que svs Ylustres antepassados lucieron tras la celeberrima batalla de las Navas.

- Perdila –tornè à imbentar viendo que el perdido era yo-. Perdila con mi celebre cauallo Bronzineo en despeñarme por el monte, yendo à la çaga de aquese moro.

- ¡Perder la vanda de cuna! –oyle murmurar por lo baxini-. Y no veole ni rastro de arena ni barro en los ropages.

 Bolviose entuoçes à svs soldados y dixo en alta boz:

- Señores, tengamos à bien de selle escolta à tan bravo señor, por que yegue de sano y à salvo à los limites de Salamanca.

Agora si que vime perdido, y mi moro no fazia mas que mirarme, hambriento è viendose aivsticiado, con cara de svplica, porque sacarale de tan grande verengenal.

El embaraço de svbcesso estriuava en que en saliendo, aquesos soldados discuvririan el carro del bohonero desfaziendo ansí toda la trama.

-¡No! –alçè la boz al cielo-, la guarnicion de vsia deviera baxar algunas millas al svr, do encontraran vna piara de infieles faziendo grandes agravios à las gentes. Mas mi honor è honra claman el que me ieve yo aqueste bergante ante la justycia del Rey.

- Sea como voz dizis –ataxò el capitan.

E viendo que estava presto à salir, y necessitado yo de salir primero que él porque no viere el engate, añadì:

- Sea pues ronda de buen vino, y que se sirva dél mientras pongo aqueste moro bellaco allà afuera, que no venga à offenderse del buen bever. ¡Que page la Corona vna ronda à tan brava guarnicion!

- ¿Por ventura podria echarme yo vn trago al gaçnate? –siseome al oydo mi arabe.

Page 16: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

- Callad bastardo, que nos cuecen –susurrele yo a el tiempo que davale vn grande empuxon por sacallo de allà.

Vi como empeçaron à escanciar el vino al tiempo que saliamos. E como buenos soldados, tuve à buen seguro que aviendo vino, no tardarian en aparescer los dados, y ansí tardarian lo svyo en darnos caça.

Fuymonos hasta la carreta, que dexamos alexada por no discuvrirnos, y huymos à ver de tomar las calças de Villadiego.

Quando nos uvimos alexado vn poco, començò mi moro (ya combertido en hombre-buho de nuevo) à darme cogotaços, pescotaços y toda sverte de malediciones, gritando que ni comido ni bevido auia, y que por cima dieronle çurra hasta en la anima.

Prevenido que era yo, saqueme de la camisa vn grande troço de carne que tranquilizole como musica à fiera. Mas sabia del cierto que el engaño no estaua conplido del todo, porque antes ò despues los soldados vindrìan à fazernos pagar todos los vinos desde la Santíssima Cena, con la propria sangre si falta fazia.

Mui en cierto estaua yo, que al rato vi los polvos de los cavallos siguiendo nuestra via. Mas quando se allegaron à Nos, encontraronse (mediante la vieja artimaña del disfraç) à vn mui envexecido buhonero que corrya de viage con vna hija svya (que tocome en sverte de ser por lo imberbe). Detuvimonos como por ver si pudieremos aiudar en algo, y el señor capitan acercosenos à preguntar.

- Buenas tardes tengan –proclamò con rezeloso aspecto.

- Mui güenas –fablò mi señor buho. Mas io non podia dizir ni “mu” ni “mua” por non descuvrirnos y dar todo en traste.

- ¿Han visto vuestras mercedes vn soldado mentiroso con vn moro correr por acà?

- Mentiroso non se si era –replicole mi comparsa- pero pinta si tenia. Vilos haze media milla baxar al svr de campo atravès con grande velocidad.

En esta tesitura fallavame io, que al señor alfereç resultè de caelle en grazia, con lo que començò à sonreyrme y à fazer halagos de los ojos mios.

- ¿Y vos, fermosa manzeba, que nombre os dio el buen Dios que faga juyicio à la belleça de los ojos vuesos?

Page 17: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Y yo, callado como monja de clausura por no descuvrirme, sonreya et mirava al pseudo padre mio por ver si sacavame de embaraço.

- ¿Callays, timida flor? –proseguia para mas risa de mi compañero. Y no passole mas por la sesera que apropincuar sv manaza à la pierna mia, para sv sorpresa, pues propriamente aí començaua yo à abandonar la manceberia.

Por ventura, à la par que el hombre retiravasse medio sorprendido medio asqueado, sv capitan dezidiose à seguir camino por ver de dar con aquel mentiroso que buscava.

Ansí, mi compañero de viage et yo dizidimos de seguir faziendo via, que se nos venia la tarde y non era cosa de fallarse en los caminos.

 

Capitvlo qvinto

En el qual don Clavdio rescive grave afrenta y paliça de vn mui noble cauallero castellano, et finalmente dezide fazer

via de pedigüeño

Viendose presto el anochecer, fizimos parada en vna Venta en que mi señor pudo fazer algvn comerzio à vnas mugeres dessas que llaman del partido, las quales fazian via hazia Seuilla.

En estas, estavamos cenando que oymos vnas grandes risas y bozes embovecidas en el patio. Entrò al ystante vn hombre rodeado de las cantoneras à las que auiamos hecho venta y, con aquesta compaña, el amo del lugar. Era el hombre aquel, evidentemente, vn tarado enagenado que vestiasse de tosca armadura de las que fazian vso los bisagüelos svyos & tataragüelos mios.

Montose mui grande algarabia à fin quitalle las pieças, dado que estava sv atavio verdaderamente que daua pena, è finalmente quedosse en formidable ridiculo en no poder naide sacalle la zelada; mas aquel botarate, en sv corto ò estraño ingenio, dixo à las mugeres del mal visquir que miravan de ayudalle:

- Nunca fuera cauallero de damas tambien seruido, como fuera don Quixote quando de sv aldea vino, donzellas curauan del, Princesas del sv rozino. O Rozinante, que este es el nombre señoras mias de mi cauallo, y don Quixote de la Mancha el mio: que puesto que no quisiera descubrirme, falta que las fazañas fechas en vuestro seruicio y pro, me descubrieran, la fuerça de acomodar al proposito presente este romance viejo de Lançarote, à sido causa que sepays mi nombre antes de toda sazon: pero tiempo vendra en que las vuestras señorias

Page 18: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

me manden, y yo obedezca, y el valor de mi braço descubra el desseo que tengo de seruiros.

Y ansí continuò diziendo disparates desta guisa, mas como llegose à la Venta vn castrador de cerdos, salì con el señor mio por ver de fazer venta.

Mi señor, que era de los de pregonar vinos y vender vinagres, engatò aqueste castrador despues de algunas xarras, è mandome à buscar vnos bagaxes à caualleriza. Allegeme yo allà tranquilo et confiado como vieja en missa, y por dar beverio à los cauallos, apartè vnos hierros que molestavan. A la sazon, oí aquese loco que andava con las donzelluecas dezirme:

- O tu quien quiera que seas, atreuido cauallero, que llegas à tocar las armas del mas valeroso andante que jamas se ciño espada: mira lo que hazes, y no las toques, sino quieres dexar la vida, en pago de tu atreuimiento.

Io, non sabiendo siquiera que dizia, apartè los herrumbres grande trecho y oí de nuevo à aquel dezir:

- Acorredme señora mia en esta primera afrenta, que à este vuestro auassallado pecho se le ofresce: no me desfallezca en este primer trance vuestro fauor y amparo.

Et diziendo estas cosas, avalançose sobre de mi con vna lança à dos manos, y dandome grande golpe, derrivome faziendome comer el polvo y los fiemos de los cauallos que allà avia; y à buen seguro que de darme otro, me rematava. Fizosseme el negro en los ojos y perdì toda memoria hasta despertar medio matado que era al dia siguiente. El maldito cavallerete andantino avia desaparescido, al igual que mi señor buho, que dexò costeado mi jergon dessa noche (pues que allà no auia mas ande dormir), dexome como à mala muger à la avrora, sin vn mal real. Y es que al pobre la puerca parele perros... ¡que el diablo le lleve!

Y si buelvo à ohyr fablar desse don Quixote, à buen seguro que deengastalle he vna puñada en las narizes, valiente loco de mala ralea ¡pluga à Dios yazca con svs bisagüelos, y en mal siglo le tenga!

 

Page 19: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Capìtvlo sexto

En que esplicasse sobre como don Clavdio dizide fazer via,

è camina que caminaras,

rescive vna magistral

enseñança sobre

las mugeres

Sin güeso sano ni mal real, blanquilla ni ochava, salí de la Venta de cuyo nombre no quiero acordarme, triste como cantonera por Pascva, è fizeme con vnas cañas que, en ponelle vn trasvesaño, siruierame de muleta. Parescia propriamente vn lázaro.

Los dias que siguieronse fui de pedigüeño de dia en vito, que por mi malo aspecto, à poco que estendia la mano caya algvn quarto, ò à lo menos vn ochavo. Descuvrí ansí (como buen español) que preferia vna ajo ò vn apio de balde, à vn capon ò vn lechon con duro esfuerço y trabaxo. Y no se confundan los Ylustres Letores mios, que non soy maleante, sino vageante por los caminos del Buen Dios.

Con tiempo y vna caña, fize via para Burgos, por ver de fallar essos comerciantes que les dizen Burgaleses, y mirar de endereçar la ventura mia, que de vn tiempo aquesta parte venia de capa cayda & rayda.

A pocas millas que me hallava, entrè en vn caseron en el Burgo Ranero con honesto proposito de agenziarme algvn pan, y faziendo “haes” de la casa, saliome al encuentro mio vn singvlar personage que dixo ser amo de la villa. Al amo en quistion non parescia dolelle los marauedies, mas sv deslustrado aspecto no tenia la armonia de la casa, assemexando mas perro apaleado que hombre afortvnado. Dixome ser medico, è poder curarme si algvno mal aquexavame.

- Non tengo dolores ni quexas mas que en las tripas, que por faltalles el vso andan algo oxidadas.

- Sea pues –contestome presto-, passad que la muger mia vos pondrà plato en mesa.

Entramos desta guisa, et salionos à encuentro la muger svya, que sacavale à lo menos dos varas de altura y que, por orrible aspecto que tenia, avria sacado muchos buenos reales exhibiendola como mostruo de Naturaleza. Recordome en mui demassiado à la muger de Aristóteles, de la que sesplica que llevava à sv sabio marido por el camino de la amargura.

Page 20: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

- ¡¿Que faze aquì aqueste pedigüeño, canalla, rastrero y, à fe mia, ladron?! –bramò con ladrido de vulpeja y con el menor sentido de la caridad que haya io visto en vida.

- Oy es convidado de Nos, querida –respondiole mi bienhechor de boz svmisa-, comportarte has como buena anfitriona.

- ¡¿Con aquesta çigarra?!

- ¡Ah, osada hormiga, no faltes à mis ylustres çigarras!

- Pues ya os lo fareis –ataxò la muger saliendo por puerta mui corrida.

- Perdonadla –mirome mi nuevo amigo-, es la Naturaleça svya.

- ¿La Naturaleça svya? –repetile sorprendido por el buen grato de aquese hombre.

- Si podeis, evitaos el casar –dixo à la par que començavamos à jamar-, que muchas è grandes bvenas cosas puedensse dizir de la muger, mas aora no me viene vna à la sesera. Mas en dezir de San Maximo, la mala es tormento de la casa, naufragio del hombre, embaraço del sosiego, cautiverio de la vida, daño continuo, guerra voluntaria, fiera domestica, disfraçado veneno et mal necessario. Se de vna mesma que dixo: Somos para dar consejos mui pobres, acarrear daños y desdichas poderosísimas; y en la fabrica de engaño, grandes artifices. Segvn cuentan, vio el proprio Diogenes vnas mugeres infames que la justicia avia colgado de vn olivo, y esclamò: ¡Ojalà todos los arboles del mundo llevaran este fruto!. Es mas, por todos es sauido que Athenas fue cvna del yngenio mas preclaro desque el mundo es mundo. Pues bien, alguien pvso allà las letras M. M. M. M. A modo de iniziales. No sabiendo naide la voluntad del Avtor en escriuir aquestas letras, dieronle estos yngeniosíssimos phylosophos grandes è cvriosas interpretaçiones. Llegose finalmente el simpar Platon, que dandole azierto, completò debaxo poniendo: Mulier Mala Mors Mariti. Svmo y sigo. Cuenta la historia que el grande è Ylustre Demòcrito dio en cassarse con vna muger como cabeça de alfiler, siendo él como gigante para ella por motivo de sv desmesurada estatura. Preguntole vno el por que de aqueste casamiento tan pecvliar, y el buen Demòcrito contestole: Elegì del mal, el menor. Y acavo citando al grande & grandíssimo Marco Avrelio, que declarosse diziendo: El amor de todas se puede dixerir con vna sola pildora, y la passion de vna sola no se desopilarà con todo el ruybarbo de Alexandria. Y conste que aquestas cosas no me las imbento, sino que lo dizen gentes grandes con mas sesera que io, ansí que doctores tiene la Yglesia, querido Clavdio.

Tras esto, fablamos lvengo rato de otras cosas mui escecionales y marauillosas: de la astrologia de los iudicios, de la sciencia & arte de

Page 21: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

la Spagyrica, del artifiçio de los homunculi, & caetera, mas quando dio en bolver aquesa muger svya, levanteme apriessa presto à yrme.

- Vna cosa mas –añadiò aquel sabio-, ¿fariaisme plazer de actvar en servicio mio?

- Nada seria mas de mi agrado que responder con mi humilde servicio tan grata compaña.

- Ansí, ya que vais à Burgos quisiera entregarais aqueste fardo chico à vn buen amigo mio, don Pedro el Albino. Tened por compensa diez reales que à buen segvro sabreis como gastar.

De esta guisa, alegre como parroco en lupanar, fuime con grande regocixo para Burgos, con el paquetillo del encargo que, por cierto, non contenia mas que vn pedaço de barro de lo mas vil, como aquel que costituyo al padre Adán.

 

Capitvlo septimo

Sobre como don Clavdio llega-do à Bvrgos troba al alchemista don Pedro el Albino, ò sobre

las extrañas gentes que

pueblan aquesta

tierra de Dios

Por veç primera en vida mia, hallavame io con toda vna soldada en la faltriquera, la ventura en las fazes mias, estromago satisfecho et viaxando en diligente diligentia. De tal guisa llegeme yo à Bvrgos, que paresciome talmente que dauame bienvenida de buena gana. Yes que todo lvgar es bueno quando ay dineros en la bolsa.

Llegado que uve à mercado, fizeme con nueva camisa de lino, capa parda de poco remiendo, sayo y çapatos que avian venido menos que ydo.

Dirixime de seguido à la direcion que dixo aquel que me embiava, por ver de entregar al tal don Pedro el fardillo. La casa deste hombre estaua en el viexo Bvrgos, propincuo à la fermosa Cathedral. Estava yo presto à llamar à puerta, quando abriosse aquesta con grande violençia, è saliò vn mozuelo lançando ymproprerios qual verdulera en plaça.

- Maldito endemoniado, hijo de Satan, bellaco, bastardo, demente, ruyn –y avn soltò vna larga retaila que non cessò hasta doblar

Page 22: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

esquina y que non conviene escriuir acà ni escuchar vuesas mercedes.

Detras dèl yva vn hombre (don Pedro, sin dvda), corriendose tambien; estava de derecho à dar portaço, mas en viendome allà con jeta de pasmarote preguntome que que tripa auiaseme roto.

- Me embia don Pio –que ansí llamavasse aquel hombre- para dalle à vsia aqueste paquetillo.

- ¡Don Pio! –esclamò con svbita alegria.

Fizome passar con grande teatro et faziendo aspavientos, y entramos en sv destartalada casa svya. Veia en mi derredor absolutamente de todo. Imaginen, vuesas mercedes, imaginen, queridos Letores, quantos ojetos passen por la mente svya eran allì y mas. Toda sverte de matrazes, retortas, recipientes variados, athanores, hornos destartalados, cuinas, cabeças de turco (de las de vidrio, que avnque no fallè ningvna de moro, no avriame espantado ni sorprendido), aludeles & caetera; mas iunto à todo esto auia comida en putrefacion, libros dispindolados, lentes de todas las formas y medidas, algvun ratonçillo en busca de pintança (que de sobras avia), plumas et respectivos tinteros, y tantas cosas que farian falta muchos è gordos libros por exponellas todas.

En tanto, aqueste don Albino coxiò parte desse barrillo esclamando:

- ¡El Leon, el Leon!

Por lo que io, assustado y en sobresalto, creyendo que avia vn leon svelto en la casa, comenzè à correr acongoxado y arrollando quanto encontrè à mi paso. Et no fagan chanza vuestras ylustres mercedes, que avida cventa del estado de la casa svya, non uviere sido tan sorprendente.

Mirome perplexo don Pedro viendome como saltaua yo sobre vna mesa derrivando aludeles et vassos varios.

- ¡¿Pero que fazeis hombre de Dios?! –dixome en cierta exaltacion.

- ¡El leon, el leon! –gritaua yo grandemente espantado.

- Baxa de ay ò te abaxo yo de vn mastuerço, por inculto & por ydiota.

Viendo ansí que non parescia aver peligro algvno, baxeme no sin cierto rezelo.

- ¿Y el leon?

Page 23: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

- ¿Acaso no estays versado –preguntome- en la arte Alchemica?

- Pues, mayormente, non, en absoluto.

- Pues sabed, desdichado ygnorante, que Nos, los phylosophos chemicos, non fablamos nvnca claro, sino que siempre amagamos baxo obscuros velos los nombre de las materias nvestras, las operatorias, los regímenes et la verdad.

- Verum est sine mendacita, que ya me se io lo que svccede con la verdad al descuvierto.

- Mi Leon es el dragon mio, que he de aparear con sv femina.

- ¿Acaso soys mago –repliquè estupefacto-, ò es que es vuesa volvntad llenar el orbe de dragoncitos?

- ¡Non! –abreviome-. Te lo aclararè, es aqueso que dize el Vicario en la Turba Phylosophorum: de muchas cosas fazed dos, tres, y tres, vno. Vno con tres es quatro. Quatro, tres, dos, vno. De quatro à tres va vno, de tres à quatro ay vno. Por tanto vno y vno, tres y quatro, de tres à vno van dos, de dos à tres, vno. De tres à dos, vno. Vno, dos y tres y vno, dos de dos y vno. Vno de vno à dos, vno. ¿Comprehendeis aora?

- Si -respondile presto-, comprehendo agora que realmente eran turbados aquestos phylosophos, et que la arithmetica es dificil disciplina.

- ¡Disciplina, botarate, aqueso necessitais! –exclamome mui corrido.

- Fablando de disciplina, ¿tambien vos estays casado, ò ay pax en aquesta casa?

- Non, el buen phylosopho tambien aprehende en modo empirico. Mas si quereis seruirme de secretario, podreis aiudarme à poner orden en aquesta leonera del Leon mio.

- Bien, si me assegurais no auer leon bivo en aqueste hogar.

Ansí fue como finalmente y tras algo de negozio, puseme a el seruizio de aqueste hombre singular. Prometiome él vn jergon, comida y vnos maravedies en trueco à fazer de secretario para él (cosa, crey yo, que dauame grande honra).

Passeme los siguientes dias dando conçierto à tamaño dessaguissado que era casa svya, y él dando ordenes acà y allà, et vigilando que non quebrasse nada de valor.

Page 24: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

De camino, yvame él esplicando cossas de mvchas artes admirables que dizia poder fazer, pero la mas marauillosa fve la de fazer oro en factoria.

Estando yo vna mañana de jolito y en chachara con él, demandele dixerame mas sobre el fazer oro (tecnica que interessavame en sobremanera), mas respondiome él que necessitava vnos quantos reales para materias que faltavanle. Larga que te larga non se la maniera en que lo fizo, mas deviò de trocarme la sesera en manteca, pues acavele çediendo los ocho reales que guardavame yo para quando la rueda de la fortuna mia dizidiesse anegarme de nuevo en las boñigas de la vida.

Comprado que uvo las materias, colocò los matrazes en el lvgar svyo con grande cerimonia & cortesias.

Quando estuvo todo dispuesto, pvssose à meditar (segun sv dizir, que en verdad yo veyale dormir à pierna svelta). Senteme yo à la vera de las materias dispuestas en el athanor en espera de ver aparescer los lingotes deseados. Al rato, en despertarse, perdon, en salir de tranze mi señor, mirome è dixome:

- ¿Que fazes, caro Ganimedes? –que ansí gustavale de nombrarme al hombre.

- Espero aquello que vsia dixome en conoszerme, lo del vno y el quatro, y por ser ocho los reales, aguardo los ocho et los vintyquatro.

Començò à dar grandes risotadas, et quando tranquilizose aclarome:

- No, homine Dei, ¿que vos tengo dicho? ¡La Paziencia, la Paziencia! ¡Que la Ympaziencia es el diablo, la torpeça del demiurgo que lleva la Gran Obra al traste!

- ¿Entuoçes...?

- Entoces ay que agvardar nueve meses phylosophicos, y à la sazon cognosceremos si el niño nasce.

- ¡¿Que niño muerto?! ¡Oro, vos fablasteis de Oro! ¡Res, non verba!

Y ansí quedè io mui triste è acongoxado, y por postre, pobre.

Por ser franco, nvnca entendí mui mucho aqueste señor mio, que nvnca svpe si era mago, phylosopho, sabio, ò si fue el truhan mas grande que pariò la estirpe de Cain. Que ygual por ello assegvrome que, aí ande veiale, era de lvengo abolengo. Dixome inclvso en cierta ocassion que pertenecia à la propria estirpe de Ivpiter Capitolino.

Page 25: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Vna cosa si que era cierta, que deviò auer viaxado grandemente, pves que entre svs trastos vi vnos potes intitulados como flor de Venus, vngüento de Saturno, açafran de Sol, & caetera. Mas los viages à astros tan lexanos devieron costalle mvchos dineros, è tal vez por ello tantas y tantas devdas apostavanse cada dia en pverta demandando ser saldadas..

Cierto dia, allegandose que era la hora de la manduca, entrò mi señor verdaderamente como alma que persigue el diablo, è dixome que aquesta vez, è por grazia que me fazia, prepararia él el jamar. Yo, que estauame acostumbrando à svs estravagançias, lleneme de gozo por ser él tan güen coçinero como io manducante. Preparome pues vnas endivias con vn queso de oveja è vnas longaniças con essotico adereço, siendo el postre vn pastelillo de carne con sv hojaldre del que di quenta en santiamen, tras reçar vn padrenuestro, que es costvmbre el reçar por la pobre alma difunta de aquese reho que pveda fallarse en él.

Fizoseme singvlar que don Pedro non prouara bocado del pastel, mas mi gula silençiome è non sabia io quanto. Pues en acavado, quise abrir boca por agradeçer tan fabuloso festin, mas no podia proferir sonido algvno quedando como mudo por vna arte u encantamiento que desconoçco.

Al poco, algvien començò à aporrear la pverta con grande fuerça è causandome desasosiego.

- ¡Abran à la iusticia! –oiase en el esterior- ¡Abran al alguacil!

Abriò en estas don Pedro con faz de no aver roto vn plato en vida svya.

- ¿Que dessean vuesas mercedes? –dixo à la par que entrava vna soldadesca en tro-pel.

- Venimos buscando à vn tal don Pedro al que llaman el Albino.

- Aqueste es –dixo el malhadado señalandome-, mas no faze falta que hagan tan grande algarabia. El mio –añadiò el mui bellaco- es don Clavdio Batuecas, natural de Salamanca.

- Qveda vuesa merced prendido por grande moroso.

Vinieron ansí para mi por prenderme, è yo, por mas que provaua & provaua, no podia proferir sonido algvno, tan solo aspear braços y dar cozes.

Prendieronme aquesos soldados de mui malas maneras à la par que veia à mi señor sonreir de grato y despedirse de mi con çierta burla. Para colmo de males, aquesos soldados de Barrabas destroçaronme

Page 26: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

con svs svçias manos mis nvevos ropages, que ya era lo vltimo que quedavame de valor.

Antes de poder dizir amen (que ni esso podia io dezir), fallavame emprissionado en vna mui güena carzel para todo aqvel que tenga en sv agrado la sarna è los fiemos. Qvedè ansí à la espera de iuycio, tristíssimo, plorando, y esperando que aqueste mutatis mutandis que aviame tocado en sverte, canviare la ventura mia. Et iurando que de trobarme algvn dia con don Pedro fariale pagar la afrenta mia con las muelas svyas. Et si él dizia Ars longa, vita brevis, es porque non sabia quan brevis avria de ser la svya,

 

Capitvlo octavo

En que don Clavdio Batucas sale del emprissionamiento svyo, è de como fuesse à

bivir con vn eremita

Despues de aver passado algvnos dias allà, llegose el iuycio, en el que (como esperava) los debidos conoscieron que no era io el devdor. Mas por quedar grandemente burlados, dixeron a el señor iuez que, avnque non erat yo, bien merescia vn escarmiento por andar en tan malíssimas compañias.

Ansí pues, aquellos hijos del diablo (que en mal siglo tengalos Dios) coxgieronme è llevandome à patio dieron à mi pobre cverpo tan enorme tunda è mantearonme tan feroçmente, que dieronme por semimverto è arroxaronme à la calle.

Qviso la ventura que cayere sobre de vn mendicante que allà passava, è apiadandosse de mi truxome à la ermita svya è cuidome hasta que valerme pude por me mesmo.

Avian passado à la sazon seis dias, que pvde alçarme sobre las proprias piernas mias, y lleno de iubilo, fuime hazia el monje por agradeçelle tan buena aiuda, y tan buenos vngüentos.

- Grandes grazias vos acontezcan –invoquele en faziendo reverenzias- y que el buen Dios iluminele la sesera & dele instrucion y longa vida.

A lo qual, y para perplexo mio, respondiome él con vn mui fuerte coscorron en la coronilla è diziendo:

- Io si que iluminarte he.

- ¿Como?

Page 27: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

- Mala ventura te parta.

- ¿Que?

- Mal rayo te falle.

- ¿Plugieravos dizirme que mal vos aconteze?

- ¡Que mal te acontezerà à ti, toma! –e diome otro fuertíssimo coscorron.

- ¿Que quereis deste servidor?

- Toma de nuevo –e coscorroneome de nvevo.

- ¡Ay! ¡Por la fe mia, ¿que tripa se os à ronpido?

- ¿Crees que aqueste santo lvgar es vn espital?

- Non vos comprehendo.

- Vos los esplicarè –e dixo esto baxando el tono svbitamente, y pussome aquel gualdrapa vna manaça svya en la pantorrilla mia.

- ¿Que quereis?

- ¿Avn no entendeis, fermoso manzebo?

- Creo non querer entender, que ay cosas que al Hombre an destalle veladas & vedadas.

- ¿Y aora?- è apropincuome mas la manaça ad pudendvm.

- Es que... –imbentè por salir del embaraço- ...la vergüença.

- Pos aí, aí voy, à la vergüença.

En estas, entrosse vn manzebillo que se estaua al serviçio svyo (y non quiero imaginar quanto) con mui maliziossa sonrisa, y en escuchando las vltimas palabras è viendo la situaçion, vio à bien el muy puerco mochacho de desprenderse del sagrado habito, baxo el qual (perdonen vuesas mercedes, pero ansí svccediò) non llevaua mas que la piel svya.

Viendome en estas, desposseido de la vltima virtvd que Dios conservavame sin manzillar, levanteme faziendo melindres como de qviero è non pvedo.

Pvssosse contentíssimo el maldito eremita, que despoxosse tambien de las ropas svyas por ver si perdia yo las vergüenças (que era

Page 28: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

precíssamente lo que no qveria io perder, que mui mias son) è faziendo iuego pvossosse à dizir oscenidades sobre la via nefandam.

Oi por fortuna vnas bozes en el esterior que provenian de las mugeres que se allegavan por dexar limosna, è reçar à la lampara de San Aniceto por estar en el dia diezisiete de Abril. De modo y maniera que traçè vn rapido ardid descape.

Apropinqueme à aquel perverso satiro è coxile la mano faziendo ademanes vergonçosos (desos qve tanto gvstan à los depravados) èviendo que astvtamente no dexavame arrimar al porton, en descuidado momento, assí el caldero de bullente caldo derramando el contenido en el incontinente aquel.

- ¡Ay, ay, maldito mentecato! ¿Que te propones, desmembrarme? –y gritando è avllando, alertò à las mugeres que entraron ravdas.

Pveden imaginar, mis Ylustres Letores, la risa que entrome à mi è la poca que entrole à él. En abriendo el porton, fallaron las mugeres à aqueste luxurioso escaldado, y al moço svyo faziendo tocamiento en la infame parte afectada.

Comenaçaron las mugeres à fazer grande escandalo è yo, temiendo ver mis güessos ronpidos de nvevo en mi vieja prission, saltè por vn ventanuco que la ventura aviame dado, con grande precipitaçion. Mas mi ventura nvnca acaua de ser perfecta, è diome vn ventanuco algo menor al cverpo mio, y quedandome enquillado, dieron aquellas vulpexas en estirarme de los pieses que à poco no me los desconiuntan.

Verdaderamente, los caminos del Señor son inscrutabilis, et acertò à passar por allà aqvel bofonero medio buho medio moro y, en viendome la tesitura, bino presto por ver que passaua.

- Sacadme de aquì, viejo amigo –dixe olvidando mui oportunamente la mala forma en que abandonome.

Ansí, començò aquel çampabollos à estirarme de la cabeça, à la par que aqvellas fazianlo de los pieses. Io dava pernadas è coçes como buenamente podia porque dexaranme, et el otro desecaxavame las barbas à fuerça de fuerça.

En la algarabia, finalmente, sentime palpado in posteriori parte spine dorsi con el descaro que nomas poseia aquel satiro eremita, con lo que (de pvro corrido que era) diome la vltima fuerça que necessitava por desenquillarme è salir disparado sobre el buhonero de marras, y saltando sobre el carro svyo, salimos tan apriessa que paresciamos talmente posseidos de ordas de diablos.

 

Page 29: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Capitvlo nono

En el que se narra como despi-diosse nueso don Clavdio deste boxonero è de como vengosse

de vn viejo enemigo svyo

De aquesta guisa, como galgos, aiudome este bohonero à fazer huyda de tan infame lvgar. Fizimos conçierto & assiento de silençio: no me quistionava él sobre que fazia io en aquese burdo entuerto, è io non quistionavale del porque dexome en la Venta aquella, mas algo tuvo que ver con vna de las mugeres del partido, que paresciome que lo engatò como à niño tonto.

En saliendo de Bvrgos, separamonos: él dixo de yr à Toledo por ver de vender todo à buen comerzio è fazerse monje recoleto (y esso que avianle dotado de menos cogotaços et paliças que à mi). Yo, por parte mia, descidime de fazer via à esa tierra que llaman Rioxa por estar tocada por el tal rio Oxa, yes que dixome alguien que allà auian bueníssimos vinos è licores.

Camina que te caminaràs, vine à hazerme mala sangre con aquesos peregrinos que yvan para Santiago, que por el enfermizo aspecto svyo llevavanse todas las almoinas que las gentes tenian à bien donar, con lo que acavè passando mas hambre que vn cvra de bueno coraçon. De tal guisa que, como yvan los peregrinos en la otra direcion, acavè por rebolverme en mi mesmo quando divisava algvn lvgareño, ansí, caminando del revès et para de atras, simulava fazer la mesma via que los avarientos aquesos.

Yes que aquestos desdichados de mala ralea, en la mendicacia svya, hallavales despues faziendo alarde entre dellos por ver quien avia robado, demandado y mendicado en mas quantia, è à postre, ybanse todos de comanditta à jamar güenas toñinas et empinar xarros, ¡no les coxgiera una elefancia!

Era yo vn dia faziendo siesta en lo alto de vna figuera à cuyo pie crescia buena ruda (que à falta de chicha, distraen las higas), è desperteme de svbito por vnas bozes abaxo de à mi. Assomando vn ojo por dentre las ojas pvde ver dos hombres de grande rareça è singvlaridad. “¡Maldita sea sv figura è triste por siempre!”, pensè; porque vno daqvellos desdichados era aquel Longinos loco enagenado, atauiado à la forma de los caualleros que diome grande golpe en la Venta y de casi no me mata.

Viles allà detenidos por fazer siesta, à la par que io, è començè à tramar ardid que iustificara la vengança que se me devia. Espereme, pues, à que dormitaran, pues dizen que si se fabla à vn dormido al oydo diestro à la par que se pone la mesma mano sobre del coraçon,

Page 30: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

puedessele meter en el sieso lo mas peregrino que ymaginarse pueda.

Ansí, que dormido como era, començè à svsurralle desde mi higa:

- En despertarte veràs vnos molinos –que ya avia visto en oriçonte-, mas no son tales, sino que son Gigantes.

De esta guisa fuy ripitiendole cosas parescidas por lvengo tiempo, hasta que dizidiò despertarse è io quedè bien escondido sobre sv cabeçota. Pusosse entuoces à contemplar los molinos aquesos con ayre meditabundo, è io seguì desde lo alto:

- Ved, don Quixote, ved; que aquesos de allà son enormes Gigantes con quien devemos de fazer batalla è ganar honra y pretz.

Enervose aquel tan de repentino, que creyme que aviasse descuvierto el engate mio, mas, por contra, hecho ojos para con los Gigantes (que ya eran tales en la imaginaçion svya), dixo à sv compadre de locvra:

- La ventura à guiado nuestras cosas mejor delo que acertaramos à dessear. Porque ves allí amigo Sancho Pança, donde se descubren treynta, ò pocos mas desaforados Gigantes con quien pienço hazer batalla, y quitalles à todos las vidas, con cuyos despojos començaremos à enriquecer, que esta es buena guerra, yes gran servicio de Dios, quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.

- ¿Que Gigantes? –dixo sv amigo esse.

Ansí que io svsurrele avn:

- Los de longos braços.

- Aquellos que allí ves –respondiò sv amo- de los braços largos, que los svelen tener algunos de casi dos leguas –cosa que añadiò sv turbia imaginaçion, porque non dictele io tal cosa.

Y avn discutieronse vn rato mas, porque aquel Sancho queria desfazelle la idea que yo auiale incrustado en la sesera, que por cierto, era seca como vna almendra. Mas, finalmente, pussose la lança enhestada, è acometiò con sv cauallo directo al primero de aquesos molinos. A la par, sv escudero (que esso dizia ser) dispussose à reçar vn Credo in vnvm Deum.

Costome lo mio sofocar las risotadas, y avn mas en ohir aquel gritar:

- Non fuyades cobardes y viles criaturas, que vn solo cauallero es el que os acomete.

Page 31: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Aqvel sv compañero dizidiò à echar los pies hazia el amo svyo y, en esto, levantose el viento, è las carcaxadas fizieronme caer de la higa. Al punto començaron à moverse las aspas è aquese cavallero çampatortas en lontanança esclamava:

- Pues avnque movais mas braços que los del Gigante Briateo, me lo aveis de pagar.

Assestò el mui asno la lança à la aspa se moviente, y esta alçolo por los ayres à él con sv cauallo faziendolos volar dando en tierra con tan grandíssimo golpe que non deviò de quedalle vn solo güesso sano. Tanto reyme que à poco no me afogo è anego por las grandes carcaxadas, è viendo que sv sirviente, estavasse tan ocupado atendiendo à sv señor, abrile las talegas del asno (que à fe mia que me merescia algo por la tunda que aviame dado) hurtandole vn chusquillo de pan, vn pedaço de queso manchego (que en verdad es el mejor de la tierra), vn odre de vino rançio, è vn vaso de barro vedriado que fizome grazia y pensè que alguna veç necessitaria dél.

Yes que eran simientes dessa planta que llaman tartago ò ruybarbo del pobre, que con poquíssima cantidad, purga al cverpo grandemente y sana los humores engrossecidos.

Fuyme pues con mi botin raudo & presto por poder comer algo mas que higas, è sin parar de reyr del asurdo ardid que me avia tramado.

 

Capitvlo dizimo

En que don Clavdio esplica sv llegada à Santo Domingo de la Calçada, è de la gana que entro-le por comer pollo, pues que

estando famelico muchas

cossas son de discvlpa,

que no ay maldad

en sv fazer

Acavaronse pronto las cosillas que auiame cobrado de mi vengança, è viendome tan desposseido, tomè diçission de arreglar el aspecto mio por mover mas la pena de los coraçones agenos, è como mui mucho no faltavame, tapeme vn ojo à la manera del tverto, fizeme vn cipion con un pedaço de fresno (que à mas dizen sirve para ahuyentar las sierpes), è dissimulè que coxqueava por mover ansí mas lagrima del progimo.

Page 32: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Aviando camino passè algvnos dias de dia en vito hasta apropincuarme à aquese pueblo que nominan Santo Domingo de la Calçada.

Allegeme acullà que era hecho saco de güessos, mi coxquera non erat ya simulada, sino que doliame la pierna à horrores por tanto simular. De tanto ievar el ojo acubierto, non soportava la luç del dia, è fazianme las tripas grande dolor por no comer mas que las yerbas que fallaua en via. De aquesta guisa, contricto è apessumbrado, viendome presto à morir, dizidime dentrar en la Cathedral et esperar la mverte arrepintiendome de mis pecados mios, que eran muchos de palabra, mas de obra, è avn mas de omision. A mas, estando allà, no daria mas trabaxo à los buenos frailes por darme sepvltura, pues que ansí no auian de yr à buscarme. Ansí de muerto era yo quando, como canto en mi alima, ohí el canto del buen gallo que avia en la yglesia.

Imaginome que mis Ylustres Letores cognosceran sobradamente la historia del gallo è Santo Domingo de la Calçada, mas por si uvieranla olvidado, la narrarè brevíssimamente.

Cuentasse allà sobre cierta familia de peregrinos gavachos que passaron por aqueste pueblo camino de Santiago. Acaesciò que uvo vn crimen estando ellos allí, è la hija del panadero, dolida porque el ioven gavacho no correspondia los amores svyos, acusolo dello. Ansí, el iuez condenolo à forca, et quando la familia, grandemente entristeçida, dizidiosse à marchar por seguir via, fueronsse à la rama de la que pendia sv hijo dellos por despedirse de tan innoble tumba. Mas para sorpresa y sobresalto dellos el hijo, allà colgado fazia dias, bivia è fabloles. De modo y maniera que aquesta familia fue presta à ver al señor è dezille el milagro. Fallaron al hombre apunto de çamparse vn gallo que auianle assado è contestoles: Vueso hijo està tan bivo como aqueste gallo que estoy à punto de jamarme. E produxosse el grande milagro, que el gallo alçosse del plato y cantò fuerte & sonoramente. De tal guisa que baxaron del olivo al manzebo, marchando toda la familia vnida è contenta.

En memoria de aqueste svbcesso, ay siempre un gallo en la Yglesia del Santo Domingo, por recordar tan bello milagro, è dizesse aqueso de

Santo Domingo de la Calçada

Cantò la gallina despues de asada

Y tan bello milagro fue para dellos como queria fuesse para mi. De guisa que ya era mi sesera planeando nuevo desaguisado que dierame guisado en buena pitança para la çena, que à güen seguro, de conseguillo, ninguna Cena en el mvndo auia de ser mas Santa.

Page 33: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Salime ya algo recobrado, porque la esperança da vida, è la esperança de jalar da fuerças, è fuime à cercar à mercado vnos granillos de pimienta (que conseguì hurtar) è vna dienteçilla de ajo que regalome vna piadosa muger.

Fize introito de nuevo en la yglesia y, esperando el ystante propiçio en que naide vierame, agarrè dentre las rexas a el cautivo gallo è introduxe per via nefandam las bolillas de pimienta et la diente del ajo; de aquesta guisa produçiriale al animal vna fortíssima fiebre.

A la par, agarrele el pico porque la bestia no dixesse ni pio, y en soltallo, aparteme apriessa, de forma que el bicho començò à dar grandes boçes, de sverte que bino presto el rector de la parrochia faziendo grandes aspavientos. Mirallo todo, è non viendo que acaescìale al pobre gallo, quedose mui amohinado y desgustado.

- ¡¿Que vos passa, animalillo?! –diziale con tono espantado.

- ¡Ki Kiriqui! –respondiale el bichexo- Que vos, estimados Letores, è yo mesmo, savemos que quiria dizir, mas no el cholerico parroco. Ansí que dezidime à arrimarme como curioso ansioso de aiudar.

- ¿Que svccede, buen hombre? –quistionè en boz benevola.

- ¡El gallo, ¡ay!, el pobre gallo! –ripitia aquel-, ¡que està pachucho!

- No se espante buen hombre, que nada grave ay.

- ¿Que non? Es aqueste vn presente que fizo el Ilustríssimo Obispo al señor arçipreste. ¡Ay! Que el señor Obispo viene mañana, y mi señor arçipreste si pondrasse grandemente cholerico con aqueste entuerto.

- ¿Permitisme vello?

Abriò alfin aquel desdichado la xaula è mostrome el paxaro.

- Tiene fiebre –pronostiquè de seguro.

- ¿Morirà?

- A bien seguro –e non tenia io la mas minima dvda.

- ¿Non podeis fazer nada?

- Bueno... no se –mentì, sabia de cierto que fazer con él.

- ¡Vamos, vamos, hombre de Dios! A fe mia que sabreis tratallo, visto que saueis pronosticallo.

Page 34: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

- A fe mia que si –pronostiquè de nuevo-. Dexarmelo aveis, è aquesta tarde os lo retornarè, y en prueva dello vos dexo aquesta medallita de San Christobal, que es el vnico recuerdo que dexome mi santa madre para conmemoraçion suya.

- Faga, faga, señor mio, mas por Dios no me engateis, que va en ello mi bven nombre mio.

- Estad tranquilo, que io no me llamo don Clavdio Batuecas si aquesta noche no està la creatura en la xaula –y tampoco aora mentì, que vn buen gato tambien es creatura de Dios.

Fuime de acullà mui corriendo con el fermoso gallo por buscar el arrabal de la civdad, que es sitio de gentes bulliciosas è que fazen poca quistion del fazer è desfazer de cada qual.

Mas la ventura es rara et curiosa, y la voluntad de Dios es verdaderamente misteriosa y singvlar, pues que, salido que uve de la urbe presto à dar cuenta del ave, aparesciò por açar el malhadado don Pedro el Albino, que sin dvda era venido à menos en iuyçio del aspecto miserable que arrastraua.

Viendo el gallo mio, no tardò en apropincuarse por ver de sacar taxada, y estando yo tan ahaxado è disfraçado, no recognosciome aquel vellaco.

- Buena tarde tenga, Ilustre amigo –dixo faziendo melindres, y hecho ojos para con mi Ilustre gallinaceo.

- Buenas sean –contestele dissimulando la boz.

- Creo que es obligaçion mia el diziros que, desde ayer, avn no he provado bocado.

Y yo, que ya era planeando la vengança que deviame el tvnante aquel, contestele:

- Creo, pues, que es obligaçion mia el convidaros à hincar la diente en mi gallo, que ya es de Nos.

Pusseme entuoçes à preparar el asado y, faziendo dos partes con enorme dissimulo, adereçè la parte svya con gran cantidad de sal, mucha, muchíssima, que era talmente como chupar el proprio mar.

Cognoscia io que lo de Albino non proveniale de raça, sino de sv semejança con las peras, que siempre estan mejor al vino, ansí que demandele el odre de vino que llevaua, con escusa de dar güen churre a el pollo, et con vna muy gran presteça, fízele mistura con las simientes de ruybarbo del pobre que rapiñele al cauallero don Quixote.

Page 35: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Ponelle sv troço en mano & meterselo todo en la boca fue vna mesma cosa, y fue toda vna comedia ver el rostro que quedole en descubrir la sal que abrassavale el gaçnate, quedando el desgraçiado como pasmarote è mui encambronado. Coxgiò de seguido el odre svyo y con grande desespero trincoselo hasta las zurrapas, con lo que metiose à lo menos çinqüenta ò sesenta simientes dessas.

- ¡Demonio, que vos enseñaron coçina en el mesmo infierno!

- ¡Allà fuerais vos, vellaco traydor, que vuesa vellaqueria no he de olvidalla io de mientras que biva! –e mientras aquesto diziale, mostrele mi verdadera boz et faç.

- ¡Don Clavdio Batvecas!

- ¡Ah, ¿pues no erays vos, ruhyn, bastardo?!

Y à la saçon bino à fazer efeto la yerba del vino quedandose de svbito el pobre diablo con cara descompuesta, y ¡por los clavos de Christo que no era lo vnico en descomposiçion que tinia el mal hombre! Yesque bien de pronto començaron las pedorretas a caer por las pedorreras quedando mas svelto que perro abandonado. A la par, svgestionossele el vomito, llendo ya de svelto por de arriba et por de abaxo. Ya dixome mi agüela, con Dios estè, que no ay purga que compararsele pueda.

Era de ver como los mochachos agolpavanse formando evtropelica algarabia, de mientras que veian los churretes caelle por entre los piesses, que inclvso vi vno entonando la vigüela.

Emboñigò el pobre diablo calças, sayo è avn la capa, formando propriamente el mas infame poema que imaginarsse vno pveda. El espantosso ruydo que formaua parescia mesmamente vna invocaçion a Santa Barbara, è desffacianssele las tripas à punto que temì velle morir por desparçimiento, pves que daua el efeto que auia de desvaneçerse en fiemos como vna foguera fazelo en fumo.

¡Voto a Dios, que es la mas chocarrera vengança que visto he en vida mia! Que nvca he visto io cagatorio tan mal improvisado con tal tropel en jacarandina. E avn binome vn labriego de choteo que dizia pagar quatro blancas por tan fertiliçantes boñigos.

Reyme grandemente y agusto viendo como yba aquel, litteralmente, de culo (con el perdon de la espresion), et estuveme grande rato doblado io por la carcaxada y doblado él por la grandíssima purga.

Dexè allà el desfecho aquel con los desfechos svyos y, vengado io que era, fuyme sin parar de reyrme è jamando mi güen troço de pollo, à dar cventas al pobre señor rector que ya divia destar niervossíssimo.

Page 36: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Encontreme vn fermoso gato negro en la plaçuela del mercado, metilo en una saca porque no descuvriessenle, è fuyme de derecho à la Yglesia. Çierto es que pvdiera auer marchado tan campante, mas tenia io vn grandíssimo apego & amor por mi Santo Christobal.

Ansí entrè io en la Yglesia, bien comido è con el gato en la saca, y viendome el señor parroco, bino presto por atender tan tuerta situaçion.

- ¿Està güeno el animal?

- Puedo assegvralle que està güenissimo.

- Mvchas grazias, alma caritatiua ¿podeis debolvermelo agora?

- Vn momento, tranquilizesse vuesa merced. Es que agora la luç podria dexallo çiego è non bolveria à dar canto en vida svya, que es lo que interessa de vn gallo, ansí que primero aveis de apagar los candiles.

Y el bven hombre, desesperado como era, creyome à pies juntillas è fue presto à apagar todos aquesos candiles (que no era poquedad) dexando en obscuro toda la yglesia. Entuoçes saquè al gato del saco è metíle mui apriessa en la xaula, è à la sazon dixome el señor cvra:

-¡Que curiosos ojillos hanle quedado!

-Si, es lo que vos dizia de lo de la lux, agora me entendeis. Es cvlpa de la fiebre.

-Pero, me à parescido ohyllo dizir miau.

-Non, vos iquivocays, es que non tiene fuerças avn porque à estado mui malito & pachucho. Dexallo descansar hasta mañana sin lux ni molestia algvna, è mañana mesmo ohyreisle cantar como nvnca avreis ohydo armoniçar gallo algvno, os lo assegvro –la qual cosa tanpoco era falsa.

Debolviome aqvese el San Christobal, è fuyme à toda vela de Santo Domingo de la Calçada (non fuere à cantar mi gallina despues de asada). Yes que de recvperarse aquel que estaua abonando hanegas & hanegas de terreno, ò fazerse nvevo dia è descuvrir el cvra la çorrada que aviale engastado, tindria à bien segvro muchos palos que rizibir.

 

Page 37: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Addenda

En que nveso Avtor è io mesmo nos despedimos de tan Ilustres Letores, quedandonos en la es-perança de auer

despertado à lo menos, por parte de vn servi-

dor vna sonrisa, è por parte

de don Clavdio Batvecas

vna lagrimilla carita-

tiua & piadossa

De esta guisa, estimados Letores, à sido el visquir de don Clavdio, tal como fueme contado, è tal como io la recuerdo.

Pidile, no ostante, à don Clavdio, que fiziesse vnas palabras en despedida, è aquí quedan:

A mis Caríssimos Letores, que non llamarè io desocvpados por vellos entretenidos si hasta aquì hanme seguido. No fagan chanza en demassía con aquestos mis trasiegos, que grandes palos he rizibido por ellos, anvque he de recognoszer que, si bien he plorado en quantìa los mvchos palos, no he de negar que tambien he reydo como Phylemon en ver vn asno comer vnas higas de vn poyo, que desso muriò el pobre.

Yesque començè aquesta mi choronica siendo niño è innocente, et la vitæ mostrome como la avdaçia & la astuçia nos mantienen bivos. Qve si bien Nueso Señor Iesuchristo dixit que pobres siempre avran, ¡demonio!, que non quiero ser siempre yo.

Por ello, el tiempo et el buen Dios llevaronme despues à mvchos è grandes veriqüetos & desaçones, trasiegos & desasiegos, tvertos & entvertos que, Deo mediante et Deo volente, algvno dia vos ennarrarè. Como quando fallandome io faziendo las Indias, llegè à ser inmensamente rico, mas no aviendo do gastar mi oro, è non pvdiendo bolver por aver perdido el nauio que truxome (dandome los mios por mverto), quedeme rico como el Rey de Ynglaterra, mas emprissionado en la mas grande carçel que imaginarse pveda vno. Pero es aquesta farina de otro costal.

Qvedome en la confiança de que naide à de sentirse ferido en honra ni nobleça, pves que quien se pica ajos come, & no he mançillado alma algvna, pves que cada qual fazesse sv honra a sv imago & semejança, y por vuesas obras sereys cognoscidos. Ansí, si algvien hasse sentido nombrado, fuerale mejor que callasse, que nada güeno diria de se mesmo.

Page 38: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

En todo caso, que cada qual faga de la capa svya el sayo que vengale en gana, è doy por terminada aquesta Primera Parte de la Choronica mia, que si sale con barba sea San Anton, è si no la Puríssima Concepcion. Vale.

 

TABLA DE LOS CAPÍTVLOS que contiene aquestos Veriqüetos & Desazones del visquir de don

Clavdio Batvecas

Capitvlo primero

Praefatio necessario à toda historia en donde se fabla sobre las astrales circumstancias del nascimiento de don Clavdio Batuecas etta

...................... xxi

Capitvlo segvndo

Sobre como fuesse don Clavdio buscando al primo dél etta

............................ xxvii

Capitvlo terzero

Que tracta sobre el mangante de don Melero etta

................................... xxxv

Capitvlo qvarto

De como encontrosse don Clavdio Batvecas con vn bofonero etta

.......... xxxxv

Capitvlo qvinto

En el qual don Clavdio rescive grave afrenta y paliça de vn mui noble cauallero castellano etta ................................. Lii

Capìtvlo sexto

En que esplicasse sobre como don Clavdio dizide fazer via, è rescive vna magistral enseñança sobre las mugeres ............ Lxiii

Capitvlo septimo

Sobre como don Clavdio troba al alche-mista don Pedro el Albino .............. Lxxi

Page 39: Al Ilustríssimo Messier Renard de Valgris, Baron del ...€¦  · Web viewRegalandovos aquesta obrilla à Vuesa Ilustre Señoria, conozco no relatar la grandeça de Vos è vueso

Capitvlo octavo

En que don Clavdio Batucas sale del emprissionamiento svyo, è de como fuesse à bivir con vn eremita ..................... Lxxxv

Capitvlo nono

En el que se narra como despidiosse don Clavdio deste boxonero è de como ven-gosse de vn viejo enemigo svyo ...... Lxxxxiii

Capitvlo dizimo

En que don Clavdio esplica sv llegada à Santo Domingo de la Calçada, è de la gana que entrole por comer pollo ....... ci

Addenda

En que nveso Avtor è io mesmo nos despedimos de tan Ilustres Letores, quedandonos etta .......................... cxvii